El ¨¢rbol m¨¢s alto de Guip¨²zcoa
La secuoya del parque de Monterr¨®n, en Mondrag¨®n, es la joya de este interesante jard¨ªn bot¨¢nico
Hay lugares que no gozan de la consideraci¨®n que merecen. Como les sucede al palacio y al parque de Monterr¨®n en Mondrag¨®n que en su momento de esplendor fueron la referencia imprescindible para cualquier visitante ilustre que se acercaba a la comarca correspondiente. Pero los tiempos cambian, la oferta hotelera mejora y el inter¨¦s por la novedad venida de ultramar desaparece. De ah¨ª que ya sean pocos -los habitantes de la villa guipuzcoana, como mucho- los que acuden hasta el palacio de Monterr¨®n, en el mismo centro de esta localidad, para disfrutar con uno de los parques bot¨¢nicos m¨¢s interesantes de Guip¨²zcoa.Ya en 1928, el jard¨ªn de Monterr¨®n recibi¨® en un certamen forestal organizado por la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa el reconocimiento al que es sin duda su principal atractivo: el ¨¢rbol m¨¢s alto de Guip¨²zcoa, una secuoya que en estos momentos rondar¨¢ los 60 metros de altura, con un per¨ªmetro de siete metros. Esta Sequoia dentron giganteum es, sin duda, junto con sus dos hermanas presentes en este espacio, el ejemplar m¨¢s impresionante, pero el parque de Monterr¨®n cuenta con decenas de especies de ¨¢rboles y plantas que bien merecen una visita.
Pero no hay que olvidar el propio palacio: construido en el siglo XVII por el capit¨¢n Mateo de Aranguren, fundador del mayorazgo del mismo nombre, con el fin de alojar a su esposa, do?a Mar¨ªa S¨¢enz de Andicano, azafata de la emperatriz y hermana de don Juan, primer conde de Monterr¨®n.
Como se ve, los or¨ªgenes corresponden al m¨¢s rancio abolengo caracter¨ªstico de las principales familias vascas de la ¨¦poca, las que participaron en los hechos m¨¢s notorios de la corona espa?ola, como la guerra de la Convenci¨®n.
De esta ¨¦poca procede el pavimento del porch¨®n o vest¨ªbulo del palacio, en el que destaca la corona que lo adorna. Seg¨²n cuenta la leyenda, este blas¨®n fue realizado, por orden del conde de Monterr¨®n, con los huesos de los soldados franceses que murieron cuando intentaban prender fuego al palacio en su huida, en la cl¨¢sica pr¨¢ctica de tierra quemada. Pero la estrategia fracas¨®. La leyenda, como es habitual, tiene su aportaci¨®n fant¨¢stica, siempre en el elemento m¨¢s atractivo. En realidad, los huesos del pavimento son de vaca, seg¨²n han confirmado recientes investigaciones.
Las semillas
Para entonces, la semilla de las secuoyas ya se hab¨ªa convertido en peque?o arbolillo en los terrenos ubicados a la espalda del palacio mondragon¨¦s. Procedentes de alguno de los parientes de la familia que buscaron fortuna en Am¨¦rica, estas especies como otras de origen ultramarino sirvieron para adornar los jardines del palacio que sub¨ªan hasta la colina desde donde se divisa inmejorablemente el Udalaitz, una de las cumbres se?eras del territorio guipuzcoano.
As¨ª, entre las for¨¢neas y las aut¨®ctonas, en estos jardines se pueden disfrutar de especies fascinantes, curiosas o ¨²nicas como un hermoso ejemplar de tejo, ¨²nica muestra en la comarca de esta especie antes tan frecuente en los bosques cant¨¢bricos. Tambi¨¦n se encuentra una palmera excelsa.
Y en palabras de Ane Miren Leibar, autora de un estudio en 1988 sobre el jard¨ªn, destaca el "ambiente subtropical" proporcionado por la media docena de magnolias. Otros ¨¢rboles de interes son varias especies de cipreses, un abeto rojo, dos cedros atlas y dem¨¢s robles, hayas, fresnos, laureles, encinos, acacias, tilos... Los olmos, desgraciadamente, no pudieron superar la enfermedad que afect¨® a estos ¨¢rboles en toda la pen¨ªnsula.
Por este jard¨ªn pasea desde 1986, cuando Monterr¨®n pas¨® a ser propiedad municipal, todo el pueblo de Mondrag¨®n y dem¨¢s visitantes de la villa. Hasta esa fecha fue m¨¢s coto de grandes nobles y prohombres de la pol¨ªtica espa?ola: desde Felipe IV o Isabel II hasta Franco visitaron los jardines de Monterr¨®n. Sin olvidar a C¨¢novas del Castillo, frecuentador del cercano balneario de Santa ?gueda (donde muri¨® asesinado por el anarquista Angiolillo), que ten¨ªa hasta mesa a su nombre en una recoleta esquina en la que tomaba chocolate con los due?os del palacio despu¨¦s de los ba?os termales.
La nevada
El paso del tiempo ha dejado su huella en los ¨¢rboles. El tilo desgarrado muestra la acci¨®n del viento; los efectos de los rayos se ven en las copas truncadas; y el fuego dej¨® sus huellas en las hayas hendidas. La nieve tambi¨¦n ha causado estragos en algunas de las especies m¨¢s ex¨®ticas, pero no ha podido con esas secuoyas que dominan los jardines. El cronista de La voz de Espa?a, peri¨®dico guipuzcoano ya desaparecido, rese?aba en su edici¨®n del 15 de febrero de 1976 c¨®mo la gran secuoya de Mondrag¨®n hab¨ªa sobrevidido a la nevada de la v¨ªspera, especialmente virulenta en el valle de L¨¦niz.
Dice el experto periodista del rotativo donostiarra: "La sequoia de Arrasate, el primog¨¦nito monumento forestal guipuzcoano, sigue en pie. Que sea por muchos a?os. Lamentar¨ªa que ella tambi¨¦n tuviese el triste fin que tuvieron los encinos de Garagarza y Zerain, el nogal de la plaza de Arriaran y el casta?o de Urzuriaga de Asteasu", entre otros "arboricidios" que rese?a en su cr¨®nica. Y es que la secuoya centenaria, considerado aut¨¦ntico ¨¢rbol f¨®sil viviente, era de principal inter¨¦s informativo.
Afortunadamente, Monterr¨®n super¨® la pretensi¨®n de realizar la circunvalaci¨®n de Mondrag¨®n por su mitad, y ahora su jard¨ªn se muestra ¨ªntegro, con los ¨¢rboles se?alados con carteles indicadores, y el palacio convertido en una m¨¢s que animada casa de cultura que cuenta con una de las mejores bibliotecas de Guip¨²zcoa.
Datos pr¨¢cticos
C¨®mo llegar: El parque de Monterr¨®n se encuentra en el mismo centro de Mondrag¨®n, capital de la comarca del alto Deba. Desde San Sebasti¨¢n, hay que llegar hasta Eibar por la A-8 o la N-634. Desde esta localidad, se toma la GI-627 que pasa por Mondrag¨®n. Desde Bilbao, se circula tambi¨¦n por la A-8 o la N-634 hasta Durango, donde se toma la desviaci¨®n a Elorrio y luego a Mondrag¨®n. Y desde Vitoria, hay que tomar la N-240 hasta la desviaci¨®n de la GI-627 que lleva a la villa guipuzcoana.Alojamiento: Mondrag¨®n cuenta con varios establecimientos hoteleros: los hoteles Arrasate (tel. 943 797322) y Mondrag¨®n (943 712433) y los hostales Musakola (943 792050), Txirrita (943 795211), Uxarte (943 791250) y Urizar (943 791293). En cuanto a casas de turismo rural, hay que desplazarse hasta otras localidades del Alto Deba: en Antzuola, Ibarre (943 766310); en O?ati, Arregi (943 780824), y en Eskoriatza, Areano (943 714470).
Comer: La oferta gastron¨®mica que Mondrag¨®n, y sobre todo sus barrios, puede ofrecer a quien la visita es m¨¢s que interesante. Se pueden citar desde el Ugaran (943 797658) hasta el Errastikua (943 791013), el Kataide (943 796010), el Larrinetxe (943 792215) o el Pildain (943 791165).
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