Cultura reconoce ligeros da?os en una estatua del Prado

Una estatua de la musa Cl¨ªo, cuya cabeza data del a?o 130 de nuestra era, a la cual se hab¨ªa aplicado un vaciado para conseguir una copia encargada por Carlos Zurita, miembro del Patronato del Museo del Prado, donde la estatua se hallaba, sufri¨® semanas atr¨¢s la rotura de un fragmento de su manto. As¨ª lo confirm¨® Miguel ?ngel Cort¨¦s, secretario de Estado de Cultura, a quien el duque de Soria, ayer de viaje, remiti¨® la explicaci¨®n de lo sucedido. Cort¨¦s fue informado del hecho por Ram¨®n Gonz¨¢lez de Amezua, director de la Academia de Bellas Artes, cuyo taller de vaciado recibi¨® el encargo "de forma particular", seg¨²n Cort¨¦s. La estatua de Cl¨ªo se exhib¨ªa ayer, reparada, en su lugar habitual del museo.Seg¨²n el secretario de Estado, "cualquier particular puede conseguir un vaciado de originales de la estatuaria depositada en el Museo del Prado, con el correspondiente permiso del director del museo". "El Prado no recibe ning¨²n dinero", precis¨® Cort¨¦s. Cada copia de este tipo cuesta, aproximadamente, un mill¨®n de pesetas, seg¨²n fuentes de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Conforme a la catalogaci¨®n hecha en su d¨ªa por el profesor Stefan Schr?der, Cl¨ªo y dos musas m¨¢s, Euterpe y Urania, proceden de un grupo de nueve esculturas de arte tardohelen¨ªstico, en su origen labradas en el a?o 150 antes de Cristo; fueron copiadas bajo el reinado de Adriano, en el siglo II de nuestra era. Esculpidas entonces en m¨¢rmol, tras permanecer 12 siglos en el teatro griego de la villa de Adriano de T¨ªvoli, cerca de Roma, fueron a parar a la Villa Madama de Monte Mario; mediado el siglo XVII pasaron a la colecci¨®n de la reina Cristina de Suecia, cuyo rostro dio su efigie a algunas de ellas en una primera restauraci¨®n. En 1724 fueron adquiridas por Isabel de Farnesio y Felipe V de Borb¨®n, rey de Espa?a. Posteriormente pasaron al palacio de La Granja a finales del siglo XVIII, y de all¨ª, entrado el XIX, a la estatuaria del Prado.

Restauradas en 1810

En torno a 1810, las musas hab¨ªan sido restauradas con un tipo de pegamento a base de escayola que, seg¨²n Gonz¨¢lez de Amezua, "no tiene apenas agarre". Seg¨²n su versi¨®n, ha sido un fragmento de esta restauraci¨®n el que se ha desprendido durante la realizaci¨®n de la copia.

Las tres musas fueron tratadas a principios del oto?o por operarios de la Academia de San Fernando para cumplir el encargo de Zurita, presidente de la Asociaci¨®n de Amigos del Museo del Prado, miembro de su patronato. Al serle retirado el molde de silicona aplicado a la musa Cl¨ªo para efectuar su copia, la estatua sufri¨® el desprendimiento accidental de fragmentos, entre ellos, una porci¨®n de su manto de unos 10 cent¨ªmetros de longitud por 5 de anchura y 3 de espesor, en la zona de pliegues contigua a su regazo. Los pliegues marm¨®reos tienen una fina textura. Ayer, un cartel se?alaba en el Museo del Prado que la musa Euterpe se halla "en restauraci¨®n".