La vista
Una de las grandes fantas¨ªas que se anuncian para el siglo XXI -fantas¨ªa o predicci¨®n cient¨ªfica- consiste en la proliferaci¨®n de ordenadores en tal n¨²mero y reducci¨®n de tama?o que llegar¨¢n a tejer una fina y tupida piel sobre la condici¨®n de las cosas, sobre la concavidad de las emociones, sobre nuestra manera de percibir y conocer.La realidad ir¨¢ cubri¨¦ndose por este manto imperceptible pero tan decisivo que si hasta ahora centenas de generaciones de sabios se han cuestionado la realidad de lo real, pronto conoceremos, por el desarrollo de la inform¨¢tica molecular, que la realidad resulta siempre alterada por la mediaci¨®n del instrumento. Dejar¨¢, pues, de tener sentido preguntarse sobre la certeza de lo real porque esa respuesta habr¨¢ sido transferida a la tecnolog¨ªa y se comprender¨¢ as¨ª, de paso, la vacuidad de la indagaci¨®n.
Dentro de veinte o treinta a?os, seg¨²n los vaticinios de los laboratorios tecnol¨®gicos, los ordenadores m¨¢s comunes tendr¨¢n el tama?o de un grano de sal, ser¨¢n tan baratos como las golosinas y se portar¨¢n prendidos de las ropas, los zapatos o las orejas. No ser¨¢ preciso o¨ªr, puesto que un ordenador se anticipar¨¢ para anunciar el suceso. No har¨¢ falta manosear para encender la luz, marcar un tel¨¦fono o cerrar la nevera. No ser¨¢ necesario oler porque antes que el olfato el chip habr¨¢ descifrado la onda. No har¨¢, en fin, falta ver en el sentido menesteroso de la funci¨®n y la mirada, como los dem¨¢s sentidos, libres de la necesidad, s¨®lo entrar¨¢n en acci¨®n cuando escenas de gran lujo lo merezcan. El disfrute del arte o el laberinto del sexo, la contemplaci¨®n de un oc¨¦ano o el vestido de un amor contar¨¢n con la especial mirada del ojo, pero muchos otros expedientes que reclamaban supervisi¨®n o una ojeada estar¨¢n a cargo de la m¨¢quina. La vista que mira o el t¨ªmpano que oye, ser¨¢n herramientas artesanales y, entre ellas, la pupila, el mayor desnudo del desnudo, ser¨¢ la oferta seleccionada del cuerpo, pulida y esmaltada para lo mejor; menos capaz que el dispositivo ¨®ptico del artefacto pero exquisitamente dotada para equivocarse con el misterio de lo real, o para dar fe de lo que ni se ve ni existe.
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