La oposici¨®n radical de Marruecos aplaude la destituci¨®n de Basri
El conjunto de movimientos pol¨ªticos radicales en Marruecos ve en la destituci¨®n del ministro Dris Basri, aun con diferentes matices, una "decisi¨®n positiva y saludable" que abre las puertas a profundos cambios en el proceso de democratizaci¨®n y de progreso para el pa¨ªs. As¨ª lo han manifestado a este peri¨®dico varios l¨ªderes de la izquierda, de movimientos isl¨¢micos y de fuerzas bereberes, todos ellos de oposici¨®n.
Abdelhamid Beyuqui, responsable del MDOM (Movimiento Democr¨¢tico de Opositores Marroqu¨ªes), de extrema izquierda, y uno de los ¨²ltimos exiliados pol¨ªticos que quedan por volver, dice que se trata del "primer paso efectivo en la transici¨®n". Para este opositor, que tiene a¨²n pendiente una condena de c¨¢rcel por participar en "manifestaciones subversivas" en los a?os ochenta en Tetu¨¢n, "Marruecos necesita un Gobierno de concentraci¨®n para hacer frente al refer¨¦ndum en el S¨¢hara". La ca¨ªda de Basri "abre el camino a elecciones anticipadas s¨®lo cre¨ªbles sin ¨¦l", afirma desde Madrid."Basri era el freno a los cambios que hay que hacer", estima Rachid Raha, presidente del Congreso Mundial Amazigue, que re¨²ne a la mayor¨ªa de asociaciones bereberes de Marruecos, con importantes bases nacionalistas en el norte del pa¨ªs. El superministro, dice, "hab¨ªa creado un Estado en el Estado, infiltrando a sus hombres en todas las administraciones, un verdadero r¨¦gimen policial al que no escapaba el control de los medios de comunicaci¨®n, la MAP , la radio o la televisi¨®n".
En boca de todos los opositores aparece estigmatizado el sistema Basri. "Los 73 gobernadores de provincias nombrados por Basri ten¨ªan poder absoluto e imped¨ªan todo desarrollo local aut¨®nomo", recuerda Rachid Raha.
Optimismo parecido, pero m¨¢s prudente, debido quiz¨¢s al hecho de haber sufrido la censura del sistema desde hace d¨¦cadas, es el que muestra el director del semanario en ¨¢rabe Al Ousbou Assahafi, Mustafa Alaui, que est¨¢ convencido de que Marruecos "entra en un periodo nuevo en el que la democracia ser¨¢ irreversible". Destituir a Basri, dice, "responde a la voluntad popular", y "el hecho de que se haya ido solo, sin traumas, es muy bueno". Fino conocedor del entramado pol¨ªtico tejido a la sombra de palacio, Alaui estima el cambio como "una garant¨ªa para el nuevo rey, porque le deja campo libre en otros problemas. Abre un periodo de gracia de al menos tres a?os", afirma. Alaui recuerda, no sin sarcasmo, que "el ministro del Interior no era, como decia ¨¦l mismo, un simple sirviente dom¨¦stico, sino un pu?o de hierro que hizo mucho mal; algo as¨ª como un elefante en una cacharrer¨ªa".
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