Familiares y amigos de Batuti descartan toda sospecha
Desde que Gamil al Batuti emergi¨® como uno de los ejes de la investigaci¨®n sobre el accidente del Boeing 767 de EgyptAir, su recuerdo se ha convertido en una pugna entre quienes le conocieron y quienes sospechan de ¨¦l. Sus familiares y compa?eros de trabajo descartan la idea de que este hombre afectuoso y querido pudiera hacer da?o a nadie, a pesar de lo que se pueda oir en las grabaciones de la cabina. Sin embargo, los expertos estadounidenses est¨¢n dispuestos a abrir una investigaci¨®n criminal fund¨¢ndose en lo que, dicen, son indicaciones de que pudo hundir el avi¨®n en el Alt¨¢ntico con sus 217 ocupantes a bordo.Amigos y colegas de Batuti aseguran que se trataba de un hombre al que le gustaba volar. Pero tambi¨¦n le recuerdan como a un padre volcado en sus cinco hijos, que disfrutaba cuando estaba en su casa de El Cairo bromeando con amigos, fumando y compartiendo una bebida. A sus 59 a?os, se estaba acercando a la edad de retiro obligatorio (los 60) y aunque llevaba toda la vida como copiloto, iba a concluir su carrera sin haber llegado a dirigir su propio avi¨®n. No obstante, debido a su trabajo como instructor de vuelo, Batuti hab¨ªa ense?ado a muchos de los pilotos de EgyptAir y ¨¦stos le correspond¨ªan llam¨¢ndole "capit¨¢n".
Sin v¨ªnculos integristas
Nadie ha sugerido un motivo pol¨ªtico para que Batuti hundiera el avi¨®n en el Atl¨¢ntico, a pesar de que el Gobierno egipcio y la industria tur¨ªstica han sido objetivo de los extremistas isl¨¢micos con anterioridad. Las investigaciones sobre su pasado y el de los otros tripulantes no ha descubierto v¨ªnculos con grupos radicales.Al contrario, la imagen que emerge en El Cairo -desde su forma de vestir occidental hasta su disposici¨®n a compartir una bebida con amigos- sugiere una persona cuyas creencias isl¨¢micas entran dentro de la media egipcia: profundamente enraizadas, pero flexibles. Incluso el problema m¨¢s acuciante de su vida, el tratamiento de una enfermedad de la piel de su hija de 10 a?os, hab¨ªa motivado que se volcara en ayudarla al m¨¢ximo, seg¨²n un conocido de la familia que vive en su mismo edificio. Adem¨¢s, lejos de hallarse preocupado o deprimido por su inminente retiro, o la eventual necesidad de dinero, planeaba trabajar e invertir m¨¢s en una granja que pose¨ªa junto a un amigo y pasar m¨¢s tiempo junto a los suyos.
EgyptAir tiene un seguro que indemniza con 100.000 d¨®lares (casi 16 millones de pesetas) a quien fallezca en uno de sus vuelos, seg¨²n un piloto. Sin embargo, y a pesar de que su salario fuera inferior al de capit¨¢n y de que estuviera pagando los gastos m¨¦dicos de su hija, colegas y amigos descartan que atravesara problemas financieros.
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