La cooperaci¨®n con Guinea se reanuda con sigilo tras seis a?os de suspensi¨®n
Las rupturas son ruidosas; los reencuentros, discretos. El Gobierno espa?ol decidi¨® el mes pasado reanudar la cooperaci¨®n con Guinea Ecuatorial, interrumpida hace casi seis a?os, pero lo hizo con sigilo. Esta cautela ha desatado las cr¨ªticas de la oposici¨®n guineana y de los sindicatos y partidos de izquierda espa?oles, que sospechan que el nuevo convenio "no exige contrapartidas democr¨¢ticas" a cambio de la reanudaci¨®n de la ayuda.
Senen Florensa, el director general de Cooperaci¨®n con los pa¨ªses en desarrollo, firm¨® el 26 de octubre en Malabo, al t¨¦rmino de la Comisi¨®n mixta bilateral -la primera desde 1991-, un convenio con el secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores ecuatoguineano, Carlos Ntutumo.El acuerdo levanta, de hecho, una sanci¨®n impuesta al r¨¦gimen de Teodoro Obiang por el Gobierno socialista tras varias provocaciones ecuatoguineanas que culminaron con la expulsi¨®n, en diciembre de 1993, del entonces c¨®nsul de Espa?a en Bata, Diego S¨¢nchez Bustamante.
Se replic¨® entonces a la expulsi¨®n suprimiendo cualquier programa de asistencia a organismos oficiales de Guinea Ecuatorial, incluidos los Ministerios de Educaci¨®n y Sanidad. Pr¨¢cticamente, s¨®lo se mantuvo una ayuda, que ronda ahora los 1.500 millones de pesetas anuales, a las actividades en la antigua colonia de la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos de la Ense?anza y a la de los Religiosos Sanitarios.
El Ministerio de Asuntos Exteriores no dio en octubre publicidad a la firma y tampoco ha querido divulgar el texto del nuevo convenio, que durar¨¢ hasta el 2002, aunque la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica (OID) s¨ª ha explicado a este peri¨®dico, tras varios d¨ªas de espera, la filosof¨ªa del documento que restablece, por ejemplo, una asistencia t¨¦cnica a Guinea Ecuatorial para modernizar su Administraci¨®n.
Dolores Mart¨ªn Villalba, coordinadora de la cooperaci¨®n, fue algo m¨¢s expl¨ªcita en una entrevista con la revista hispanoguineana El Patio, en la que anunci¨® que se llevar¨¢n a cabo nuevos proyectos agr¨ªcolas, formaci¨®n de personal t¨¦cnico y apoyo a la reci¨¦n creada universidad local.
"El convenio se negoci¨® en secreto y lo sigue siendo", se lamenta Adolfo Fern¨¢ndez Marug¨¢n, el secretario general de la Asociaci¨®n de Solidaridad Democr¨¢tica con Guinea Ecuatorial (Asodegue). "Sospecho que no est¨¢ acorde con los requis¨ªtos democr¨¢ticos que impone, por ejemplo, la Uni¨®n Europea cuando redacta los acuerdos de Lom¨¦".
A la hora de firmar "el Gobierno espa?ol ha mirado para otro lado ante las reiteradas violaciones de los derechos del pueblo guineano llevadas a cabo por la dictadura", se?ala un comunicado suscrito por Asodegue, el PSOE, Izquierda Unida y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT.
El programa de cooperaci¨®n se ir¨¢ desarrollando, seg¨²n se indica en la OID, en la medida en que se produzcan avances en el proceso de democratizaci¨®n y de derechos humanos.
El secretario de Estado de Cooperaci¨®n, Fernando Villalonga, no mencion¨®, sin embargo, que se incluyese en el convenio ninguna cl¨¢usula democr¨¢tica cuando intervino el 19 de octubre ante la Comisi¨®n de Cooperaci¨®n del Congreso de los Diputados.
Menos dureza
Los gobiernos socialistas es esforzaron, hasta finales de 1993, por fomentar una cierta democratizaci¨®n de la ex colonia espa?ola pero s¨®lo cosecharon disgustos. Entonces, se quejaba Obiang en una entrevista, en septiembre, con la agencia Efe, Espa?a "fue mucho m¨¢s dura con Guinea" delo que lo es ahora. El Ejecutivo popular opt¨® por abstenerse de tomar iniciativas hasta que decidi¨® ahora reactivar la cooperaci¨®n.Villalonga justific¨® la necesidad de rubricar "un convenio, no para que vaya el dinero a las oligarqu¨ªas, sino simplemente para dar cobertura jur¨ªdica a la cooperaci¨®n en estos momentos en el sector sanitario y en el sector educativo y que tiene muchos cooperantes detr¨¢s".
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