Bob Wilson cierra su trilog¨ªa teatral con una obra sobre el apocalipsis

Bob Wilson present¨® anoche y por primera vez en Europa -en el Teatro de Madrid y dentro del Festival de Oto?o- la tercera parte de su espect¨¢culo Los d¨ªas anteriores: muerte, destrucci¨®n y Detroit III, trilog¨ªa iniciada en 1978. El director estadounidense, uno de los grandes de la escena mundial y convencido de que "hasta que no seamos completamente mec¨¢nicos no seremos libres ",ha contado en este montaje que gira sobre el apocalipsis, con textos de Umberto Eco, m¨²sica de Ryuichi Sakamoto y la actriz Fiona Shaw.

Poseedor de los m¨¢s prestigiosos premios internacionales, Wilson ha tra¨ªdo a Espa?a varias de sus obras visuales. Unas han entusiasmado, otras emocionado, las hay tambi¨¦n que, con su talante provocador, han indignado. Pero siempre es bien recibido este gur¨² de la escena mundial que desde la d¨¦cada de los sesenta est¨¢ considerado como una de las primeras figuras del teatro de vanguardia. Dicen que ¨¦l fue quien modific¨® las ideas convencionales sobre la ¨®pera como forma art¨ªstica con su ¨®pera Einstein en la playa, realizada en 1976 en colaboraci¨®n con Philip Glass.Al margen de la opini¨®n que a cada uno merezca lo que Bob Wilson hace sobre el escenario, escuch¨¢ndole se nota que es un primer espada mundial. Habla de lo que ha traducido en im¨¢genes esc¨¦nicas desde un alto nivel, donde el contenido ha sido profundamente reflexionado, con met¨¢foras elaboradas, precisas, po¨¦ticas, exc¨¦ntricas... Por si fuera poco, no se corta a la hora de ilustrar sus explicaciones con breves actuaciones.

"Aunque en esta obra se hable del Apocalipsis no se trata de una referencia al milenio que dejamos o al que viene, sino al tiempo como elemento que nos puede dejar en suspensi¨®n, en un lugar en el que no sabemos si vamos o venimos o estamos en ambos sitios a la vez, como si tratara de un viaje mental", dice Wilson, quien se?ala que los dramaturgos occidentales no visualizan sus espect¨¢culos. "S¨®lo se preocupan de la declamaci¨®n", a?ade, "pero en la mayor¨ªa de casos no se ha desarrollado un lenguaje teatral visual que sea adecuado".

The Days before death, destruction & Detroit III (Los d¨ªas anteriores: muerte, destrucci¨®n y Detroit III), es la ¨²ltima parte de una trilog¨ªa que Wilson estren¨® en 1978 y en 1988, las dos partes precedentes. Esta tercera entrega fue estrenada en Europa anoche, en el Teatro de Madrid, por empe?o del Festival de Oto?o.

Se trata de un espect¨¢culo, como otros de este tejano con mirada de ni?o, en el que hay una amalgama compuesta de m¨²sica, textos, im¨¢genes, esculturas luminot¨¦cnicas... En total compone el montaje 12 escenas que fueron creadas primero pl¨¢sticamente y a las que despu¨¦s se incorpor¨® el texto.

Como en otras ocasiones, Bob Wilson cuenta en su espect¨¢culo con exquisitos colaboradores. La m¨²sica del japon¨¦s Ryuichi Sakamoto, habitual colaborador de David Bowie, David Byrne, Iggy Pop, Caetano Veloso o los escritores William Burroughs y William Gibson y compositor de las ceremonias inaugurales de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992 en Barcelona. El texto extraido de la novela La isla del d¨ªa anterior, de Umberto Eco, en la que el escritor italiano quiso escribir "sobre la pura naturaleza dentro de una historia de conceptos". Como contrapunto a las palabras de Eco est¨¢n los versos de Christipher Knowles en Tone Poems. La coreograf¨ªa de Suzushi Hanayagi y la iluminaci¨®n de Weissbard.

En cuanto a los actores son varias las sorpresas. Como primera actriz la irlandesa Fiona Shaw, habitual de la Royal Shakespeare Company y del National Theatre y del nuevo cine anglosaj¨®n. Junto a ella otros 20 int¨¦rpretes, entre los que destacan dos grandes artistas octogenarios, como la turca Semiha Berksoy, directora de la ?pera de Ankara en 1934, con 21 a?os, y una de las grandes sopranos de numerosos coliseos europeos desde 1936, y el actor franc¨¦s Francis Bouc, dirigido por el m¨ªtico Jean-Louis Barrault, entre 1940 y 1950 y posteriormente por otros grandes directores.

Wilson, que presume de que jam¨¢s le ha dicho a uno de sus int¨¦rpretes lo que tiene que pensar en el escenario, comenta: "S¨®lo doy instrucciones, lo que importa es con lo que ellos las llenan, mi labor es en ese sentido es restrictiva, pero al mismo tiempo restringir permite que se desarrolle la libertad, creo que hasta que no seamos completamente mec¨¢nicos no seremos libres, s¨®lo podremos ganar a la m¨¢quina automatiz¨¢ndonos".