Pragmatismo
LA SOLUCI?N definitiva al llamado caso Champalimaud, que ha enfrentado al BSCH con el Gobierno portugu¨¦s y a ¨¦ste con la Comisi¨®n Europea, deja un cierto regusto de insatisfacci¨®n. El banco espa?ol ha pactado con la Caixa Geral portuguesa, llamada apresuradamente por el Gobierno luso para interferir en la operaci¨®n, repartirse el grupo Champalimaud y poner fin as¨ª al conflicto. El acuerdo cuenta con el benepl¨¢cito del Gobierno portugu¨¦s, con la aquiescencia de la Comisi¨®n Europea y con el pleno convencimiento de todas las partes implicadas de que es mejor un acuerdor limitado que un desacuerdo que ocasione un conflicto interminable. ?sa es la buena noticia.La mala es que resulta muy dif¨ªcil de creer que este acuerdo hubiera sido posible si Portugal no tuviera que asumir la presidencia europea a partir del 1 de enero. Hubiese sido muy poco presentable que la UE fuese dirigida por un pa¨ªs firmante del Tratado de la Uni¨®n, que en la pr¨¢ctica se ha comportado como un Estado defensor de las fronteras financieras nacionales, como si no existiese la Uni¨®n Europea, el espacio financiero ¨²nico y los principios de libre circulaci¨®n de capitales, de prestaci¨®n de servicios bancarios y de establecimiento. Sin rubor, el Gobierno de Ant¨®nio Guterres ha utilizado el poder del Estado para oponerse a una operaci¨®n financiera libremente pactada por dos entidades privadas, con el pretexto de que una era portuguesa y la otra no. Y, por qu¨¦ no decirlo, ha utilizado ese poder como un instrumento de presi¨®n a favor de una de las partes, que en este caso es Caixa Geral.
Es mejor tener un pacto que un conflicto, y as¨ª lo ha entendido de forma pragm¨¢tica el BSCH. Que, dicho sea en honor a la verdad, pudo tambi¨¦n haber iniciado la operaci¨®n de Champalimaud con m¨¢s tacto. Pero, dicho lo anterior, resulta evidente que el acuerdo sienta un precedente molesto y quiz¨¢ peligroso. Nada impide que en cualquier operaci¨®n transfronteriza que se prepare en el futuro uno de los Gobiernos copie el nacionalismo portugu¨¦s y la boicotee hasta que se pliegue a sus deseos, bajo el manto de una supuesta defensa de los intereses nacionales.
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