Misterio 990
EL ACCIDENTE del vuelo de EgyptAir 990 ha pasado de ser un misterio a convertirse en una pol¨¦mica cultural e incluso una disputa pol¨ªtica. Siguen sin conocerse las causas por las cuales el avi¨®n cay¨® al mar el pasado 31 de octubre frente a la costa noreste del EEUU y murieron los 217 pasajeros y los miembros de la tripulaci¨®n. En el origen de la ¨²ltima pol¨¦mica se sit¨²a una frase grabada, lanzada en la cabina por el copiloto de refresco Gamil al Batuti en ¨¢rabe y que traducida equilvadr¨ªa a un "A Dios me encomiendo".Parece natural que una tripulaci¨®n egipcia hable ¨¢rabe entre s¨ª, es decir, en su idioma, aunque en las comunicaciones exteriores use el obligatorio ingl¨¦s. Y es grave que la tesis del suicidio de Gamil al Batuti, arrastrando con ¨¦l a todo el avi¨®n, se haya lanzado con cierta ligereza, pues de las grabaciones hasta ahora recuperadas faltan datos suficientes sobre los que basar una teor¨ªa de lo ocurrido. La frase de Gamil al Batuti es una de esas invocaciones que suelen ser habituales en los musulmanes ¨¢rabes ante cualquier incidencia. Que algo pas¨® en la cabina de pilotaje no hay duda. Se interrumpi¨® manualmente el piloto autom¨¢tico cuando m¨¢s que probablemente Gamil al Batuti se hab¨ªa quedado solo. Pero, m¨¢s all¨¢, todo son especulaciones. Cuando aparezcan la cabina y otros restos podr¨¢ saberse algo m¨¢s.
La prensa y el Gobierno de Egipto han reaccionado con irritaci¨®n a la hip¨®tesis del suicidio o del atentado lanzada desde EEUU. Y no es para menos. Prudentemente, se ha conseguido que el caso no se considere a¨²n criminal y no pase a manos del FBI. Pero el accidente ha puesto de relieve una gran distancia cultural entre Washington y El Cairo, en un mundo en el que la noticia de la tragedia se transmiti¨® casi simult¨¢neamente a las hip¨®tesis de trabajo sobre sus causas. Es un choque que se podr¨ªa haber evitado esperando un poco m¨¢s, pues los misterios de los accidentes a¨¦reos suelen acabar por desvelarse.
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