Freno y marcha atr¨¢s

EL GOBIERNO quiere modificar sustancialmente el proyecto de nueva Ley de Extranjer¨ªa y, si no lo consigue, evitar que sea aprobado antes de la disoluci¨®n de las Cortes. Pero, adem¨¢s, quiere que no se note. Lo primero es discutible; lo segundo, imposible.El Ejecutivo ha tenido a?o y medio para caer en la cuenta de los riesgos que ahora dice ver en el anteproyecto avalado por su propio grupo parlamentario: fundamentalmente, que choca con las pautas de la Uni¨®n Europea sobre el asunto (por ser demasiado permisivo), y que es demasiado caro. Si contradice la normativa europea, habr¨¢ que corregir la ley. Pero corresponde al Gobierno demostrar que as¨ª es. La cumbre europea de Tampere estableci¨® unos criterios para regular el flujo migratorio hacia los pa¨ªses de la Uni¨®n. La ley espa?ola tambi¨¦n aspira a eso, si bien con criterios humanitarios.

Algunos expertos han se?alado que la legislaci¨®n m¨¢s reciente de los Estados europeos con mayor tradici¨®n receptora tiende a considerar a la inmigraci¨®n como un fen¨®meno temporal: en la perspectiva de un regreso a los pa¨ªses de origen. La ley que aqu¨ª se discute contempla, por el contrario, medidas tendentes a favorecer la integraci¨®n de esos inmigrantes en la sociedad espa?ola. Es posible que la situaci¨®n se vea de distinta manera en nuestro pa¨ªs, con un porcentaje reducido de poblaci¨®n extranjera. Habr¨¢ que adecuar ambos criterios, porque Espa?a es pa¨ªs fronterizo de la Uni¨®n. Si el riesgo es que la ley tenga un efecto de llamada, la t¨¢ctica alarmista del Gobierno -hablando de "coladero"- no parece muy inteligente: nada resultar¨¢ tan llamativo como la idea de que en Espa?a se prepara una ley que conceder¨¢ la nacionalidad a todos los que lleguen; pero no es as¨ª.

El proyecto legaliza en determinadas condiciones a los que no tienen papeles y ampl¨ªa los derechos sociales de los trabajadores extranjeros. Es posible que haya que afinarlo para evitar algunos efectos perversos, pero dif¨ªcilmente pueden objetarse esos prop¨®sitos. ?No dice el Gobierno que en la pr¨®xima legislatura habr¨¢ pleno empleo en Espa?a? Entonces es seguro que se producir¨¢n huecos en el mercado laboral, en determinadas ocupaciones. Y si en momentos de bonanza econ¨®mica no se extienden a los inmigrantes derechos como el de la educaci¨®n de sus hijos, asistencia sanitaria de urgencia y atenci¨®n a las embarazadas, ?cu¨¢ndo hacerlo?

Tienen raz¨®n, por tanto, los socios nacionalistas catalanes del Gobierno para negarse a dar marcha atr¨¢s, y para advertir contra la maniobra que podr¨ªa utilizar el PP para hacer decaer el proyecto: presentar en el Senado, donde cuenta con mayor¨ªa absoluta, una bater¨ªa de enmiendas tan amplia que haga imposible en la pr¨¢ctica su tramitaci¨®n antes de que acabe esta legislatura.