Cuatro barrios exigen medidas sociales contra la prostituci¨®n

Los cuatro barrios de Valencia m¨¢s afectados por la prostituci¨®n callejera (Natzaret, Grau-Port, Tendetes y Velluters) exigen a las autoridades que tomen medidas sociales y sanitarias urgentes antes de Navidad para atajar el problema.La reclamaci¨®n la formula, en su nombre, la presidenta de los vecinos de la ciudad, Carmen Vila. "No podemos seguir viviendo en esta situaci¨®n", protesta, "si la Delegaci¨®n del Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento no ponen en marcha en las pr¨®ximas semanas las medidas que les hemos solicitado nos planteamos celebrar en Valencia una macromanifestaci¨®n vecinal contra la prostituci¨®n".

El movimiento vecinal, que ha creado una comisi¨®n especial para buscar soluciones a la prostitituci¨®n en los barrios, rechaza "el recurso f¨¢cil de la represi¨®n policial contra estas mujeres porque a los pocos d¨ªas vuelven a estar en la calle".

Reclaman que las fuerzas de seguridad concentren sus esfuerzos en "desarticular las redes organizadas que introducen a estas mujeres inmigrantes en Espa?a y las explotan. Pero consideran que lo m¨¢s importante es que las instituciones emprendan acciones sociales y sanitarias que mejoren las condiciones de vida de estas mujeres y les ofrecezcan alternativas laborales para que abandonen la prostituci¨®n.

"Hay proyectos pioneros como el que se puso en marcha con los travestis que se deber¨ªan imitar", sugiere Juli¨® Molt¨®, de la asociaci¨®n vecinal de Natzaret.

Ayudar a las mujeres

Molt¨® se queja de que estas mujeres nunca declarar¨¢n como testigos contra los proxenetas que las explotan porque las autoridades van a expulsarlas del pa¨ªs de cualquier forma. "Deber¨ªan garantizarles protecci¨®n y anonimato, y documentaci¨®n para quedarse a cambio de que testificaran", propone.

Los vecinos no est¨¢n dispuestos a aceptar m¨¢s dilaciones porque aseguran que la situaci¨®n en sus barrios se ha deteriorado tanto que se ha vuelto "insostenible". Vila relata que las mujeres se prostituyen "en los portales y en las escaleras de muchas viviendas desde las seis de la tarde a las siete de la ma?ana y convierten los alrededores en un aut¨¦ntivo basurero, repleto de preservativos, los pa?uelos con los que se limpian y defecaciones". "Nuestros ni?os tienen que soportar a diario escenas desagradables y peligrosas, porque los proxenetas son muy violentos", asegura.