Un Celta maravilloso

El Celta certific¨® en Bala¨ªdos la diferencia que media entre las Ligas Espa?ola y Portuguesa, que por lo visto ayer es un aut¨¦ntico esc¨¢ndalo. Lleg¨® el l¨ªder luso, con 8.000 seguidores y en apenas media hora se vio en la m¨¢s negra pesadilla que ha vivido jam¨¢s el Benfica en su larga trayectoria europea. Todo respondi¨® a una defensa indigna que fue un gui?apo en manos del equipo vigu¨¦s, que en cuanto se percat¨® de las facilidades de los lisboetas se puso en octavos de final de la UEFA con una autoridad humillante. Maltrat¨® sin piedad al Benfica; un abuso, un esc¨¢ndalo.Pocas zagas tan in¨²tiles se ha encontrado el Celta en los ¨²ltimos tiempos. Pens¨® Heynckes, que una defensa adelantada podr¨ªa ahogar la creaci¨®n de los vigueses y su propuesta tuvo buena pinta durante unos minutos. Pero fue apenas un cuarto de hora lo que tard¨® el Celta en aprovechar el enorme espacio entre la defensa y el ¨¢rea benfiquista, que explot¨® Mostovoi con sus servicios inveros¨ªmiles y Turd¨®, con una velocidad humillante para los centrales lisboetas. En cuanto el Celta se ech¨® encima del bal¨®n dio comienzo el cat¨¢logo benfiquista de entregas al contrario y pelotas a ninguna parte. El sistema defensivo de los portugueses salt¨® en pedazos, y Heynckes retras¨® las l¨ªneas un buen pu?ados de metros. Y fue peor, porque empez¨® a tocar en corto el Celta y le infligi¨® todav¨ªa m¨¢s da?o. As¨ª fue como empezaron a caer los goles. El primero de penalti, en una jugada que comenz¨® Mostovoi y acab¨® con una entrada salvaje sobre Gustavo L¨®pez. Lo transform¨® Karpin y a partir de ah¨ª las facilidades se multiplicaron.

La responsabilidad del ba?o fue de Mostovoi, que a sus 31 a?os ha alcanzado un nivel deslumbrante. Sus taconazos, aperturas y pases en profundidad desangraron al Benfica, que multiplic¨® sus nervios y, por tanto, sus errores. En los dos siguientes tantos volvi¨® a aparecer el mago para inventarse dos pases asombrosos y dejar solo delante de la porter¨ªa primero a Makelele y luego a Turd¨®. El argentino resolvi¨® con un aplomo que le acredita como un gran goleador.

El recital de Mostovoi continu¨®: puso un saque de esquina en la cabeza de Juanfran y se fue el Celta al descanso con cuatro goles de ventaja. Despu¨¦s de que Turd¨® marcase su segundo gol aprovech¨® el ruso un bal¨®n que le meti¨® Gustavo L¨®pez para inscribir su nombre en el marcador. Aunque no metiese goles, que los mete, su contribuci¨®n al juego de los vigueses es absoluto.