Propuesta "in extremis"
Horas antes de que expirara el plazo autoconcedido por ETA para sentirse libre de asesinar y secuestrar, el PNV hac¨ªa ayer una oferta de acuerdo pol¨ªtico, formalmente dirigida a HB, pero destinada en realidad a la organizaci¨®n terrorista, en un intento desesperado por detener el reloj. La oferta supone un paso m¨¢s en el acercamiento del nacionalismo tradicional a posiciones que hasta hace poco s¨®lo defend¨ªan ETA y HB.La situaci¨®n del nacionalismo es en esta coyuntura extraordinariamente comprometida. ETA argument¨® el inicio de la tregua por la evoluci¨®n del PNV y EA hacia el soberanismo, y la suspendi¨® porque consideraba que no hab¨ªan evolucionado suficientemente en los 14 meses transcurridos. Por lo visto ayer, y en contra de lo que imagin¨® Arzalluz, es ETA la que recoge las nueces tras la movida producida en el seno del nacionalismo: cuestionamiento del Estatuto de Gernika y creaci¨®n de un frente sobre bases program¨¢ticas radicales, blindado respecto a la violencia callejera (y ahora se ver¨¢ si tambi¨¦n respecto a la directamente terrorista). Que ETA consideraba imposible sacar m¨¢s beneficios lo demuestra su prisa por romper la tregua sin esperar siquiera a conocer el contenido de la propuesta soberanista que anunci¨® p¨²blicamente el portavoz del PNV, Joseba Egibar, en respuesta a otra planteada por ETA y que consideraba estramb¨®tica.
Ahora el PNV viene a decir a ETA que acepta compartir, con algunas matizaciones, el programa de soberan¨ªa m¨¢s territorialidad de la izquierda abertzale. Se trata de una nueva ¨²ltima concesi¨®n y de nuevo bajo chantaje. Es decir, algo que el PNV no se habr¨ªa planteado sin la amenaza de ETA, pero que, una vez proclamada, asumir¨¢ ¨ªntegramente como propia, invocando su ideolog¨ªa fundacional. Esa din¨¢mica empez¨® antes de la tregua, se agudiz¨® mientras dur¨® y se radicaliza ante el ultim¨¢tum de ETA.
La declaraci¨®n del PNV comienza con la declaraci¨®n de que ETA no tiene derecho a condicionar la pol¨ªtica vasca o a tutelar "el proceso". Pero el resto del escrito revela m¨¢s bien la porosidad del nacionalismo democr¨¢tico al chantaje. Es contradictorio afirmar el rechazo "¨¦tico y moral" de la violencia y a continuaci¨®n argumentar ese rechazo porque favorece al Gobierno. El PNV reitera que ETA minti¨® al acusarle de haber suscrito un compromiso para la creaci¨®n de una estructura institucional com¨²n a toda Euskal Herria. Pero a rengl¨®n seguido proclama su decisi¨®n de apostar "inequ¨ªvocamente por un ¨¢mbito jur¨ªdico-pol¨ªtico que abarque a todos los vascos y contenga el respeto efectivo a su ser nacional", etc¨¦tera.
Pero hay dos cautelas que no figuraban en el documento de los encapuchados: la iniciativa toma como punto de partida "la realidad pol¨ªtica y los marcos jur¨ªdicos vigentes"; es decir, el Estatuto de Gernika. Contra lo dicho alguna vez por Arzalluz, ¨¦sa es una diferencia esencial entre el plan Ardanza y el acuerdo de Lizarra, que pretend¨ªa iniciar un proceso constituyente partiendo de cero. La segunda cautela es el reconocimiento de la "pluralidad sociopol¨ªtica de Euskadi" y, por tanto, de la existencia de "otros proyectos pol¨ªticos" que, se supone, tienen el mismo derecho a expresarse y buscar el voto. El documento reclama con ¨¦nfasis su identificaci¨®n "fundacional" con los principios soberanistas y con el ideal de una Euskal Herria unificada; se echa en falta un ¨¦nfasis similar en la afirmaci¨®n de que ni la pol¨ªtica penitenciaria, el supuesto inmovilismo del Gobierno o cualquier otra causa pol¨ªtica imaginable justifica la vuelta al asesinato.
Lo mismo cabe opinar del comunicado emitido anoche por la permanente de Lizarra. Lo que se dice en ¨¦l, estableciendo una equidistancia entre los Gobiernos de Francia y Espa?a, as¨ª como los medios de comunicaci¨®n, de un lado, y ETA, de otro, revela una cobard¨ªa moral extraordinaria. Pero lo m¨¢s importante es lo que no dice. El PNV y EA, firmantes del papel junto a HB (no as¨ª IU), se abstienen de decir claramente a ETA que la existencia de ese conflicto pol¨ªtico del que tanto hablan no justifica un solo tiro; que condicionar la paz a la aceptaci¨®n de su diagn¨®stico y su propuesta no es democr¨¢tico y ni siquiera decente; que, con independencia de las divergemcias que puedan existir, no hay motivo capaz de justificar la ruptura del alto el fuego.
Que haya independentistas no significa que quienes no lo son tengan que fingir serlo para sobrevivir. Es la violencia lo que distorsiona la voluntad de los vascos y no el marco pol¨ªtico. Como ha dicho el diputado nacionalista Joseba Arregi, lo que ha dejado claro ETA es que "nunca dejar¨¢ las armas mientras la sociedad vasca no decida lo que ETA ha decidido que tiene que decidir".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Treguas terroristas
- Opini¨®n
- Conflicto vasco
- Pol¨ªtica nacional
- Conexiones terroristas
- HB
- Eusko Alkartasuna
- Comunidades aut¨®nomas
- Orden p¨²blico
- EAJ-PNV
- PP
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Pol¨ªtica municipal
- Seguridad ciudadana
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pa¨ªs Vasco
- ETA
- Conflictos
- Espa?a
- Grupos terroristas
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Terrorismo
- Sociedad
- Justicia