El piloto y el copiloto del avi¨®n de EgyptAir siniestrado pugnaron por el control del aparato
Los investigadores estadounidenses del accidente del vuelo 990 de EgyptAir segu¨ªan apostando ayer por la hip¨®tesis de una acci¨®n suicida del piloto de refresco Gamil al Batuti. Nuevos datos recuperados por los investigadores podr¨ªan sostener la idea de que, una vez iniciado el descenso del Boeing 767, Ahmed al Habashi, el comandante del vuelo, pugn¨® con Batuti por hacerse con el control del aparato. Egipto, muy incr¨¦dulo ante la teor¨ªa del suicidio, envi¨® a Estados Unidos a su propio equipo de expertos. En el avi¨®n accidentado viajaban 217 personas, todas las cuales perecieron.
A los datos ya facilitados oficiosamente por las autoridades norteamericanas para construir su hip¨®tesis, se a?adieron dos frases pronunciadas por el comandante Habashi, cuando Batuti, tras emitir una plegaria, desconect¨® el piloto autom¨¢tico y el aparato comenz¨® un vertiginoso descenso hacia el Atl¨¢ntico. En esos apenas 40 segundos que mediaron hasta la destrucci¨®n del Boeing 767, Habashi, seg¨²n la grabaci¨®n, dijo en primer lugar: "?Qu¨¦ est¨¢ pasando?" Se supone que hizo esa pregunta al regresar apresuradamente a la cabina de la tripulaci¨®n, que hab¨ªa abandonado para dejar a Batuti al frente. Instantes despu¨¦s, el comandante le pidi¨® angustiadamente a Batuti: "?Trabaja conmigo, tira conmigo!". Los investigadores suponen que Habashi intentaba remontar el vuelo.Los datos t¨¦cnicos de la caja negra t¨¦cnica rescatada del oc¨¦ano confirman que, en ese momento, uno de los ¨²ltimos segundos del vuelo, el aler¨®n izquierdo, el del lado del comandante, estaba situado en posici¨®n de ascenso, mientras el derecho, el que presuntamente manejaba Batuti, en posici¨®n de descenso. Esa contradicci¨®n sugiere que Habashi y Batuti trabajaban en sentidos opuestos: el primero queriendo salvar la nave, el segundo buscando su ca¨ªda. Pero la grabaci¨®n no contiene ning¨²n otro elemento que sugiera una pelea verbal o f¨ªsica entre ellos.
Todo pas¨®, adem¨¢s, en menos de un minuto. Los investigadores de EEUU precisaban ayer que podr¨ªa caber otra explicaci¨®n para la diferencia de sentidos de la acci¨®n de los dos pilotos: una mala coordinaci¨®n en la rapidez y angustia de la ca¨ªda. Tambi¨¦n se mostraban dispuestos a aceptar que caben dudas sobre su lectura del principal elemento que sostiene su hip¨®tesis del suicidio: la frase "Pongo mi destino en manos de Dios", pronunciada por Batuti al hacerse cargo de los mandos, con permiso del comandante Habashi, que se ausent¨® unos instantes de la cabina.
Las autoridades egipcias, la familia de Batuti y los especialistas norteamericanos en islam insist¨ªan ayer en que esa frase es una muletilla empleada numerosas veces al d¨ªa por millones de musulmanes. "Yo mismo la pronuncio antes de salir a la calle o poner en marcha mi coche", dijo Nabil Fahmi, embajador egipcio en Washington. Fahmi se declar¨® indignado por el "linchamiento" de Batuti efectuado por los medios norteamericanos a partir de filtraciones oficiosas de los investigadores.
El capit¨¢n Zaki al Kasheff, de EgyptAir, dice que el presunto suicida pudo intentar una operaci¨®n de amerizaje al ver que el aparato se precipitaba contra el oc¨¦ano. Se?al¨® que hab¨ªa coincidido con ¨¦l en el hotel en Nueva York antes del tr¨¢gico vuelo y que Batuti presentaba un buen estado de ¨¢nimo. "Estaba contento y sonre¨ªa a cuantos se cruzaban con ¨¦l. Era una persona normal, que ten¨ªa problemas como todo el mundo, pero ninguno de ellos era grave", a?adi¨® el capit¨¢n Zaki al Kasheff.
El Cairo despach¨® a EE UU su propio equipo de expertos t¨¦cnicos, policiales y legales, liderado por Abdel Fatah Kato, su m¨¢xima autoridad en aviaci¨®n civil. Egipto sospecha que EE UU se ha apresurado a descartar la posibilidad de un fallo mec¨¢nico para proteger a su fabricante de aviones Boeing. El vuelo 990 de EgyptAir, que iba de Nueva York a El Cairo, se hundi¨® en el Atl¨¢ntico el 31 de octubre.
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