El navajazo, el cine y los piojos

?El hospital psiqui¨¢trico Miraflores de Sevilla ha muerto! El d¨ªa 14 del presente mes se produce el cierre, totalmente indigno, como colof¨®n de la reforma psiqui¨¢trica de la que Andaluc¨ªa ha sido pionera. La reforma psiqui¨¢trica preve¨ªa la reubicaci¨®n/reinserci¨®n de la poblaci¨®n psiqui¨¢trica en recursos residenciales alternativos al hospital psiqui¨¢trico, previo proceso de desinstitucionalizaci¨®n y adaptaci¨®n al nuevo recurso al objeto de minimizar fracasos y favorecer la reinserci¨®n.Sin mediar aviso y sin tener en cuenta el proyecto de trabajo dise?ado para la poblaci¨®n remanente actual del hospital (16 pacientes), los cuales iban a ser externalizados antes del 1 de diciembre, la direcci¨®n decide de la noche a la ma?ana cerrar el hospital y trasladar a los pacientes a un chal¨¦ de Santa Clara (calle Conde de Osborne, 3). Para m¨¢s inri, este chal¨¦ no es del ?rea Macarena, sino de la Fundaci¨®n Andaluza para la Integraci¨®n Social de Enfermos Mentales y donde est¨¢ prevista la ubicaci¨®n de la Comunidad Terap¨¦utica del ?rea Virgen del Roc¨ªo. Traslado provisional para la mayor¨ªa de ellos, ya que en el plazo de dos o tres semanas tendr¨¢n que salir nuevamente para la reubicaci¨®n definitiva, como he dicho m¨¢s arriba, ya prevista.

En ning¨²n momento se han dado explicaciones ni se ha pedido la opini¨®n de los t¨¦cnicos, ni mucho menos la de los pacientes.

Desde mi punto de vista, el cierre obedece a un inter¨¦s claramente pol¨ªtico de la direcci¨®n gerencial del hospital Macarena, que ha querido ponerse la medalla del cierre sin importarle las formas, la ¨¦tica, la profesionalidad y sin valorar lo m¨¢s m¨ªnimo a los residentes ni a los trabajadores, cosa que en nada se parece a la filosof¨ªa de la Reforma Psiqui¨¢trica.- Manuel Mart¨ªn Ben¨ªtez. Sevilla.

Madrugada del s¨¢bado al domingo 17 de octubre. Estruendo ensordecedor en la Plaza de los Olivos, en pleno centro de la ciudad y eje de la zona de moda. Hasta aqu¨ª, nada nuevo, los vecinos hace tiempo que no duermen los fines de semana. Hay una discoteca con permiso ?hasta las seis de la ma?ana! Los clientes salen a la plaza con sus copas; un caf¨¦ en plena plaza mantiene abierta su terraza a las cuatro de la ma?ana (obviamente, a esa hora, sin permiso). Conversaciones a voz en cuello, gritos y risotadas. El esc¨¢ndalo me hace llamar a la Polic¨ªa Local. De las cuatro a las siete fueron cinco llamadas con el mismo resultado: ninguno.El agente encargado de la centralita me dice que toma nota, que transmite la queja a quien corresponda, que ah¨ª termina su trabajo y que ¨¦ste no incluye dar explicaciones al ciudadano. Desesperado, me visto y salgo a caminar; hora y media despu¨¦s me dirijo en la puerta del Ayuntamiento al ¨²nico polic¨ªa que he logrado ver en todo este tiempo. Muy amable, me invita al interior, desde donde llama ¨¦l mismo. Oigo una conversaci¨®n que menciona que "hoy hay movida" y al final la respuesta es la misma: no viene nadie y puedo presentar mi queja en... etc¨¦tera, etc¨¦tera.

Vuelvo a casa. Son casi las siete, la terraza acaba de cerrar, los vecinos no han dormido en toda la noche y la polic¨ªa ha hecho caso omiso de las llamadas.

Me pregunto si el hecho de que el mismo d¨ªa tuviera lugar la presentaci¨®n del GIL en Madrid podr¨ªa tener relaci¨®n con la omisi¨®n de atenci¨®n a las llamadas (?la plantilla ha sido aumentada recientemente!).- Rafael ?vila Bay¨®n. Marbella.