De Florencia a Seattle
El superseminario de Florencia del pasado fin de semana -Clinton, Blair, Jospin, D"Alema, Schr?der, Guterres, Cardoso- convocado por la Universidad de Nueva York ha sido un componente m¨¢s de la estrategia anglo-americana para acelerar el proceso de implosi¨®n de la socialdemocracia europea e incorporarla a la opci¨®n postsocialista de la tercera v¨ªa. Con este fin, Tony Blair y sus tropas han participado el pasado 28 de octubre en el Coloquio sobre el nuevo centro de la Fundaci¨®n de Ciencias Pol¨ªticas de Par¨ªs, se han batido a pie firme en el XXI Congreso de la Internacional Socialista el 6 y el 7 de noviembre, han convencido a Lionel Jospin para que participase en el show del Palazzo Vecchio el 19 y el 20 de este mes, y han logrado que el brain-trust jospinista acepte debatir hoy y ma?ana con el think tank de Blair en la Sociedad fabiana de Londres. El prop¨®sito de la operaci¨®n es sustituir el credo socialdem¨®crata por una nueva formulaci¨®n del progresismo, retomando, parad¨®jicamente, el viejo tema de la modernizaci¨®n de la pol¨ªtica. Por eso la reuni¨®n se ha autotitulado Cumbre de los modernizadores de la izquierda y del centro izquierda.Las reticencias de los partidos socialistas, en especial del franc¨¦s, de poco servir¨¢n, ya que han aceptado el primado de la nueva econom¨ªa y de sus n¨²cleos duros: la determinaci¨®n tecnol¨®gica y el mercado global. Pues desde ellos la primac¨ªa de la econom¨ªa financiera, la superioridad de la producci¨®n de bienes inmateriales y su circulaci¨®n sin l¨ªmites son inescapables. Cuando Clinton en su discurso, olvid¨¢ndose de las desigualdades producidas por las nuevas tecnolog¨ªas (v¨¦ase el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), propuso que cancel¨¢semos la deuda de los pa¨ªses en desarrollo para que sus ni?os pudieran comprarnos tel¨¦fonos m¨®viles y ordenadores que los incorporasen a Internet, no estaba haciendo sarcasmo sino publicidad: quer¨ªa seguir vendi¨¦ndonos su american way of life. La Conferencia de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio que comenzar¨¢ el martes pr¨®ximo y durar¨¢ tres an?s es hoy, con sus 134 Estados miembros, el microcosmos en el que se concentran todas las contradicciones que agitan el espacio p¨²blico mundial. En ¨¦l, los antagonismos de intereses entre pa¨ªses y ¨¢reas var¨ªan seg¨²n productos y sectores (los Estados Unidos, que forman parte del grupo CAIRNS con los pa¨ªses exportadores de productos agr¨ªcolas, entre otros Brasil, se oponen en cambio a ¨¦l por lo que toca a los servicios el¨¦ctricos que Brasil se niega a someter a la OMC) y ponen de relieve el caos y la dificultad de su regulaci¨®n.
Someter la sociedad civil mundial a la sola l¨®gica comercial, cuyos principales beneficiarios son las multinacionales, que est¨¢ regida por una instancia inapelable (OMC) que a trav¨¦s de su ?rgano para la Resoluci¨®n de Desavenencias (ORD) decide sin contestaci¨®n posible, es exponerse a dram¨¢ticos desatinos. Pues si la eliminaci¨®n de toda restricci¨®n cuantitativa impone cualquier importaci¨®n/ exportaci¨®n, ?c¨®mo evitar el comercio de residuos t¨®xicos y de especies en v¨ªas de desaparici¨®n? ?C¨®mo regular el negocio electr¨®nico para impedir que se convierta en el terreno privilegiado de las actividades de la criminalidad organizada? Si no se pone coto a la explotaci¨®n de los recursos forestales y de la pesca -cuando al contrario la iniciativa llamada ATL propugna acelerarla-, ?c¨®mo vamos a preservar estos recursos no renovables?
La Ronda del Milenio va a abordar tres ¨¢mbitos tan decisivos como la agricultura, los servicios y la propiedad intelectual, y todav¨ªa hay quien quiere agregar la educaci¨®n, la sanidad, el agua y la energ¨ªa. Si cedemos a la presi¨®n de los grandes grupos econ¨®micos, sin hacer antes una evaluaci¨®n de las consecuencias de la desregulaci¨®n actual, y sobre todo sin que la OMC establezca una clara jerarqu¨ªa entre bienes p¨²blicos globales, intereses generales nacionales e intereses particulares, estamos convocando la cat¨¢strofe. Para que no suceda as¨ª se han movilizado m¨¢s de 1.200 organizaciones de 85 pa¨ªses que har¨¢n o¨ªr su voz en Seattle. La sociedad civil global ha echado a andar.
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