Un planeta de alto riesgo
La llegada de las naves Viking en 1976 revel¨® las violentas tormentas de polvo que azotan la fr¨ªa superficie de Marte
Marte se ha convertido en un lugar familiar para los habitantes de la Tierra, que han tenido que sustituir las fantas¨ªas de la ciencia ficci¨®n por la realidad observable de un planeta de aspecto desolado. Sus planicies rojizas y sus enormes monta?as redondeadas se han podido observar con gran detalle en los ¨²ltimos 20 a?os a trav¨¦s de las c¨¢maras de los veh¨ªculos rob¨®ticos que se han situado en su ¨®rbita o han llegado a su superficie. Se sabe mucho de Marte, de su clima, su orograf¨ªa y su composici¨®n, pero todav¨ªa queda mucho m¨¢s por saber.La nave Mars Polar Lander pretende ser la cuarta estadounidense que se pose en el planeta rojo. Las dos primeras, las Viking, llegaron a Marte en 1976 en una misi¨®n hist¨®rica por su calidad, lo que hizo que se consiguieran resultados espectaculares en forma de miles de im¨¢genes y de datos meteorol¨®gicos. Antes hab¨ªan aterrizado tres m¨®dulos rusos, que proporcionaron muy pocos datos. Marte result¨® ser un lugar muy fr¨ªo, con grandes oscilaciones diarias de las temperaturas (entre 22 y -73 grados cent¨ªgrados) en el que se producen violentas y espectaculares tormentas de polvo. Tiene una atm¨®sfera muy ligera, formada sobre todo por di¨®xido de carbono.
Despu¨¦s de las Viking hubo un largo par¨¦ntesis hasta que en el verano de 1997 lleg¨® la Pathfinder, con su peque?o robot andar¨ªn Sojourner. Entonces se hab¨ªan desarrollado instrumentos como los espectroscopios que permitieron al Sojourner analizar la composici¨®n de las rocas a las que se acercaba o incluso encaramaba. La Pathfinder tambi¨¦n llevaba instrumentos avanzados que permitieron confirmar que en el pasado corri¨® en abundancia el agua por la superficie de Marte, y que la actividad volc¨¢nica en el planeta dur¨® mucho m¨¢s tiempo de lo que se pensaba, tras la formaci¨®n del planeta hace 4,5 millones de a?os. Todos estos veh¨ªculos permanecen ahora inactivos en el lugar donde llegaron, como reliquias de la exploraci¨®n espacial humana. A ellos debe unirse la Mars Polar Lander, una misi¨®n mucho m¨¢s peque?a que las Viking y con objetivos limitados, pero que es la avanzadilla de una flotilla de invasi¨®n de Marte por aire y por tierra que hasta 2010 debe permitir completar la exploraci¨®n del planeta y concluir sin lugar a duda si hubo vida en ¨¦l. Europa prepara en este marco su primera misi¨®n a Marte, Mars Express, que se lanzar¨¢ en 2003.
La dif¨ªcil b¨²squeda de vida fuera de la Tierra
La b¨²squeda de indicios de vida fuera de la Tierra se ha convertido, pese a sus peligros, en el principal objetivo de la exploraci¨®n espacial en el fin de siglo. A ello ha contribuido sobre todo el desarrollo cient¨ªfico y tecnol¨®gico que permite saber qu¨¦ es lo que se quiere buscar y c¨®mo hacerlo, de la mano de los nuevos materiales, los sensores y la miniaturizaci¨®n.Marte es uno de los objetivos del sistema solar en este aspecto, porque se piensa que hace mucho tiempo se dieron en este planeta condiciones ambientales similares a las de la Tierra y los m¨¢s optimistas creen que pudo desarrollarse en ¨¦l alguna forma de vida. Son estos optimistas los mismos que creen que unas microformaciones observadas en un meteorito que, procedente de Marte, cay¨® en la Ant¨¢rtida, son las huellas f¨®siles de bacterias (mucho m¨¢s peque?as que las m¨¢s peque?as de la Tierra) que habitaban el planeta rojo hace miles de millones de a?os.
La misi¨®n, de no haberse malogrado, no va a buscar vida pero s¨ª huellas del agua que se cree corri¨® abundantemente por la superficie en la antig¨¹edad. El agua resulta clave para la vida tal como la conocemos, pero hay agua por todo el universo y no se ha detectado vida en ning¨²n sitio hasta ahora.
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