Investigan al due?o de un diario israel¨ª por planear el asesinato de sus rivales
Ofer Nimrodi, propietario del segundo peri¨®dico m¨¢s importante de Israel, Maariv, est¨¢ siendo investigado por la polic¨ªa en relaci¨®n con un supuesto plan para asesinar a los directores de dos diarios rivales, Yedihot Aharanot y Haaretz, Arnon Moses y Amos Shoken, respectivamente, as¨ª como al detective privado Yaakov Tzur.Las investigaciones contra este magnate de la prensa israel¨ª se basan en las confesiones de Rafi Friedan, un detective privado de Tel Aviv. Friedan est¨¢ actualmente en prisi¨®n cumpliendo una condena de cuatro a?os que le fue impuesta por haber colocado en 1994 micr¨®fonos ocultos en el peri¨®dico Yedihot Aharanot. Segu¨ªa las indicaciones del propio Nimrodi, ahora investigado, que fue asimismo condenado a ocho meses de arresto por aquel caso.
Las confesiones del detective Friedan son el fruto de un pacto suscrito con el fiscal de un tribunal de Tel Aviv. Con ese pacto, Friedan se comprometi¨® a facilitar pruebas de los planes criminales del empresario Nimrodi para deshacerse de la competencia, siempre y cuando ¨¦l quedara exonerado de cualquier implicaci¨®n y fuera asimismo exculpado de otros dos delitos de fraude fiscal por los que a¨²n tiene pendiente un juicio.
Las revelaciones del investigador privado, apoyadas a la vez por las confesiones de otros dos colegas de profesi¨®n, aseguran que Nimrodi sugiri¨® un plan para asesinar al periodista Shoken, el director de Haaretz, en su casa de Tel Aviv, mientras que Mozes, responsable de Yedihot Aharanot, deb¨ªa ser asesinado durante un viaje a Los ?ngeles, donde viven su mujer y sus hijos.
A estos asesinatos se le sumaba un tercer plan para dar muerte al investigador privado Tzur, que deb¨ªa haberse llevado a t¨¦rmino en Yakarta, como venganza por las declaraciones que ¨¦ste hizo en su d¨ªa ante el juez y que implicaron al due?o del vespertino Maariv en el caso de las escuchas ilegales.
Chantaje
Nimrodi, que a¨²n no ha sido inculpado ni interrogado con relaci¨®n a este triple proyecto de asesinato, asegur¨® ayer p¨²blicamente ser la v¨ªctima de un chantaje urdido por los tres detectives privados, que hab¨ªan tratado ya meses atr¨¢s de sacarle dinero. Pero las vehementes declaraciones del propietario de Maariv poco pueden hacer por limpiar un nombre y una imagen deteriorada por numerosos esc¨¢ndalos.
La familia Nimrodi ha sido, en reiteradas ocasiones, en Israel protagonista de largos y apasionados culebrones sociopol¨ªticos. La opini¨®n p¨²blica sigui¨® ya con pasi¨®n las vicisitudes del padre de Ofer Nimrodi, Yakoov Nimrodi, un conocido traficante de armas, ex agente del Mosad y exresponsable militar de la Embajada israel¨ª en Teher¨¢n, que se vio implicado en 1985, junto con otros tres israel¨ªes, en la venta ilegal de armas de Estados Unidos a Ir¨¢n (esc¨¢ndalo conocido como Irangate), lo que le proporcion¨® ping¨¹es beneficios con los que pudo en 1992 comprar y regalar a su hijo el peri¨®dico Maariv.
La ascensi¨®n imparable de la familia Nimrodi est¨¢ vinculada tambi¨¦n a la empresa tur¨ªstica Ziara, que recluta a sus clientes en Arabia Saud¨ª, a los que propone un sugestivo recorrido por el Jerusal¨¦n oriental, con visita y plegaria incluidas a las mezquitas de Al Aqsa y de la Roca, contando para ello con la ayuda de la Liga del Mundo Isl¨¢mico instalada en El Cairo.
Ayer, en relaci¨®n con el caso Nimrodi, el juez orden¨® el arresto de dos expolic¨ªas y de un polic¨ªa en activo por haber facilitado informaci¨®n confidencial al due?o de Maariv sobre el estado de las investigaciones, datos que al parecer los polic¨ªas consegu¨ªan a base de propinas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.