"Hoy se vuelve al barroco para abrir nuevos caminos"

, Christophe Rousset y su vegetarianismo casan poco con el exceso del barroco. Sin embargo, este joven franc¨¦s de 37 a?os, que acaba de sacar al mercado una gran versi¨®n del Stabat Mater de Pergolesi (Decca), teoriza sobre el vitalismo de la m¨²sica que se hac¨ªa en aquel periodo, en el cual est¨¢ buceando para recuperar partituras, ante un plato rebosante de esp¨¢rragos, setas, jud¨ªas verdes y berenjenas. "Los m¨²sicos centran hoy su inter¨¦s en la ¨¦poca barroca, porque lo contempor¨¢neo est¨¢ en crisis, y se vuelve a aquella ¨¦poca para empezar de nuevo y abrir otros caminos", dice.?l, por su parte, empez¨® a recorrer el suyo hace ocho a?os con Les Talens Lyriques, un grupo de m¨²sica antigua y barroca que quer¨ªa acercar a los j¨®venes int¨¦rpretes a ese repertorio. Desde que empezara con su aventura se ha adentrado en ¨®peras de Monteverdi, Haendel o Mozart; m¨²sica de c¨¢mara, piezas sacras y cantatas, entre otras cosas, aparte de haber colaborado en bandas sonoras como la del filme Farinelli, que contaba la historia del famoso castrato italiano que triunf¨® en la corte espa?ola.

Rousset comenz¨® a dar rienda suelta a su pasi¨®n por el barroco cuando con 13 a?os empez¨® a tocar el clavic¨¦mbalo, instrumento con el que ha dado conciertos en todo el mundo y que ahora ense?a a tocar. Un instrumento que, por cierto, aparece en el brillante Stabat Mater de Giovanni Battista Pergolesi (1710-1736) que acaba de grabar con el contratenor Andreas Sch?ll y la soprano Barbara Bonney.

"Esta obra est¨¢ a caballo entre el mejor Bach y el mejor Mozart. Es un producto t¨ªpico de la escuela napolitana. Esa escuela era una escuela de contrapunto musical y ten¨ªa como base de su existencia la fuga, algo que es la esencia de la m¨²sica de Bach y un elemento que mezclaban con el bel canto, por lo que les sal¨ªan obras como ¨¦sta", asegura Rousset, dando cuenta de que la fusi¨®n ha existido desde el principio de los tiempos.

Sin embargo, y aunque lo haga a la perfecci¨®n, este tipo de grabaciones no son las que, a su juicio, deben hacerse. "Est¨¢ muy bien grabar discos as¨ª, porque te dan un prestigio, pero yo preferir¨ªa incorporar a los discos nuevos repertorios, piezas que no se han grabado nunca, y no una versi¨®n m¨¢s de obras archiconocidas", cuenta este m¨²sico de andares estirados como los de un bailar¨ªn, escasa estatura y perilla de mosquetero. De hecho, Rousset ha realizado algunos trabajos en estudio con piezas desconocidas que no han salido al mercado todav¨ªa. Es el caso de una Ant¨ªgona de Tommaso Traetta, compuesta en 1770, que grab¨® hace tres a?os con la mezzosoprano espa?ola Mar¨ªa Bayo y que todav¨ªa no ha salido a las tiendas, algo que el m¨²sico no se explica.

Esas partituras desconocidas las incorpora, sin embargo, a sus recitales y conciertos, porque ah¨ª nadie le dice lo que tiene que tocar. "En una actuaci¨®n puedes mezclar piezas de compositores conocidos con otras nuevas y, as¨ª, hacer una labor de acercamiento al p¨²blico de verdaderas joyas escondidas", asegura. Para encontrar cosas nuevas trata de sacar tiempo para rastrear en archivos, aunque nunca sea suficiente.

La mentalidad

Del barroco, lo que le atrae es la mentalidad de la ¨¦poca y la falta de poses. "Entonces, aunque lo que se compusiera tuviera muchas florituras, no hab¨ªa poses a la hora de interpretar. Se hac¨ªan las cosas con mucha profundidad, algo que no exist¨ªa en el romanticismo, donde imperaba la espectacularidad en la interpretaci¨®n y que falta ahora en la m¨²sica contempor¨¢nea, en la que hay mucho cine. Siempre hay excepciones, claro, y las excepciones vienen de los int¨¦rpretes. El caso de Maurizio Pollini, por ejemplo, quien consigue con sus ejecuciones en el piano que la m¨²sica contempor¨¢nea suene con una autenticidad especial", afirma.Como tambi¨¦n pasa con las piezas famosas, que necesitan hacerse o¨ªr de una manera aut¨¦ntica. "Deben ser bien defendidas con las interpretaciones, y no maltratadas con versiones mal¨ªsimas que se hacen de ellas. Eso se consigue haciendo que la m¨²sica salga del interior con naturalidad, no de una manera afectada".

Y es que los compositores de la actualidad est¨¢n en una encrucijada, seg¨²n Rousset. "Est¨¢n en un callej¨®n sin salida; por eso se vuelve al barroco estos d¨ªas, porque hay una necesidad de repensar, de comenzar de nuevo a buscar otras cosas, lo cual conlleva una actitud cr¨ªtica y creativa al mismo tiempo para encontrar soluciones", concluye Rousset.