Los medicamentos provocan el 25% de las afecciones secundarias de los ancianos

Los ancianos son el sector de poblaci¨®n que m¨¢s medicamentos consume. Se calcula que en Espa?a se gastan anualmente en medicamentos m¨¢s de 700.000 millones de pesetas, de los cuales un 68% corresponden a la tercera edad. En ocasiones, los f¨¢rmacos, a¨²n cuando se hayan administrado correctamente, producen reacciones adversas en los pacientes, hecho que en el caso de los ancianos se duplica con respecto a la poblaci¨®n m¨¢s joven. Una tesis de la UPV investiga c¨®mo las medicinas de uso corriente provocan estas reacciones no deseadas.

Resulta fundamental conocer c¨®mo se producen estas reacciones adversas para poder prevenirlas y evaluar las posibles incompatibilidades entre medicamentos o valorar cada nuevo s¨ªntoma que surja. Este ha sido el objetivo b¨¢sico de una tesis doctoral realizada en la Universidad del Pa¨ªs Vasco, que investiga por primera vez en su campo c¨®mo los medicamentos de uso corriente por los ancianos producen reacciones adversas y sienta las bases para futuros estudios con los que mejorar la asistencia sanitaria farmacol¨®gica.La autora de la tesis, la farmac¨¦utica M¨®nica Mart¨ªnez Cengotitabengoa, se?ala que aunque la atenci¨®n sanitaria que se dispensa al anciano es buena, todav¨ªa queda mucho por mejorar cuando se habla del seguimiento de los efectos de la medicaci¨®n en el paciente.

La investigaci¨®n trata de discernir cu¨¢les de las reacciones adversas que sufren los ancianos se deben principalmente a los medicamentos y cu¨¢les a otras causas. Para ello se estudiaron los casos de 598 pacientes mayores de 65 a?os ingresados en el Hospital de Leza (Rioja alavesa) durante un periodo de dos a?os. Los ancianos a los que se realiz¨® el seguimiento presentaban en su mayor¨ªa patolog¨ªas del aparato respiratorio o cardiovascular, y pr¨¢cticamente la totalidad de los ingresados en el centro hospitalario recibi¨® alg¨²n tipo de tratamiento farmacol¨®gico.

Una vez que se analizaron los datos disponibles, se lleg¨® a la concusi¨®n de que un 60% de los pacientes mostraron alg¨²n tipo de afecciones secundarias, como edemas, diarrea, v¨®mitos o mareos. Tras estudiar estad¨ªsticamente estas afecciones, se lleg¨® a la conclusi¨®n de que casi el 25% de ellas eran debidas a la medicaci¨®n.

En los ancianos confluyen frecuentemente caracter¨ªsticas que facilitan las reacciones adversas, como la utilizaci¨®n habitual de m¨¢s de un medicamento, la falta de alternativas a la medicaci¨®n incluso cuando es posible, la automedicaci¨®n o la alteraci¨®n del comportamiento de muchos f¨¢rmacos en el organismo del anciano debido al propio proceso de envejecimiento o a patolog¨ªas asociadas. En este sentido, como indica la autora de la tesis, "normalmente no se realizan ensayos cl¨ªnicos con ancianos previos a la comercializaci¨®n de un medicamento, sino que se realizan con voluntarios sanos en una primera fase y, posteriormente, con pacientes con una enfermedad, lo cual se corresponde muy poco con la realidad".

Dise?o espec¨ªfico

Lo ideal ser¨ªa por tanto que los medicamentos se dise?aran espec¨ªficamente para personas mayores. Pero, como subraya M¨®nica Mart¨ªnez, "esto crear¨ªa un problema ¨¦tico de experimentar con ancianos, por lo que la mejor opci¨®n pasa por extrapolar datos de estudios como el nuestro". En definitiva, se hace necesario un mayor control de la terapia de f¨¢rmacos en cada paciente para poder evitar el mayor n¨²mero posible de reacciones adversas. En palabras de Mart¨ªnez, "la responsabilidad principal no recae en el anciano sino del propio hospital, que deber valorar las especiales caracter¨ªsticas del paciente. ?ste, a su vez, deber¨ªa conocer la medicaci¨®n que va a tomar, o en su defecto alg¨²n familiar o responsable, a fin de evitar errores".

Para la recogida de datos y su tratamiento en el estudio se utilizaron varias f¨®rmulas matem¨¢ticas y de an¨¢lisis estad¨ªstico, con las que se predec¨ªa si un nuevo ingreso iba a presentar alguna o varias reacciones adversas y si estas reacciones iban a ser debidas a la medicaci¨®n. Los directores de la tesis han sido Luis Carlos Abecia Inchaurregui, profesor de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica de la UPV, y Alfredo Garc¨ªa Pipa¨®n, doctor en Farmacia y secretario de la Asociaci¨®n de Farmac¨¦uticos Vascos.