Ciencias del Islam
En 1492, los Reyes Cat¨®licos expulsaron a los musulmanes de Espa?a, una vez conseguida la conquista de Granada. M¨¢s de cinco siglos m¨¢s tarde, la Universidad Isl¨¢mica Ibn Rushd, con sede en C¨®rdoba, reivindica el papel protagonista que la cultura ¨¢rabe tiene en la historia, las tradiciones y el saber posterior de la Espa?a actual.Nada m¨¢s entrar al edificio de la universidad, situado en plena juder¨ªa cordobesa, los sentidos nos transportan hasta los antiguos jardines ¨¢rabes de Al Andalus. El fluir de la fuente del patio central del recinto, unido al intenso aroma del jazm¨ªn que puebla las paredes de la casa, pone la guinda al ambiente de recogimiento que inspira la peque?a mezquita ubicada en la planta baja del edificio. Arriba, en la planta superior, se encuentran las dependencias administrativas y las aulas de esta modesta aunque sugerente instituci¨®n.
Creada en 1995, tras la fundaci¨®n tres a?os antes de la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a, y la firma de un acuerdo de cooperaci¨®n de ¨¦sta con el Gobierno espa?ol, las cifras de la Universidad Ibn Rushd no pasan por el momento de la simple an¨¦cdota.
La instituci¨®n cuenta con alrededor de 100 alumnos matriculados, si bien 60 de ellos cursan sus estudios a distancia. El resto de alumnos acuden a diario al centro para recibir la formaci¨®n impartida por un total de 10 profesores, seg¨²n explica su rector, Ali Kettani. La mayor¨ªa de los profesores son espa?oles de ascendencia isl¨¢mica.
Los estudios de la universidad se limitan a una sola licenciatura, todav¨ªa no reconocida oficialmente por el sistema educativo espa?ol, Ciencias del Islam. Las asignaturas del programa acad¨¦mico van desde el estudio de la religi¨®n o el conocimiento del fig, la jurisprudencia isl¨¢mica, al aprendizaje del ¨¢rabe o el repaso de la historia musulmana, con especial hincapi¨¦ en los siete siglos de permanencia isl¨¢mica en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, y, de un modo muy concreto, en la etapa de mayor esplendor, la de la fundaci¨®n del Califato de C¨®rdoba.
Respecto a los miedos y suspicacias que un centro como este puede despertar en ciertos sectores de la ciudadan¨ªa, Kettani es claro: la Universidad Ibn Rushd es una fundaci¨®n espa?ola, independiente y no gubernamental. El rector de la instituci¨®n rechaza, tal y como se ha insistido en algunas ocasiones, que esta instituci¨®n acad¨¦mica se financia con fondos p¨²blicos procedentes de pa¨ªses ¨¢rabes, y defiende la absoluta independencia de la universidad.
No obstante, Kettani admite que la mayor parte del dinero que manejan procede de donaciones y aportaciones. En muchos casos, estos donativos llegan de esos pa¨ªses e incluso de sus gobernantes -el ex primer ministro de Pakist¨¢n, Nawaz Sharif, derrocado recientemente por un golpe de Estado, don¨® a t¨ªtulo personal el pasado curso 50.000 d¨®lares (7.750.000 pesetas)-, pero nunca sujetos a los deseos pol¨ªticos de una u otra naci¨®n.
En cualquier caso, la matr¨ªcula anual por asistir a las clases asciende a 250.000 pesetas, si bien existen becas para aquellos que no puedan hacer frente al pago de las misma. El coste del curso a distancia est¨¢ fijado en 50.000 pesetas.
Kettani anima a todo el mundo a acudir y asegura que no se hacen distinciones por la creencias religiosas de los alumnos. "Como vamos a discriminar nosotros a nadie por motivos religiosos si fuimos las principales v¨ªctimas de la intransigencia cat¨®lica", explica el responsable del centro.Al mismo tiempo cita como muestra del talante respetuoso de los ¨¢rabes que el Papa Silvestre estudi¨® en la antigua universidad ¨¢rabe de C¨®rdoba, al igual que lo hiciera el jud¨ªo Mahim¨®nides.
Para Manuel del Pozo, cordob¨¦s de 29 a?os y alumno de segundo de Ciencias del Islam, la transparencia de la instituci¨®n es clara. "En ning¨²n momento me han molestado. Yo no soy musulm¨¢n y nunca me han dicho lo que tengo que hacer", explica. Del Pozo se muestra encantado con la formaci¨®n que recibe. A juzgar por las condiciones, no le falta raz¨®n: cumple su deseo, aprender ¨¢rabe, y, encima, no tiene que pagar ni una sola peseta.
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