Ofensiva en Tierra Santa
Las autoridades jud¨ªas denuncian la llegada a Israel de una oleada de misioneros cristianos
Una oleada de misioneros cristianos ha llegado a Israel con la intenci¨®n de evangelizar Tierra Santa. El fen¨®meno, que es m¨¢s visible a medida que se aproxima la cita m¨¢gica con el nuevo milenio, acaba de ser denunciado con indignaci¨®n por varios responsables de la comunidad jud¨ªa en Jerusal¨¦n, entre ellos el presidente de la Uni¨®n de Autoridades Locales y el rabino jefe de la comunidad askenazi, quienes han exigido al Gobierno laborista de Ehud Barak que tome cartas en el asunto y haga cumplir las leyes que prohiben el proselitismo."?Quiere que le explique el Nuevo Testamento?", pregunta con discreci¨®n y a media voz a los viandantes un joven con aspecto de estudiante universitario en una de las calles principales del barrio residencial y cosmopolita de German Colony, en el coraz¨®n del Jerusal¨¦n jud¨ªo. Esta pregunta se ha hecho m¨¢s insistente en las ¨²ltimas semanas, desde que ha empezado ya la cuenta atr¨¢s del nuevo milenio y no cesan de llegar a la Ciudad Santa millares de peregrinos de todas las nacionalidades, entre los que se encuentran confundidos evangelizadores cristianos, especialmente de la Iglesia Evangelista o de los Testigos de Jehov¨¢.
La aparici¨®n de estos evangelizadores es palpable en las calles de Jerusal¨¦n, donde con cautela y prudencia efect¨²an su proselitismo, pero se ha detectado tambi¨¦n la presencia de los "nuevos propagandistas de la fe" en otras zonas m¨¢s alejadas del pa¨ªs y menos tur¨ªsticas como Nazaret, Karmiel, Haifa, Ashod y Beersheba, donde se amontonan las ¨²ltimas remesas de emigrantes reci¨¦n llegados a la Tierra Prometida.
El presidente de la Uni¨®n de Autoridades Locales israel¨ªes, Adi Eldar, asegura que se trata de "centenares de misioneros" que incumplen de manera flagrante las leyes de Israel, que prohiben la propaganda religiosa destinada a hacer cambiar a alguien de religi¨®n. El dirigente municipal ha recogido sus quejas en una misiva memor¨¢ndum que ha dirigido al titular del Ministerio de Seguridad Interior, Shlomo Ben Ami, a quien ha pedido que tome cartas en el asunto.
"Hay que hacer cumplir la ley", ha afirmado con contundencia Eldar, quien asegura que el terreno escogido por los nuevos misioneros, acostumbra a ser los barrios m¨¢s deprimidos y olvidados del pa¨ªs, donde abundan los casos de miseria y pobreza. Estas quejas han sido refrendadas tambi¨¦n por el rabino Israel Laud, jefe de la comunidad askenazi, venida de Europa o de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, quien ha recalcado que se trata "no de un problema entre laicos y religiosos, si no de un problema de todo Israel".
Las comunidades cristianas de Israel, enraizadas desde hace a?os en la cultura jud¨ªa y conocidas como Congregaciones Mesi¨¢nicas, se sienten en el punto de mira y han decretado un singular estado de alerta, temiendo que estas denuncias puedan desatar una ofensiva despiadada e indiscriminada contra sus miembros.
En el barrio jud¨ªo ultraortodoxo de Mea Sharim, en Jerusal¨¦n, a¨²n se recuerdan con orgullo las movilizaciones efectudas hace poco menos de un a?o por los vecinos, quienes lograron expulsar de all¨ª por la fuerza a un grupo de misioneros cristianos, lo que provoc¨® la detenci¨®n y la condena de algunos de los responsables del progrom, entre ellos un estudiante de un seminario jud¨ªo, Samuel Kornblit, padre de seis hijos, que fue sentenciado a 18 meses de c¨¢rcel por allanar y destrozar el domicilio de uno de estos supuestos propagandistas del Nuevo Testamento.
Las dif¨ªciles relaciones de los conversos
Las relaciones de las comunidades jud¨ªas radicales y la de los cristianos conversos en Israel son complicadas y problem¨¢ticas, seg¨²n se desprende de un reciente estudio efectuado por el Consejo Cristiano Unido de Israel, contando con el Centro Caspari de Jerusal¨¦n, quien ha censado cerca de 5.000 jud¨ªos convertidos al cristianismo, que se agrupan en 80 comunidades, diseminadas por todo el pa¨ªs.Estos jud¨ªos-cristianos viven en Israel apartados y marginados por los sectores integristas de la comunidad jud¨ªa, quienes no dudan en tildarles de traidores y tratan de convencerlos para volver al "buen camino", utilizando para ello la fuerza moral de los militantes de una organizaci¨®n especializada en este tipo de operaciones: Iad Le Aj¨ªm, nombre que significa Una Mano a los Hermanos.
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