"No negociaremos nuestro modelo agrario"
Franz Fischler analiza los problemas de la Uni¨®n Europea ante la cumbre de la OMC en Seattle
Franz Fischler es m¨¢s simp¨¢tico de lo que imaginan la mayor¨ªa de los espa?oles. Pero siempre vive con cierta tensi¨®n las entrevistas con la prensa espa?ola. Aunque quedan lejos los tormentosos d¨ªas del aceite de oliva, nunca faltan conflictos. Apenas ayer, el lino. Ma?ana ya, la pesca. Quiz¨¢ por eso agradece que esta conversaci¨®n, celebrada el pasado mi¨¦rcoles en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo, empiece por un cap¨ªtulo m¨¢s general, la ronda de negociaci¨®n comercial de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) que se abrir¨¢ a final de mes en Seattle, Washington (EEUU )."La Uni¨®n Europea tiene inter¨¦s en que sea una ronda amplia de negociaci¨®n, pero, por desgracia, todav¨ªa no hay acuerdo para que sea as¨ª; EEUU, los pa¨ªses del grupo Cairns y otros insisten en que sea mucho m¨¢s limitada", admite. "De todas maneras, va a haber una ronda agr¨ªcola, porque eso ya se acord¨® en Marraquech", advierte.
"El art¨ªculo 20 de Marraquech quiere decir que queremos un tratamiento equilibrado de los temas. Por un lado, que se traten los de comercio tradicional, pero tambi¨¦n otros temas no arancelarios; y ah¨ª tenemos inter¨¦s en la calidad de los alimentos, el medio ambiente, la protecci¨®n de los animales. Es lo que llamamos el multifuncionalismo", subraya.
"Lo que no estamos dispuestos a negociar en ning¨²n caso es que se ponga en tela de juicio el modelo agr¨ªcola europeo; queremos preservar las posibilidades de que se siga prestando una ayuda a la agricultura europea para compensar la contribuci¨®n adicional que hace esa agricultura en comparaci¨®n con la de otras partes del mundo", advierte. "Si nuestros socios agr¨ªcolas aceptan ese principio, nosotros estar¨ªamos dispuestos a negociar una reducci¨®n en nuestras restituciones a la exportaci¨®n, dentro del margen que nos dan las decisiones de Berl¨ªn, pero s¨®lo si ellos est¨¢n de acuerdo en que se negocien en bloque todos los tipos de ayuda a la exportaci¨®n. Pienso ah¨ª en concreto en los cr¨¦ditos a la exportaci¨®n o bien en los programas de ayuda alimentaria o bien en las empresas comerciales p¨²blicas, estatales".
Las denuncias de fraudes en la gesti¨®n del dinero comunitario provocaron la ca¨ªda de la Comisi¨®n de Santer. Franz Fischler, que est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n porque la mayor cuant¨ªa del fraude se centra en las ayudas agr¨ªcolas, defiende la reforma de esas subvenciones en los cultivos que provocan la existencia de fraudes. "El fraude, all¨ª donde aparezca, es algo que hay que combatir sencillamente para proteger el dinero de los contribuyentes y no s¨®lo debido a nuestros compromisos internacionales", afirma.
Ha sido, desde luego, el caso del lino. "En el caso del lino ha habido cosas que han ido mal y la Comisi¨®n ya hace tiempo hizo unas propuestas para mejorar la situaci¨®n que, por desgracia, los Estados miembros no siempre aceptaron; ahora la Comisi¨®n ha aprobado una reforma en profundidad que confiamos que los Estados miembros acepten y que permitir¨¢ subsanar esos defectos".
"Hemos hecho la reforma porque hab¨ªa que diferenciar entre el cultivador tradicional de lino, que tiene unos costes elevados y produce un lino de fibra larga de elevada calidad, y a ¨¦se hay que mantenerle un tipo de ayudas m¨¢s elevado; y hay que diferenciarlo del nuevo productor que produce lino ¨²nicamente con una finalidad t¨¦cnica, por ejemplo, el que se utiliza en placas de aislamiento en el interior de los coches, etc¨¦tera. De ah¨ª que hayamos introducido esa nueva diferenciaci¨®n. Al mismo tiempo, tambi¨¦n queremos regular la utilizaci¨®n del c¨¢?amo para evitar que se produzcan abusos en su utilizaci¨®n, en particular por lo que se refiere a las semillas".
La Comisi¨®n ha citado los problemas de fraude en Espa?a como uno de los principales justificantes de la reforma. "Lo que hace que Espa?a destaque sobre los dem¨¢s es que es el ¨²nico pa¨ªs de la Uni¨®n Europea en el que se ha producido una aut¨¦ntica explosi¨®n en el cultivo del lino. Hace todav¨ªa pocos a?os, el cultivo del lino era pr¨¢cticamente inexistente en Espa?a. Hace 10 a?os, era de menos de mil hect¨¢reas. Mientras que hoy supera las 100.000 hect¨¢reas".
Fischler prefiere no remover el pasado y las turbulentas relaciones que mantuvo con Loyola de Palacio durante la crisis del aceite de oliva. ?Le ha pedido disculpas ahora su colega? "Nunca le he pedido que me pidiera disculpas", responde, elusivo. "Siempre he tenido la mayor comprensi¨®n por el hecho de que en pol¨ªtica cada uno tiene que hacer su trabajo. En todo momento, incluso en los m¨¢s dif¨ªciles, he tratado de distinguir entre las relaciones personales que he mantenido con la ex ministra espa?ola y las negociaciones de tipo pol¨ªtico".
La primera cosecha de aceite de oliva tras la reforma parece dar m¨¢s la raz¨®n a Fischler que a De Palacio sobre las previsiones de producci¨®n, pero el comisario no quiere entrar al trapo. "Las dificultades en el sector del aceite de oliva se solucionaron a satisfacci¨®n de los principales interesados; es decir, del sector. Es cierto que el reglamento definitivo no se aprobar¨¢ hasta el a?o 2001, pero para entonces habremos adquirido una experiencia que servir¨¢ de base para adoptar el reglamento en su forma final".
Acabado el aceite, asoma la pesca por el horizonte. "Ah¨ª hay que distinguir entre las dificultades de la propia UE y las que llegan de fuera. La gran dificultad es que Marruecos no quiere renovar el tratado de pesca. Hasta ahora no ha querido ni hablar del tema. Dicho sea de paso, incluso aqu¨ª, en el Parlamento Europeo, hubo una gran reuni¨®n con Marruecos en la que tampoco quisieron hablar de pesca, por eso no se le pueden hacer reproches a la Uni¨®n".
En Espa?a cunde la sensaci¨®n de que Marruecos querr¨¢ cobrar el acuerdo no s¨®lo con dinero fresco, sino con ventajas agr¨ªcolas. "Lo que tenemos que hacer es buscar un acuerdo", responde Fischler tirando pelotas fuera. "Nosotros, lo que no podemos es negociar con nosotros mismos, tenemos que negociar con Marruecos. Le podr¨ªa enumerar todos los esfuerzos que estamos realizando para conseguir poner en marcha una negociaci¨®n. Ahora por lo menos parece que hay perspectivas de que haya una primera reuni¨®n. En diciembre".
Pero ?qu¨¦ argumentos tiene la Uni¨®n para convencer a Marruecos? "Vamos a aducir todos los argumentos que conciernen al caso. En primer lugar, no hay que olvidar que la Uni¨®n Europea se gasta ya 125 millones de euros al a?o en el acuerdo de pesca. Y ya hemos creado las premisas con el Parlamento Europeo para que esa financiaci¨®n se pueda mantener en adelante. En segundo lugar, queremos mostrar a Marruecos que estamos dispuestos a seguir cooperando con ellos en el terreno de la pesca; en particular, a la hora de conseguir una explotaci¨®n sostenible de sus recursos pesqueros. En tercer lugar, lo que tenemos que saber es qu¨¦ exigencias tiene Marruecos. Resulta muy dif¨ªcil hacer ofertas sin conocer primero lo que quiere la otra parte y eso es lo primero que tenemos que averiguar".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.