La larga marcha del BNG
Todos los sectores del Bloque, encabezados por el comunista, apoyan la moderaci¨®n pese a las pugnas internas
Hace 17 a?os, Bautista ?lvarez, hist¨®rico dirigente de la comunista Uni¨®n do Pobo Galego (UPG), matriz del Bloque Nacionalista Galego (BNG) y que cuenta con siete representantes entre los 17 de su Comisi¨®n Permanente -la socialista Esquerda Nacionalista tiene tres; los independientes, tres; Unidade Galega, dos; Inzar, uno, y el Partido Nacionalista Galego, otro-, era sacado a rastras por la polic¨ªa de la C¨¢mara auton¨®mica junto a dos compa?eros. Se hab¨ªan negado a jurar la Constituci¨®n para integrarse en aquel "Parlamenti?o" y fueron expulsados. Hoy, a sus 66 a?os, este seguidor del Real Madrid visto un d¨ªa como ogro estalinista es vicepresidente del mismo y cumple sus obligaciones aunque se trate de asistir a actos con el rey Juan Carlos y o¨ªr en pie el himno espa?ol.?lvarez, que ha dedicado su vida a la pol¨ªtica como un sacerdocio, protagoniz¨® en junio de 1998 una intervenci¨®n muy comentada ante la VIII Asamblea del BNG. Su discurso condenaba la violencia: "Estoy dispuesto a renunciar a los ideales por los que lucho (...) si para conseguir los leg¨ªtimos objetivos nacionalistas he de derramar una sola gota de sangre inocente". Incluso emplazaba a la organizaci¨®n a "no volar con alas prestadas" justo en el momento en que Xos¨¦ Manuel Beiras, el l¨ªder del BNG, pero que no es de su partido mayoritario, iniciaba los contactos con CiU y el PNV.
En aquel momento se interpret¨® que el viejo aparato comunista, el guardi¨¢n de las esencias, alertaba a Beiras sobre las alianzas con formaciones "burguesas". Pero, meses m¨¢s tarde, cuando Beiras acababa de suscribir la Declaraci¨®n de Barcelona, dos altos dirigentes de la UPG, Francisco Rodr¨ªguez y Francisco Garc¨ªa, matizaron que la demanda del derecho de autodeterminaci¨®n no figura entre los objetivos inmediatos del BNG.
Lo que preocupaba a la UPG era aparecer como demasiado radical. "No renunciamos a nuestros principios", explica Garc¨ªa, responsable de Organizaci¨®n del BNG, "pero la autodeterminaci¨®n es un proceso que se construye poco a poco. No queremos practicar el ideologismo, sino que el ciudadano perciba que el nacionalismo es ¨²til para resolver sus problemas e ir cambiando la estructura del Estado en una l¨ªnea confederal".
Hace unos meses, unos j¨®venes crearon Primeira Linha, independentista, reivindicador de cierto romanticismo guerrillero y que acaba de abandonar el BNG adelant¨¢ndose a su expulsi¨®n. Y quien m¨¢s celo puso en combatir este conato de radicalismo fue la UPG.
Ambos episodios desmienten la imagen t¨®pica de la BNG, que lo presenta dirigido por un aparato que s¨®lo por razones t¨¢cticas camufla su ret¨®rica marxista-leninista tras Beiras. En realidad, la UPG se ha convertido en el garante de la pol¨ªtica moderada, que ha culminado con los pactos con el PSdeG-PSOE en una treintena de municipios.
Aunque todav¨ªa conserve sectores fundamentalistas, la mayor¨ªa de la UPG ha apostado por el programa socialdem¨®crata y por atemperar la reivindicaci¨®n nacionalista. De otro modo no se explicar¨ªa la evoluci¨®n del BNG. Porque es verdad que la mayor¨ªa de sus militantes -unos 10.000- no est¨¢ adscrita a ninguno de sus seis partidos, pero tambi¨¦n lo es que la UPG tiene una posici¨®n hegem¨®nica. "Es normal que as¨ª sea", reconoce un dirigente de uno de los grupos minoritarios; "sobre todo, por razones gen¨¦ticas".
Y es que el BNG naci¨® como una criatura de la UPG, fundada en 1964 por universitarios y artistas y que, desde la clandestinidad, desarroll¨® una incansable agitaci¨®n social. La muerte de Franco, en 1975, coincidi¨® con su radicalizaci¨®n y coquete¨® con la lucha armada aunque la abandon¨® de inmediato, abraz¨® el marxismo-leninismo de tintes mao¨ªstas y m¨¢s tarde prosovi¨¦ticos y rechaz¨® cualquier f¨®rmula de tipo auton¨®mico. La UPG acu?¨® la tesis de que Galicia sufr¨ªa "una dependencia colonial de Espa?a" e, inspirada por las guerras de Argelia y Vietnam, concluy¨® que era necesario un movimiento de liberaci¨®n nacional, una alianza de clases bajo las directrices de la vanguardia comunista. As¨ª naci¨® el Bloque Nacional-Popular Galego, presente en las luchas sociales de la ¨¦poca, pero con escaso peso electoral.
A principios de los 80, tras la expulsi¨®n de sus diputados del "Parlamenti?o", la UPG tom¨® conciencia de que se estaba abocando a la marginalidad frente al incipiente ¨¦xito de la Esquerda Galega, de Camilo Nogueira, que aceptaba la autonom¨ªa y la integraci¨®n en Europa y se adher¨ªa al socialismo democr¨¢tico. El cambio estrat¨¦gico se plasm¨® en el BNG, que incorpor¨® a independientes, encabezados por Beiras, un reputado intelectual que en la transici¨®n lideraba el Partido Socialista Galego, entonces descalificado por "pseudonacionalista". El aparato cedi¨® el protagonismo p¨²blico a Beiras, quien combinaba los excesos verbales con un pragmatismo t¨¢ctico cuya novedad era el acercamiento al PSOE como v¨ªa hacia el poder.
El BNG regres¨® a las instituciones, capitaliz¨® el descontento social por la reconversi¨®n de los astilleros o las restricciones a la producci¨®n l¨¢ctea, se aprovech¨® de la lenta erosi¨®n del PSOE y, desde 1989, se convirti¨® en la fuerza de choque contra el Gobierno de Manuel Fraga y su pol¨ªtica "caciquil". Mientras iba soltando lastre ideol¨®gico, invit¨® a todos los nacionalistas a su "proyecto com¨²n". El proceso de unificaci¨®n culmin¨® en 1995, cuando Nogueira, ahora flamante eurodiputado, ingres¨® en el BNG, que en 1996 obtuvo dos esca?os en el Congreso y en las elecciones auton¨®micas de 1997 rebas¨® al PSOE y asum¨ª¨® el liderazgo de la oposici¨®n a Fraga.
La preeminencia de los comunistas ha vuelto a generar, eso s¨ª, tensiones en las ¨²ltimas semanas a prop¨®sito de la confecci¨®n de las listas para las generales e incluso ha abierto una grave crisis en O Morrazo (Pontevedra), una de las comarcas en las que el BNG es m¨¢s fuerte. As¨ª, miembros de los partidos minoritarios han difundido an¨®nimamente un manifiesto acusando a la UPG de monopolista. Pero, aunque haya diferencias y algunos hablen de "crisis de crecimiento", la pugna m¨¢s parece la cl¨¢sica por el control de la organizaci¨®n que un debate ideol¨®gico sobre la estrategia pol¨ªtica.
Un liderazgo compartido
Xos¨¦ Manuel Beiras, de 63 a?os, licenciado en Derecho, Econom¨ªa y Literatura francesa, es el referente social indiscutible del BNG, al que aport¨® su carisma y la cultura del socialismo, hasta entonces anatemizada por la Uni¨®n do Pobo Galego (UPG). Pero su papel en la organizaci¨®n, con ser importante, est¨¢ por debajo de la imagen p¨²blica. Durante a?os se mantuvo como independiente y s¨®lo hace cuatro que se le design¨® portavoz nacional. Por esa ¨¦poca se sum¨® discretamente a Esquerda Nacionalista (EN), que pretende agrupar un polo socialista que contrarreste el predominio de los comunistas.El hombre al que se atribuye un mayor control sobre el aparato del BNG es Francisco Rodr¨ªguez, de 54 a?os, catedr¨¢tico de Literatura, diputado en el Congreso y dirigente hist¨®rico de la UPG. Su implicaci¨®n en las numerosas purgas le granje¨® fama de f¨¦rreo estalinista. Sin embargo, hasta sus adversarios le reconocen honradez y entrega y hace tiempo que exhibe un discurso muy templado, m¨¢s incluso, dicen algunos, que el de Beiras.
Otros veteranos militantes comunistas en puestos clave son Francisco Garc¨ªa, de 42 a?os, secretario de Organizaci¨®n; Alfredo Su¨¢rez Canal, de 48, coordinador del grupo parlamentario, y Pilar Garc¨ªa Negro, de 45, portavoz adjunta en la C¨¢mara gallega.
El eurodiputado Camilo Nogueira, de 62 a?os, ingeniero industrial y economista, entr¨® en el BNG hace cuatro a?os tras no poder construir una alternativa nacionalista de izquierdas a la UPG. Pero su partido, Unidade Galega, mantiene excelentes relaciones con los comunistas, tal vez por una vieja aunque ya mitigada rivalidad entre Beiras y Nogueira.
En 1992 se incorpor¨® el colectivo Inzar, el antiguo Movimiento Comunista, cuyo principal representante es Xes¨²s Vega, de 47 a?os, profesor de Econ¨®micas. El centrismo lo representa el Partido Nacionalista Galego, que encabeza Xos¨¦ Rodr¨ªguez Pe?a, proveniente del galleguismo moderado y consejero de Pesca en la Xunta bajo la presidencia del socialista Fernando Gonz¨¢lez Laxe. Muy minoritario es el Colectivo Socialista, pero influyente a trav¨¦s de Mario L¨®pez Rico, de 50 a?os, arquitecto y responsable de Imagen y Propaganda. Entre los independientes destaca Anxo Quintana, de 39 a?os, alcalde de Allariz (Ourense) e hipot¨¦tico sucesor de Beiras.
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