Fr¨¢gil tregua en Renter¨ªa

Para Mar¨ªa ?ngeles Bastos y Luc¨ªa Peralta, las dos concejales del PP en el Ayuntamiento de Renter¨ªa, la tregua de ETA termin¨® medio d¨ªa antes de la suspensi¨®n oficial del alto el fuego. Sobre el mediod¨ªa del jueves, una voz masculina les espet¨® a trav¨¦s del tel¨¦fono: "Ya sab¨¦is lo que os espera". Luc¨ªa Peralta, tres veces sustituta de concejales asesinados por ETA, se ech¨® a temblar. Y a Mar¨ªa ?ngeles Bastos a¨²n se le nota el gesto del sufrimiento. Desde que acept¨® la concejal¨ªa del PP, su vida se ha convertido en una pesadilla: quienes antes le preguntaban amablemente por su familia le han retirado el saludo; los due?os del comercio para los que trabaj¨® durante los ¨²ltimos tres a?os la despidieron ante el boicoteo de los violentos. Quemaron su coche el 21 de noviembre y ha sido insultada y amenazada. Incluso ha restringido las visitas al colegio de su hijo: "No es bueno para el ni?o" que le vean con una madre cuyo rostro aparece en pancartas y pasquines bajo el ep¨ªgrafe de carcelera.A Luc¨ªa Peralta, sustituta en Zarautz del concejal Jos¨¦ Mar¨ªa Iruretagoyena y en Renter¨ªa de Jos¨¦ Manuel Caso y de Manuel Zamarre?o, le estall¨® una bomba en el buz¨®n de su domicilio el pasado 26 de marzo. Peralta hab¨ªa cogido el testigo de Concepci¨®n Gironza, la edil del PP que ha dejado la pol¨ªtica al ver como un artefacto destru¨ªa parte de un edificio situado frente a su bloque de viviendas. Luc¨ªa Peralta no acudi¨® el viernes a la concentraci¨®n por la paz en Euskadi. Mar¨ªa ?ngeles Bastos s¨ª lo hizo, m¨¢s protegida que nunca por la polic¨ªa. A sus dos escoltas habituales, financiados por el PP, se sumaron efectivos de la Ertzaintza, polic¨ªa local y agentes del Cuerpo Nacional vestidos de paisano. De esta forma se han vivido los tiempos de la tregua y su ruptura en el PP de Renter¨ªa.

Cuando las manecillas del reloj se juntaron en la madrugada del viernes, Mar¨ªa ?ngeles Bastos tuvo que tomarse un potente somn¨ªfero antes de meterse en la cama. No le hizo efecto. A las siete de la ma?ada del primer d¨ªa de libertad de acci¨®n de los comandos de ETA despu¨¦s de 14 meses de tregua, esta mujer, nacida en Renter¨ªa hace 43 a?os, salt¨® de la cama hacia la ventana con el temor de toparse con alg¨²n siniestro vigilante. Apenas hab¨ªa amanecido cuando sus amigos la llamaron, y ella les llam¨® tambi¨¦n. Ninguno hab¨ªa dormido tranquilo. Trataron de infundirse ¨¢nimos.

Esa ma?ana, Renter¨ªa -39.600 habitantes divididos en dos mitades: 10.000 votan nacionalista; otros tantos al PSOE, PP e Izquierda Unida- amaneci¨® repleta de pancartas en recuerdo de los presos de ETA, algunos nacidos en la localidad, que mantienen la huelga de hambre ordenada por la direcci¨®n de la banda. "?A qu¨¦ estamos esperando? ?A que se mueran?, pregunta un inmenso cartel, en castellano, a la entrada del pueblo. El resto, en euskera, ped¨ªa una "aut¨¦ntica democracia" para Euskal Herria y llamaba insistentemente a la manifestaci¨®n convocada para ayer en Bilbao por Herri Batasuna.

En este ambiente crispado, unos y otros acudieron el viernes al Ayuntamiento. Cada cual con sus pancartas, con sus miedos, con sus desaf¨ªos. Todos escucharon en silencio las 12 campanadas que evocaban el Ave Mar¨ªa de Schubert desde la iglesia de la Asunci¨®n, en esa luminosa ma?ana del 3 de diciembre, mientras Mar¨ªa ?ngeles Bastos pensaba c¨®mo estaban all¨ª, juntos e infinitamente separados, quienes no les han dado tregua.

"?C¨®mo est¨¢s?", le pregunt¨® el alcalde, el socialista Miguel Buen, que lleva 11 a?os al frente del Ayuntamiento de Renter¨ªa. "Muy cabreada", contest¨®.

Buen le dio una palmada en la espalda: "Te entiendo". ?C¨®mo no iba a entenderla? A ¨¦l llevan llam¨¢ndole a?os "carcelero" e "hijo de puta". Lleva mucho tiempo cambiando el itinerario desde su casa al trabajo, mirando a derecha e izquierda cada vez que pasea solo o con su familia y sus amigos, evitando ciertas calles del casco viejo asumidas ya como feudo de los radicales. Hace muy poco se enfrent¨® a un vecino que le grit¨®: "Vete a tu tierra". Dice que ya no pod¨ªa m¨¢s y que se encar¨® con el agresor hasta que ¨¦ste le dio la espalda. ?l naci¨® en Zaragoza, dice, pero ha pasado la mayor parte de sus 52 a?os en esta ciudad que considera suya.

Miguel Buen tampoco durmi¨® la noche del viernes al s¨¢bado. Se preguntaba si ETA actuar¨ªa de nuevo; c¨®mo reaccionar¨ªa el PNV; qu¨¦ tipo de algaradas organizar¨ªan los militantes de Jarrai, mayoritarios en los institutos de la ciudad; cu¨¢ntas farolas m¨¢s pod¨ªan romper los violentos o cu¨¢ntas papeleras o cajeros autom¨¢ticos. O a¨²n peor, ?qui¨¦n ser¨¢ la siguiente v¨ªctima? Fueron las reflexiones de una noche dif¨ªcil para un alcalde que asegura: "Aqu¨ª no hemos tenido ni un d¨ªa de paz".

Renter¨ªa, ciudad dormitorio entre Ir¨²n y San Sebasti¨¢n, empieza a recuperarse ahora de una profunda crisis econ¨®mica -quebr¨® en los setenta la industria del lino; cerraron las metalurgias- que gener¨® hace tan s¨®lo tres a?os un 26% de paro. Hoy, este porcentaje se ha reducido a la mitad. Pero las secuelas de aquel descontento, la marginaci¨®n de tantas familias, ha alimentado un ambiente enrarecido que ha nutrido las filas de los radicales como en pocos lugares del Pa¨ªs Vasco. El hist¨®rico dirigente terrorista Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, Txiquierdi, e I?aki de Renter¨ªa, el actual n¨²mero uno de ETA, nacieron en estas orillas del Oiartzun.

Durante los 14 meses de la tregua, grupos de encapuchados han incendiado por dos veces la Casa del Pueblo, con gente dentro, hasta lograr, seg¨²n lamenta el alcalde, la deserci¨®n de la mayor¨ªa de los militantes que se reun¨ªan al caer la tarde para charlar sobre los acontecimientos pol¨ªticos. Han quemado la arqueta de Telef¨®nica, han destruido varias plantas de la estafeta de Correos, han volado una estaci¨®n de telefon¨ªa m¨®vil y han arrasado una m¨¢quina de tren. Eso mientras se negociaba la paz. Antes, la despedida mortal de Manuel Zamarre?o, asesinado cuando regresaba de comprar el pan, en las mismas calles que Mar¨ªa ?ngeles Bastos y Luc¨ªa Peralta recorren para acudir cada d¨ªa al Ayuntamiento. En un muro muy pr¨®ximo subsiste una pintada que dice: "PP, asesino". D¨¦bil tregua la de Renter¨ªa.