Jueces y pol¨ªticos, a favor del regreso a Italia del ex primer ministro Craxi
El clima de borr¨®n y cuenta nueva que se respira en Italia a ra¨ªz de la sentencia absolutoria de Giulio Andreotti est¨¢ a punto de dar nuevos frutos. Esta vez la figura a rescatar es el ex primer ministro y ex l¨ªder socialista Bettino Craxi, huido a T¨²nez en 1994, en pleno apogeo del esc¨¢ndalo Tangentopoli que le implic¨® en media docena de juicios por corrupci¨®n. La mala salud de Craxi, que lleva ingresado desde el lunes en un hospital, ha acelerado el debate sobre su regreso a Italia
Ayer, la fiscal¨ªa de Mil¨¢n trabajaba a marchas forzadas para encontrar una v¨ªa legal que permita al ex primer ministro volver a su pa¨ªs sin arriesgarse a ser internado en un hospital penitenciario. Pero la familia y los simpatizantes de Craxi han dejado claro que las razones humanitarias no bastan para hacer volver al ex primer ministro, que quiere su rehabilitaci¨®n pol¨ªtica. La propia hija del ex l¨ªder socialista, Stefania Craxi, rechaz¨® ayer en T¨²nez, tras explicar que las condiciones de salud de su padre han mejorado, la viabilidad de un salvoconducto como f¨®rmula para permitir su regreso a Italia. Ni la familia ni el propio Craxi, ni muchos de los sostenedores pol¨ªticos del hombre que dirigi¨® uno de los gobiernos m¨¢s largos de Italia en los a?os ochenta, parecen dispuestos a aceptar un regreso en tono menor s¨®lo por razones humanitarias. El fiscal jefe de Mil¨¢n, Gerardo D"Ambrosio, alud¨ªa el martes a la posibilidad de "congelar" las penas de Craxi para permitirle "curarse en Italia".
La decisi¨®n no depende del Tribunal de Vigilancia de la capital lombarda, que hasta el momento guarda silencio. La fiscal¨ªa milanesa espera que sean los abogados del huido los que reclamen la aplicaci¨®n del art¨ªculo 147 del C¨®digo Penal, que prev¨¦ diferir el cumplimiento de una condena por enfermedad del reo.
Sobre Craxi, de 63 a?os, enfermo de diabetes, pesan dos condenas de 10 a?os y tres juicios en los que se piden otros 10 a?os. Hay, adem¨¢s, dos ¨®rdenes de custodia sobre ¨¦l. Otra de las condenas, a cuatro a?os, la del llamado juicio All Iberian -en el que estaba implicado el l¨ªder de la oposici¨®n, Silvio Berlusconi-, ha quedado sin efecto, porque el Tribunal de Apelaci¨®n de Mil¨¢n declar¨® el martes que el delito ha prescrito.
En repetidas ocasiones, el ex l¨ªder del Partido Socialista de Italia, que se considera la v¨ªctima de un compl¨® urdido por los jueces del movimiento Manos Limpias, ha advertido de que no volver¨¢ a Italia si no es por la puerta grande, con una amnist¨ªa. De ah¨ª que sus abogados se negaran en todo momento a pedir "un salvoconducto o a aceptar una suspensi¨®n de la pena". Craxi, dec¨ªan, "volver¨¢ a Italia como una persona libre o no volver¨¢". Pero la intervenci¨®n de D"Ambrosio, reforzada por la opini¨®n de D"Alema, que declar¨® no tener ning¨²n inconveniente en que se produzca el regreso, habr¨ªan cambiado esa posici¨®n.
La unanimidad entre los grupos pol¨ªticos respecto al regreso de Craxi, que era casi absoluta ayer, tuvo una excepci¨®n: la del ex fiscal de Manos Limpias y senador del Olivo, Antonio di Pietro. "No debe abrirse para ¨¦l [Craxi] una puerta especial".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.