La radicalizaci¨®n de ETA no afectar¨¢ al pacto entre nacionalistas en los municipios

La ruptura de la tregua de ETA no implicar¨¢, en principio, un cambio en la l¨ªnea de colaboraci¨®n nacionalista que se marcaron como objetivo prioritario tras las elecciones municipales del 13-J, el PNV y EA junto a Euksal Herritarrok. De acuerdo con la intenci¨®n inicial expresada por representantes de los dos partidos nacionalistas democr¨¢ticos que ayer se mostraron dispuestos a seguir dialogando con HB, no se resentir¨¢n los acuerdos ya alcanzados para la gobernabilidad en los numerosos municipios donde las mayor¨ªas nacionalistas permiten gobernar a los tres partidos.Como tampoco parece que vaya a repercutir la decisi¨®n de ETA en el desarrollo del nuevo entramado que representa Udalbiltza en el proyecto de construcci¨®n nacional. La constituci¨®n de la Asamblea de Municipios Vascos es uno de los objetivos en los que ETA y su entorno han puesto m¨¢s inter¨¦s por tratarse de un ejemplo de la colaboraci¨®n nacionalista en el ¨¢mbito municipal. Esta nueva instituci¨®n seguir¨¢ teniendo su protagonismo callado ahora que est¨¢ en pleno proceso de constituci¨®n mediante la adhesi¨®n de aquellas corporaciones en las que la mayor¨ªa nacionalista se lo permita. Precisamente, el ¨²ltimo municipio incluido en Udalbiltza, esta pasada semana, ha sido el ayuntamiento de Bilbao, la ¨²nica capital vasca y la m¨¢s importante de las tres de la Comunidad aut¨®noma vasca.

En cuanto a la repercusi¨®n que la decisi¨®n de ETA de suspender la tregua pueda tener en la gobernabilidad de las diputaciones forales de Vizcaya y Guip¨²zcoa, es un asunto bien diferente. Las instituciones forales han tenido un tratamiento bien distinto a la hora de formalizar los acuerdos de gobierno con la izquierda abertzale.

En Guip¨²zcoa, el territorio donde Euskal Herritarrok casi disputa a PNV-EA la primac¨ªa, no pudo acceder al gobierno foral, como pretend¨ªa, ya que le fue vedado por las dos fuerzas nacionalistas que ven en la fortaleza de EH un enemigo electoral. El diputado general, Rom¨¢n Sudupe, se neg¨®, pese a las presiones que proven¨ªan incluso de su partido, a incluir en su gobierno a diputados forales de EH y en la actualidad negocia, no sin dificultades, unos presupuestos que le garanticen la posibilidad de gobernar el a?o pr¨®ximo, descaratada como est¨¢ la negociaci¨®n de un acuerdo de gobierno para los cuatro a?os. Y si hasta ahora hab¨ªa sido dif¨ªcil alcanzar un acuerdo de gobierno en la instituci¨®n guipuzcoana, que ha hecho varios gestos para contentar a los abertzales -como subir las pensiones no contributivas o declararse dispuesta a negociar las 35 horas- la decisi¨®n de ETA no lo va a facilitar.

El apoyo electoral de EH en Vizcaya, mucho menor que el que esta fuerza consigue en Guip¨²zcoa, hace m¨¢s llevadero para su diputado general, Josu Bergara, la posibilidad de alcanzar un acuerdo de gobierno sin su concurrencia y con el apoyo de otras fuerzas. No ha pretendido EH entrar en el gobierno foral vizca¨ªno, y en todo caso, la nueva etapa de tensi¨®n que se adivina que puede acarrear el endurecimiento de las posiciones de ETA tampoco hace previsible que la colaboraci¨®n de los abertzales y el PNV de Vizcaya experimente un cambio.