El intercambio como meta

Glass no teme una sequ¨ªa creadora. Dice que le preocupa mucho m¨¢s que se mueran sus amigos, y explica que hemos alcanzado un nivel tecnol¨®gico de tal calibre que la interacci¨®n, entre los artistas y con el p¨²blico, es mayor que nunca. "Los programas de sintetizadores permiten hacer cosas que hace 20 a?os eran imposibles. El trabajo en el estudio es m¨¢s eficaz, y abre los conciertos y los espect¨¢culos a nuevas posibilidades. El intercambio que se produce ahora en todo el mundo es tremendo, todo est¨¢ en ebullici¨®n en todas partes. Brasil, la India, en Espa?a... Mire el flamenco, por ejemplo. No para de moverse, los j¨®venes se acercan a ¨¦l, se mezcla con otras m¨²sicas... Todo es interactivo ahora, y estoy muy contento de no hab¨¦rmelo perdido, de no haberme quedado aislado".Pero considera que le quedan muchas cosas por hacer. "En la escena he trabajado mucho, pero eso no significa que no tenga mucho por aprender. Tengo que ser mejor pianista, dominar mejor mi cuerpo y mi t¨¦cnica. Cuando otros tocan mi m¨²sica, te das cuenta de que no existe una versi¨®n definitiva. Y para entender la naturaleza del lenguaje de la m¨²sica me falta mucho todav¨ªa".