Rusia acepta una salida pol¨ªtica en Chechenia
La Cumbre de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) se abri¨® ayer en Estambul con una clara demostraci¨®n de que las relaciones de Occidente con Mosc¨² est¨¢n en su peor momento desde el final de la guerra fr¨ªa. Pero despu¨¦s de que el presidente Bor¨ªs Yeltsin dijera que la soluci¨®n a la guerra de Chechenia pasa por el "exterminio de los terroristas" y volviera precipitadamente a Mosc¨², la delegaci¨®n rusa pact¨® ciertas concesiones: hoy invitar¨¢ al presidente de la OSCE y a una delegaci¨®n de la misma a visitar Chechenia.
Todo indica que Mosc¨² ha otorgado menos de lo que los pa¨ªses occidentales pretend¨ªan. Exig¨ªan una condena y la paralizaci¨®n de la campa?a militar en el C¨¢ucaso. Rusia se aviene a apoyar todos los principios de la OSCE, lo que siempre ha hecho sobre el papel, invita al presidente de turno de la OSCE y a una delegaci¨®n de la misma a visitar Chechenia, lo que hab¨ªan impedido sus militares hace apenas unos d¨ªas, y asegura estar a favor de una "soluci¨®n pol¨ªtica" a la guerra tan s¨®lo horas despu¨¦s de que un en¨¦rgico Yeltsin rechazara toda injerencia exterior en sus asuntos y dijera que su Ej¨¦rcito har¨¢ todo lo necesario para "liquidar a los terroristas" chechenos.Las delegaciones occidentales multiplicaban ayer sus esfuerzos por presentar el acuerdo final como un ¨¦xito de sus respectivas diplomacias. Otras fuentes en Estambul, especialmente en las ONG, eran mucho m¨¢s esc¨¦pticas, y consideran que lo conseguido no es nada, s¨®lo palabras.
El fantasma de Jruschov
La ofensiva del Ej¨¦rcito ruso en Chechenia auguraba desde un principio serias dificultades en esta cumbre de jefes de Estado y Gobierno de los 54 pa¨ªses que hoy son miembros de la OSCE. Desde la intervenci¨®n de la OTAN en Kosovo, las relaciones de Mosc¨² con Occidente se han deteriorado r¨¢pidamente. Pero la ma?ana de ayer sorprendi¨® ayer hasta a los m¨¢s pesimistas.El presidente ruso pronunci¨® un discurso que evocaba la c¨¦lebre ret¨®rica de Nikita Jruschov en la Asamblea General de Naciones Unidas en plena guerra fr¨ªa. Poco despu¨¦s, el presidente ruso anunciaba su regreso a Mosc¨² sin esperar a la segunda jornada de la cumbre; el ministro de Exteriores ruso, ?gor Ivanov, qued¨® como jefe de la delegaci¨®n.
Fuentes pr¨®ximas a Yeltsin explicaron que "los m¨¦dicos hab¨ªan recomendado que [el l¨ªder del Kremlin] no pasara m¨¢s de una noche fuera de Mosc¨²". Pero otras fuentes expresaron su convencimiento de que Yeltsin, cuya presencia en Estambul s¨®lo fue confirmada en la v¨ªspera del encuentro, quiso mostrar su rechazo al hecho de que fuera pospuesta a hoy la firma de la Carta de Seguridad Europea.
La actualizaci¨®n del Tratado de Viena sobre Limitaci¨®n de Armamento Convencional y la Carta de Viena sobre creaci¨®n de medidas de confianza son los otros dos documentos que la cumbre debe ratificar. El tratado jur¨ªdicamente vinculante para la limitaci¨®n de armas convencionales supondr¨ªa la ¨²nica noticia positiva y concreta, m¨¢s all¨¢ de las buenas palabras sobre la soluci¨®n al problema de Chechenia.
Compromete a las Fuerzas Armadas rusas a acabar con las violaciones que cometen actualmente en el C¨¢ucaso respecto a los techos de armamento y tropas. Adem¨¢s, parec¨ªa haber avances en la fijaci¨®n de un calendario para que Rusia retire a sus tropas de unos pa¨ªses independientes, los Estados exsovi¨¦ticos Moldavia y Georgia, muy preocupados por la pol¨ªtica de Mosc¨² y por el constante retraso en esta salida de las viejas bases militares sovi¨¦ticas en su territorio.
La causa de la inesperada demora del acto de firma debe achacarse a las negociaciones de ¨²ltima hora para elaborar una declaraci¨®n conjunta de la Cumbre de Estambul que, inevitablemente, ten¨ªa que incluir a Chechenia como protagonista involuntaria.
Credibilidad en juego
Son muchos los Estados que hab¨ªan acudido a Estambul firmemente convencidos de que una firma testimonial de una Carta sobre seguridad, defensa de la democracia y los derechos humanos no har¨ªa sino minar la credibilidad de la OSCE en unos momentos en que es m¨¢s necesaria que nunca. Por eso exig¨ªan que Rusia hiciera ciertas concesiones en la crisis de Chechenia, en general muy modestas, como el permiso de apertura de una oficina de la OSCE en la vecina Ingushetia para coordinar la ayuda humanitaria en esta provincia rusa, y el permiso hasta ahora denegado por Mosc¨² (por presi¨®n de los militares) para que una misi¨®n oficial de la OSCE viajase a Chechenia para mediar entre Mosc¨² y Grozni.Nada indicaba en la ma?ana de ayer que Mosc¨² fuera a ceder. El tono general de la delegaci¨®n rusa, como las iniciativas previas rusas, al probar dos misiles bal¨ªsticos el d¨ªa antes de la conferencia e intensificar masivamente sus bombardeos y ataques en Chechenia, eran de inflexibilidad.
Clinton se hab¨ªa dirigido directamente a Yeltsin en su discurso para recordarle que, si despu¨¦s del intento golpista en Mosc¨² hubiera sido encarcelado, ¨¦l y todos los participantes habr¨ªan condenado a los carceleros del l¨ªder ruso y no habr¨ªan considerado eso jam¨¢s una injerencia extranjera. De su entrevista bilateral posterior, Clinton s¨®lo pudo decir que tiene "una buena qu¨ªmica personal" con el presidente ruso pero que las diferencias no hab¨ªan mermado en absoluto.
Pero los desplantes de Yeltsin fueron varios. Su encuentro con el presidente de la rep¨²blica de Francia, Jacques Chirac y el canciller federal alem¨¢n, Gerhard Schr?der, apenas hab¨ªa durado seis minutos cuando Yeltsin la dio por concluida. El presidente estadoundiense ya hab¨ªa dado a entender que Yeltsin no hab¨ªa estado muy receptivo a los "consejos de los amigos de Rusia".
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