"Es preocupante que resulte ins¨®lito un debate con Aznar dentro del PP"
Alejo Vidal-Quadras (Barcelona, 1945) se ha lanzado por una pendiente que da vertigo a quienes desde dentro del PP observan su trayectoria, porque le ha llevado, y puede volver a llevarle, a chocar con los intereses pol¨ªticos de Aznar.Pregunta. Se ha convertido usted en la primera persona que le lleva la contraria a Aznar en una reuni¨®n amplia de la direcci¨®n del PP.
Respuesta. Yo no le llev¨¦ la contraria. Present¨¦ un an¨¢lisis pol¨ªtico.
P. ?l s¨ª le llev¨® la contraria a usted.
R. Yo expuse la preocupaci¨®n por la situaci¨®n del partido en Catalu?a, sobre todo de cara a las elecciones generales. ?l expres¨® su opini¨®n y todo transcurri¨® de la manera m¨¢s correcta y cordial.
P. ?En qu¨¦ situaci¨®n le deja que Aznar le diga tres veces que lo que acaba de decir es mentira?
R. Dije que el cambio producido en el PP de Catalu?a en el verano de 1996 fue forzado, no dije impuesto. Al afirmar ¨¦l que no hab¨ªa sido impuesto no neg¨® lo que yo acababa de decir sino especulaciones que se han hecho.
P. ?No es ins¨®lito que un debate con Aznar en un ¨®rgano del PP con cientos de integrantes sea un acontecimiento ins¨®lito?
R. Es preocupante que resulte ins¨®lito. En todas las reuniones de la junta directiva nacional deber¨ªa haber intercambios de opiniones de manera espont¨¢nea, argumentada, respetuosa e incluso muy viva con el presidente y con el secretario general. Esas reuniones en las que la direcci¨®n lee informes que son escuchados con un silencio presuntamente aquiescente son una f¨®rmula a superar. Estoy convencido de que la direcci¨®n nacional agradecer¨ªa tormentas de ideas que pudieran enriquecer su forma de ver las cosas. Estoy muy satisfecho de la reuni¨®n del otro d¨ªa, y otros muchos asistentes tambi¨¦n.
P. Cuando Aznar dijo, para explicar el ¨¦xito que usted tuvo en las elecciones catalanas de 1995, que en aquellos momentos el PSOE estaba en sus horas m¨¢s bajas, ?estaba aportando tambi¨¦n una explicaci¨®n de su propia victoria en las legislativas de 1996?
R. El presidente apel¨® a la teor¨ªa de la coyuntura, seg¨²n la cual los resultados no dependen tanto de los candidatos o del acierto de las propuestas, como de la coyuntura, de las circunstancias. Por supuesto, cualquier teor¨ªa v¨¢lida ha de ser de aplicaci¨®n universal.
P. ?Los problemas no terminar¨¢n mientras se les vea como el PP en Catalu?a y no como el PP de Catalu?a?
R. El PP ha de ser de Catalu?a, integrado en un proyecto para toda Espa?a, y ha de conjugar distintas visiones y tradiciones. Lo que el partido fue entre 1991 y 1996 ha de ser conservado y bien tratado, y a eso a?adirle nuevas aportaciones, como la de Piqu¨¦ y otras personas. El error est¨¢ en prescindir, en hacer tabla rasa de aquello que goz¨® del apoyo creciente de los ciudadanos de Catalu?a para poner todos los huevos en una cesta que nos est¨¢ deparando retrocesos electorales. Soy partidario de la suma y no de la abjuraci¨®n repentina.
P. ?Por qu¨¦ Javier Arenas defiende a Piqu¨¦ como cabeza de lista del PP en Barcelona para las elecciones generales si ning¨²n ¨®rgano del PP ha elegido todav¨ªa a los candidatos electorales?
R. En Espa?a, los partidos confeccionan las candidaturas y escogen a los cabezas de lista a partir de decisiones de la direcci¨®n. En el caso de Piqu¨¦, la direcci¨®n nacional ha optado por un PP de Catalu?a fronterizo o solapado con el nacionalismo y no alternativo al mismo.
P. ?Est¨¢ decidido a pugnar con Piqu¨¦ por el liderazgo del PP catal¨¢n en las elecciones y por la presidencia del partido?
R. No tengo decidida ninguna de las dos cosas. La pugna por la cabecera de lista es sencillamente imposible porque en el PP no existen mecanismos para que un cuerpo electoral elija entre los posibles aspirantes. En cuanto a la presidencia del partido en Catalu?a, hemos de esperar al resultado de las elecciones generales. Con ellos y los de las auton¨®micas y municipales tendremos un cuadro completo para ver en qu¨¦ direcci¨®n conviene que vaya el partido.
P. ?No le produce v¨¦rtigo una alianza con militantes que est¨¢n en posiciones extremas y que puede caracterizarle a usted como extremista frente a Pujol?
R. ?sa es una caricaturizaci¨®n interesada que, como tantas otras, los nacionalistas han conseguido implantar en una parte de la sociedad. Soy una persona extremadamente razonable que defiendo radicalmente la Constituci¨®n y los valores de pluralismo y convivencia civil que representa, y que lo hago de forma muy clara, firme y en¨¦rgica frente a movimientos nacionalistas que tienen como objetivo acabar con el gran pacto civil de 1978.
P. Despu¨¦s de haber sido llevado por los hombres de confianza de Aznar a la FAES, ?c¨®mo lleva el enfrentarse con el hombre de confianza de Aznar en Catalu?a?
R. La confianza de los pr¨ªncipes, como demuestra la literatura cl¨¢sica sobre el poder, es tornadiza. Lo digo por experiencia. La confianza del l¨ªder es muy gratificante, pero lo decisivo es la consistencia del propio pensamiento, la defensa coherente de las propias convicciones. Si la confianza del l¨ªder palidece, pero se mantiene firme la coherencia personal, esa confianza del l¨ªder casi siempre acaba por regresar.
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