Entrada china

M?S QUE abrirse a China la Organizaci¨®n Mundial de Comercio, el desbloqueo de las negociaciones entre Pek¨ªn y Washington significa que la Rep¨²blica Popular se abre al mundo. La OMC estaba coja sin China, la s¨¦ptima econom¨ªa del mundo en tama?o, que si sigue creciendo al ritmo de la ¨²ltima d¨¦cada estar¨¢ pronto entre las tres primeras, aunque en riqueza por habitante s¨®lo punt¨²e en el puesto n¨²mero 149. Su pertenencia a la OMC dar¨¢ al resto del mundo un apoyo legal y moral para exigir a China que cumpla las reglas del juego con la eliminaci¨®n de algunas pr¨¢cticas comerciales restrictivas, una mayor convertibilidad de su moneda o unas instituciones financieras m¨¢s transparentes.Ser¨ªa conveniente que China participase en el dise?o de las nuevas reglas comerciales internacionales que se van a negociar en la llamada Ronda del Milenio de la OMC, que se abre el 30 de noviembre en Seattle, y que para ello ingresase cuanto antes en esta organizaci¨®n que agrupa a 135 pa¨ªses (aunque todav¨ªa no a Rusia). Pero el acuerdo anunciado ayer es entre EE UU y China. Falta que la UE, el mayor bloque comercial del mundo, y otros pa¨ªses den su visto bueno al ingreso de China, para lo que es previsible que exijan condiciones suplementarias a las concesiones ya anunciadas, como los recortes de algunos aranceles, la apertura a las inversiones extranjeras en telecomunicaciones y contenidos de Internet, el acceso occidental a las redes de comercializaci¨®n interna y al sistema bancario chino, entre otros. Son pasos de una escala sin precedentes en el camino de la apertura y modernizaci¨®n de la econom¨ªa china, lo que constituye un triunfo personal para el que hab¨ªa defendido esta l¨ªnea, el primer ministro Zhu Rongji. ?ste hab¨ªa perdido peso pol¨ªtico debido a los anteriores fracasos de China frente a la OMC y ahora tendr¨¢ que superar las resistencias internas del mundo agr¨ªcola y del enorme sector p¨²blico.

Clinton tendr¨¢ a su vez dificultades para convencer de la conveniencia del ingreso de China en la OMC a un Congreso crecientemente hostil hacia Pek¨ªn. El paso dado ayer puede ser un bal¨®n de ox¨ªgeno para rectificar el reciente deterioro en las relaciones entre los dos pa¨ªses por el rearme de Pek¨ªn, por la oposici¨®n de China al sistema de defensa contra misiles que pretende lanzar Washington, por los casos de espionaje descubiertos, por la pol¨ªtica hacia Taiwan y, en general, por el recelo de EE UU a perder, frente a China, su estado de ¨²nica superpotencia mundial.