El poeta mexicano Lizalde ense?a sus versos singulares en la Residencia
Escritor de poemas desde que era casi adolescente (el Fondo de Cultura Econ¨®mica los ha reunido en una gran antolog¨ªa), el mexicano Eduardo Lizalde (1929) ha visitado Madrid para leer algunos versos (lo hizo el lunes pasado) y para ofrecer, desde ayer y hasta el pr¨®ximo viernes, unos seminarios y un taller de poes¨ªa a una veintena de alumnos en la Residencia de Estudiantes.Disc¨ªpulo de Octavio Paz, de quien fue amigo durante 30 a?os, heredero de la generaci¨®n del 27 espa?ola y del grupo que formaron Gorostiza, Pellicer, Villaurrutia y Novo, Lizalde es autor de una docena de libros de poemas y est¨¢ reconocido como una voz muy peculiar dentro de la poes¨ªa mexicana: incluido entre los poeticistas, que fund¨® junto a Montes de Oca y Gonz¨¢lez Rojo, su poes¨ªa ha derivado luego hacia influjos muy diversos.
Es director de la Biblioteca Nacional de M¨¦xico y un poeta, pero no s¨®lo eso. Primero, porque considera que la poes¨ªa "es un g¨¦nero m¨¢s, no superior a los otros y a veces inferior. Proust o Joyce, por ejemplo, no son superables: esconden los l¨ªmites de los g¨¦neros. Y Musil. Pero del Quijote viene todo. Es una biblia de filosof¨ªa, poes¨ªa, narrativa...". Segundo, porque ha escrito de todo: art¨ªculos en peri¨®dicos, relatos, ensayos, una novela de 500 p¨¢ginas titulada Siglo en un d¨ªa, poes¨ªa en prosa... "As¨ª y todo, he publicado m¨¢s poes¨ªa de la que me hubiera gustado, aunque todo es relativo: ni tanta como Lope, o como Alberti y Guill¨¦n, ni tan poca como Gorostiza. He roto mucho tambi¨¦n, m¨¢s de lo que he editado, y a¨²n as¨ª he escrito 10 o 12 libros en casi 50 a?os. Eso pasa porque el poeta siempre busca la obra mayor".
La voz propia
Lizalde, premio Nacional mexicano en 1988, cree que encontr¨® su voz propia hacia los 35 a?os, con el poemario Cada cosa es Babel, y admite que ha sido un poeta cambiante, que abandona o critica lo creado con facilidad. "Aquel libro donde apareci¨® mi voz era una declaraci¨®n po¨¦tica y a la vez un di¨¢logo con mis predecesores. Lorca, Pessoa, Gorostiza... Porque creo que no hay obra personal; que las obras son producto de las ideas, lecturas y preocupaciones de tu tiempo. Lo dif¨ªcil es distinguirse, ser otro, dominar las tentaciones parricidas que todos tenemos hacia nuestros maestros para romper con sus ideas est¨¦ticas y seguir avanzando".Lizalde se define como un poeta escrupuloso, muy exigente ("aunque a veces me equivoco, como todos"), con acusadas tendencias a edificar conjuntos de poemas. Entre esos ciclos destaca en su obra la figura del tigre, animal y met¨¢fora presente al menos en cuatro de sus t¨ªtulos. "Los otros, los cr¨ªticos -y hay que leer a los cr¨ªticos porque sin interlocuci¨®n el poeta no avanza, se le oxida el ¨¢nimo po¨¦tico-, han dicho que no me parezco a los poetas de mi generaci¨®n, tal vez un poco a Sabines. Yo creo que siempre vuelvo a caminos andados".
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