La opci¨®n millonaria
Villalonga y un grupo de ejecutivos de Telef¨®nica se reparten jugosos incentivos aprovechando las pol¨¦micas 'stock options'
El 25 de febrero del a?o que viene, 100 altos cargos de Telef¨®nica, con su presidente, Juan Villalonga, en cabeza, comprobar¨¢n la cotizaci¨®n en Bolsa del antiguo monopolio telef¨®nico. A continuaci¨®n, se repartir¨¢n una cantidad que, seg¨²n el valor de la acci¨®n estos d¨ªas, podr¨ªa oscilar entre 30.000 y 45.000 millones de pesetas, mediante un complicado mecanismo que hab¨ªa permanecido en penumbra hasta ahora, y cuya irrupci¨®n p¨²blica ha desatado una considerable pol¨¦mica.Todo arranca a principios de 1997. Por aquel entonces, el Gobierno del PP se aprestaba a vender el ¨²ltimo paquete que manten¨ªa en Telef¨®nica (un 21%), y convertirla as¨ª en una empresa totalmente privada. Meses antes, Villalonga hab¨ªa sido nombrado presidente de la compa?¨ªa a propuesta de su amigo y compa?ero de colegio Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Tras incorporar a la direcci¨®n de Telef¨®nica a un grupo de hombres de confianza -gran parte de ellos procedentes como ¨¦l de la consultora McKinsey y de Bankers Trust-, dise?¨® un plan a tres a?os con el objetivo gen¨¦rico de estimularles en el trabajo y asegurarse su lealtad.
La f¨®rmula elegida (denominada en ingl¨¦s stock options, opciones sobre acciones, en la versi¨®n espa?ola) se encuentra bastante extendida en el mundo anglosaj¨®n, donde tambi¨¦n ha comenzado a causar pol¨¦mica por las gigantescas retribuciones que proporciona a sus beneficiarios. El consejo de administraci¨®n aprob¨® el plan, pero en aquel momento no trascendi¨® ning¨²n detalle.
Y no trascendi¨® por la sencilla raz¨®n de que los organismos encargados de regular las actividades de las empresas en los mercados financieros -la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en Espa?a, y la Securities Exchange Comission (SEC) en EEUU- no exigen expresamente desvelar los detalles, ni siquiera entregar una lista de qu¨¦ cantidad de dinero se lleva cada directivo de la empresa, Telef¨®nica en este caso.
Aprovechando esta falta de exigencias, la compa?¨ªa de Villalonga ocult¨® la magnitud del plan del que se aprestaban a beneficiarse sus altos directivos.
En un documento de decenas de p¨¢ginas entregado a la SEC en Washington en mayo de 1998, Telef¨®nica dedicaba al tema un p¨¢rrafo de cuatro l¨ªneas.
Un a?o despu¨¦s, en otro informe anual requerido por las autoridades estadounidenses, tambi¨¦n de casi un centenar de p¨¢ginas, la compa?¨ªa ampliaba levemente la informaci¨®n ofrecida (por primera vez dec¨ªa que eran cien los ejecutivos que se beneficiaban del plan), pero de forma tan esquem¨¢tica, que incluso hoy resulta imposible conocer muchos detalles de la operaci¨®n, entre ellos cu¨¢l ser¨¢ el incentivo que el propio Villalonga se ha reservado.
En esencia, el plan es sencillo: Telef¨®nica ofreci¨® 307.339 accionesa a cien directivos a 3.500 pesetas cada una, la cotizaci¨®n de aquellos d¨ªas de 1997. No todos los directivos recibieron la misma oferta, sino que ¨¦sta vari¨® en funci¨®n de la responsabilidad en la empresa de cada uno de ellos (mediante un factor multiplicador que a¨²n no se conoce), y presumiblemente Villalonga dispuso del mayor n¨²mero de opciones. La duraci¨®n del plan era de tres a?os, y su vencimiento, el pr¨®ximo 25 de febrero.
Ese d¨ªa, esos 100 directivos se repartir¨¢n miles de millones de pesetas, en funci¨®n de lo que se haya revalorizado la acci¨®n desde 1997, lo que multiplicar¨¢ su sueldo de estos a?os de forma considerable.
De hecho, las espectaculares ganancias asociadas a este mecanismo de stock options han desatado un aluvi¨®n de cr¨ªticas en el pa¨ªs donde se originaron, EEUU. Seg¨²n el principal sindicato estadounidense, AFL-CIO, gracias mayormente a las stock options, un alto ejecutivo gana hoy de media 419 veces m¨¢s que un empleado en una f¨¢brica de EEUU. En 1980, s¨®lo ganaba 42 veces m¨¢s.Pero este plan de los cien famosos no era el ¨²nico en Telef¨®nica. El 30 de junio de este a?o, la compa?¨ªa comunic¨® a la SEC en Washington que un mes antes su Consejo de Administraci¨®n hab¨ªa aprobado un nuevo plan de stock-options. Esta vez, los beneficiarios eran unos 450 ejecutivos de todo el Grupo Telef¨®nica (no s¨®lo de la matriz), "incluyendo tres miembros del consejo", de los que no se proporciona el nombre, seg¨²n el documento entregado a la autoridad reguladora estadounidense.
De nuevo, Telef¨®nica se mostr¨® parca en los detalles. No especificaba cu¨¢ntas acciones destinaba al plan, ni los nombres de los ejecutivos elegidos, ni si hab¨ªa un factor multiplicador como en el plan anterior. Pero independientemente de ello, una frase da idea de la magnitud del asunto: "Al vender o transferir sus acciones, los participantes [de este plan] tendr¨¢n derecho a recibir una cantidad adicional de acciones", que se calcular¨¢ en funci¨®n de determinados par¨¢metros que el documento depositado en la SEC tampoco revela.
Es decir, que un ejecutivo que venda las acciones que la compa?¨ªa le entreg¨® para estimularle en su trabajo y asegurar su fidelidad, puede recibir otro paquete y empezar de nuevo el negocio.
Los planes de stock options se han aplicado tambi¨¦n en filiales de Telef¨®nica, como Telef¨®nica Internacional (TISA), que reserv¨® un 0,65% de sus acciones para un programa de este tipo.
En Terra Networks, dedicada al negocio en Internet, se dio adem¨¢s otra peculiaridad: un 20% de las 14 millones de acciones que se destinaron a stock options se ofrecieron a un grupo de directivos no especificado a 2,16 euros, un quinto del valor estimado de salida en Bolsa este mismo mes (10,12 euros), lo que les garantiza un beneficio instant¨¢neo de al menos 4.000 millones de pesetas.
En este ¨²ltimo caso, adem¨¢s, los directivos en cuesti¨®n no necesitan permanecer fieles a la compa?¨ªa. En realidad, no necesitan ni siquiera permanecer en la filial de Telef¨®nica, pues seg¨²n el folleto presentado en la SEC estadounidense a ra¨ªz de su salida a Bolsa, pueden embolsarse los beneficios al d¨ªa siguiente de que la compa?¨ªa empiece a cotizar y abandonarla inmediatamente. Este detalle no figuraba en la documentaci¨®n enviada a la CNMV.
Resulta imposible calcular la cantidad que se repartir¨¢ el exclusivo grupo de ejecutivos de Telef¨®nica que participa en estos planes, por la falta de informaci¨®n entregada a las autoridades correspondientes, y porque algunos de ellos (probablemente el propio Villalonga) pueden participar en varios de ellos. De todas formas, es evidente que la cifra suma bastantes miles de millones de pesetas.
Incluso los defensores de que a los altos cargos se les pague con acciones, como el economista Kevin Murphy en un reciente estudio titulado Compensaci¨®n a Ejecutivos, reconocen que existe un peligro si se generalizan este tipo de planes: que la gesti¨®n del presidente y de su equipo se enfoque a multiplicar el valor en Bolsa de las acciones de la compa?¨ªa (lo que aumenta de forma inmediata sus beneficios gracias a las stock options), en detrimento de una planificaci¨®n a medio y largo plazo.
Algo de eso se ha dado tambi¨¦n en Telef¨®nica. En noviembre de 1998 (ver recuadro), Villalonga anunci¨® que, por primera vez en 20 a?os, la compa?¨ªa no repartir¨ªa dividendos. La decisi¨®n reforz¨® el valor de Telef¨®nica en Bolsa, lo que, independientemente de resultar bueno o no para la compa?¨ªa, repercuti¨® favorablemente en los bolsillos del presidente y los ejecutivos con stock-options.
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