Salvar los muebles
La cumbre de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) habr¨ªa sido un rotundo fracaso de no haberse firmado unos documentos que confirman la necesidad del encuentro, disimulan las crecientes diferencias entre Mosc¨² y otros miembros y mantienen, aunque precariamente, la direcci¨®n general del proceso de cooperaci¨®n europea.El primer acuerdo en firmarse fue el Tratado sobre Limitaci¨®n de Armas Convencionales en Europa (CFE), que fue firmado inicialmente en Viena en 1990, cuando a¨²n exist¨ªa el Pacto de Varsovia como gran interlocutor en negociaciones de armamento con la OTAN.
Hoy la situaci¨®n ha cambiado dr¨¢sticamente. Tres antiguos miembros del Pacto de Varsovia, Polonia, Hungr¨ªa y la Rep¨²blica Checa como uno de los dos Estados sucesores de Checoslovaquia, son ya miembros de la OTAN. Otros, como Eslovaquia, Ruman¨ªa y Bulgaria, han solicitado su ingreso.
Pero el CFE actualizado nace con un defecto serio, y es la masiva violaci¨®n que Rusia comete en la actualidad del tratado ya firmado entonces. El secretario general en funciones de la OSCE, el noruego Knut Vollebaek, manifest¨® ayer que aunque Rusia est¨¢ violando en el C¨¢ucaso este acuerdo, lo est¨¢ haciendo mostrando su disposici¨®n a colaborar con Occidente para acabar lo antes posible con esta situaci¨®n an¨®mala. Seg¨²n Vollabaek, fueron las autoridades rusas las que se pusieron en contacto con el resto de los firmantes y avisaron de su necesidad de superar los techos de armamento estipulado.
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