Sue?os
Cada d¨ªa que pasa la gen¨¦tica trae un agravio al hombre portador de valores eternos. Resulta que el genoma humano es muy parecido al del pollo. Tambi¨¦n sabemos que el gusano elegante y la mosca del vinagre son nuestros hermanos. Jung se qued¨® corto al elaborar la teor¨ªa del inconsciente colectivo. Este explorador de almas imagin¨® que esos sue?os que sin haber entrado nunca en contacto compartimos los seres de distintas razas, culturas, ¨¦pocas y continentes obedecen a un enigma grabado en el fondo de la qu¨ªmica org¨¢nica. Al salvaje maor¨ª le asaltan los mismos fantasmas nocturnos que al ciudadano m¨¢s civilizado de Estocolmo. Cuando el mapa del genoma humano se complete, sin duda esta teor¨ªa de Jung deber¨¢ ser llevada hasta el rabo de todos los animales. De nuestros sue?os tambi¨¦n participan los pollos, las ratas, las moscas, los gusanos, los reptiles, puesto que todos pertenecemos al mismo Real Club de los Cromosomas, el ¨²nico cuerpo m¨ªstico de los minerales. Que nadie tome esto por una humillaci¨®n. ?Recuerdan? Primero se nos dijo que el origen del hombre fue un barro modelado bajo un manzano por un dios alfarero. Pese a que ese c¨¢ntaro fue elevado a la categor¨ªa de rey de la creaci¨®n a muchos este barro les ofend¨ªa. Despu¨¦s, para explicar nuestra propia miseria un narrador babilonio compuso la deliciosa f¨¢bula del pecado original. Ad¨¢n y Eva se instalaron desnudos bajo el ¨¢rbol lleno de manzanas componiendo las figuras que el d¨ªa de ma?ana ser¨ªan cuadros de Durero y de Lucas Granach. Pese a que ese primer pecado fue tambi¨¦n la causa de la espl¨¦ndida belleza de estas pinturas a muchos les sigue pareciendo despreciable esta forma de haber alcanzado la maldad humana, pero habr¨ªa que felicitar a la serpiente del para¨ªso por su inspiraci¨®n cient¨ªfica?ya que ofreci¨® a nuestros primeros padres, entre todas las del ¨¢rbol, la ¨²nica manzana que era mortal. Alguien vino luego diciendo que el hombre descend¨ªa del mono y as¨ª pasamos de la alfarer¨ªa a la zoolog¨ªa. Este cambio a muchos les pareci¨® tambi¨¦n una degradaci¨®n aunque no sea dif¨ªcil imaginar a un chimpanc¨¦ recitando un soneto de Shakespeare. El hombre portador de valores eternos acaba de ser rebajado a la altura del pollo, que es pariente del reptil. ?ste es el estado actual de nuestra naturaleza ca¨ªda: ahora sabemos que al pie del ¨¢rbol del para¨ªso aquella serpiente compart¨ªa nuestros mismos sue?os.
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