Los due?os de L"Agudana buscan comprador para salvar los empleos de la empresa c¨¢rnica

La delicada situaci¨®n econ¨®mica por la que atraviesa la empresa c¨¢rnica L"Agudana, de Cervera, considerada una de las punteras del sector agroalimentario en Catalu?a, ha obligado a sus propietarios, los hermanos Garriga Zafrilla, a presentar en el juzgado una declaraci¨®n de quiebra voluntaria, con una deuda de 4.500 millones de pesetas. Si no aparece ning¨²n comprador, esta nueva crisis puede significar el cierre definitivo del matadero y la p¨¦rdida de 340 puestos de trabajo. Los propietarios buscan a la desesperada un comprador para, sobre todo, salvar los puestos de trabajo.

L"Agudana no ha podido superar las dificultades econ¨®micas que la llevaron en 1994 a suspender pagos con un activo de 7.134 millones de pesetas y un pasivo de 3.234 millones. Hace un a?o, la empresa pareci¨® resurgir cuando un grupo de ganaderos de Lleida compr¨® el 37,5% de las acciones que el grupo Vall Companys ten¨ªa en la c¨¢rnica. Esta operaci¨®n permiti¨® a los hermanos Garriga Zafrilla conservar el 50% de las acciones de la empresa, mientras que el 12,5% restante qued¨® en manos de la familia Vall Pla.La empresa anunci¨® entonces que el nuevo socio se hab¨ªa comprometido a aportar a la sociedad el capital suficiente para reflotar la empresa e iniciar un ambicioso proceso de expansi¨®n. Sin embargo, a pesar de los buenos augurios, los problemas econ¨®micos continuaron hasta llegar a la problem¨¢tica situaci¨®n actual. El descenso de la facturaci¨®n a causa de la peste porcina y del esc¨¢ndalo de las dioxinas belgas acabaron con las posibilidades de viabilidad de una empresa a la que los bancos tambi¨¦n decidieron cerrarle las puertas. Los trabajadores no han cobrado la n¨®mina del pasado mes de octubre, que asciende a m¨¢s de 60 millones de pesetas.

Tregua de tres d¨ªas

Numerosos ganaderos y cooperativas de la provincia se han encontrado atrapados por la declaraci¨®n de quiebra de L"Agudana, cuyo futuro es, cada d¨ªa que pasa, m¨¢s incierto. El Departamento de Agricultura y el comit¨¦ de empresa han pactado una tregua de tres d¨ªas para facilitar las negociaciones que los hermanos Garriga han iniciado con varias cooperativas del sector interesadas en comprar el matadero.

Los asesores de Cotecna, Copalme y la Cooperativa de Artesa de Segre han analizado recientemente la situaci¨®n econ¨®mica y accionarial de la empresa. En principio, estas firmas estar¨ªan en condiciones de asumir la gesti¨®n de L"Agudana, si la Administraci¨®n les ayuda, y de aportar un mill¨®n de cerdos, una cantidad que garantizar¨ªa la continuidad del matadero. Dos grupos extranjeros, uno de ellos holand¨¦s, tambi¨¦n podr¨ªan pujar por la c¨¢rnica.

La crisis de L"Agudana se ha gestado a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada. En junio de 1998, los hermanos Ramon, Antoni y Josep Garriga fueron condenados a un a?o y seis meses de prisi¨®n, a una multa de 75 millones de pesetas y a indemnizar con la misma cantidad a la Hacienda P¨²blica, como autores responsables de un delito fiscal cometido entre 1989 y 1992. El supuesto fraude del matadero fue destapado en noviembre de 1993, cuando un administrativo arrepentido denunci¨® la existencia de una doble contabilidad en la empresa. Seg¨²n el fiscal que instruy¨® el caso, los acusados movilizaron durante el periodo investigado alrededor de 4.000 millones de pesetas en dinero negro. Durante las investigaciones tambi¨¦n fueron interrogados los m¨¢ximos responsables del grupo Vall Companys, propietarios por aquel entonces del 50% de la c¨¢rnica, lo cual fue aprovechado por los hermanos Josep y Ramon Vall Pla y su primo Josep Maria Vall Palou para desvincularse de la gesti¨®n de la empresa de Cervera.

L"Agudana ten¨ªa en el momento de descubrirse el fraude fiscal unos 500 trabajadores y una facturaci¨®n de 20.000 millones de pesetas anuales. En las instalaciones de Cervera se sacrificaban m¨¢s de un mill¨®n de cerdos al a?o, pero a ra¨ªz de dichas irregularidades Vall Companys, su principal proveedor de ganado, le cort¨® el suministro y la empresa se vio obligada a presentar en febrero de 1994 un expediente de suspensi¨®n de pagos. Ello se produjo a pesar de que dos meses antes el Instituto Catal¨¢n de Cr¨¦dito Agrario (ICCA), organismo dependiente del Departamento de Econom¨ªa de la Generalitat, hab¨ªa concedido un cr¨¦dito de 400 millones de pesetas y un aval por id¨¦ntica suma. A partir de entonces, la facturaci¨®n del matadero leridano fue cayendo en picado. La ¨²ltima auditor¨ªa, correspondiente al pasado ejercicio econ¨®mico, reflej¨® unas p¨¦rdidas de 246 millones de pesetas, una facturaci¨®n de 10.000 millones y una deuda a corto plazo de 4.500 millones, de los que 1.200 corresponden a la Seguridad Social y 400 a Hacienda.