La obsesi¨®n por el valor en Bolsa

?Hay alguna manera de defender la bondad de las stock-options? La hay.En la mejor tradici¨®n del capitalismo desregulado, se supone que los intereses de los ejecutivos de una compa?¨ªa se alinear¨¢n m¨¢s con los de los accionistas-propietarios si disponen de planes de stock options que les conviertan, a su vez, en propietarios.

Pero entre todos los estudios publicados sobre este tipo de planes, se descubre poca evidencia emp¨ªrica entre una buena gesti¨®n y la proliferaci¨®n de las stock options. Al contrario, lo que se descubre es que este tipo de incentivos ha acabado por concentrar la atenci¨®n de las c¨²pulas directivas de las empresas en un s¨®lo aspecto: el valor de la acci¨®n en Bolsa. Telef¨®nica es un ejemplo de manual.

Desde que el consejo de administraci¨®n aprobase en febrero de 1997 el pol¨¦mico plan que ahora ha salido a la luz, el valor burs¨¢til de la compa?¨ªa ha subido un 160,30%, muy por encima del ¨ªndice general de Madrid, que s¨®lo lo hizo un 96,20%. Algunas de las medidas que contribuyeron al boom burs¨¢til de la acci¨®n de Telef¨®nica fueron en detrimento directo del bolsillo del accionista, como la decisi¨®n de Villalonga en noviembre de 1998 de no repartir ese a?o dividendo alguno, rompiendo una tradici¨®n de m¨¢s de 20 a?os, y a pesar de los beneficios esperados ese ejercicio: m¨¢s de 200.000 millones de pesetas.