Clinton no va a sancionar de forma unilateral a Mosc¨²

El presidente de EEUU, Bill Clinton, naveg¨® ayer cautelosamente entre dos aguas al aludir, en su ¨²ltima conferencia de prensa del a?o, a la actitud de su Gobierno respecto a la guerra librada por Rusia en Chechenia. Clinton, por una parte, rechaz¨® de plano la idea de que Estados Unidos corte la ayuda econ¨®mica y log¨ªstica que facilita directamente a Rusia; pero, por otra, dej¨® la puerta abierta a una retirada del apoyo norteamericano a la pol¨ªtica de cr¨¦ditos a Mosc¨² del Fondo Monetario Internacional (FMI).El conflicto de Chechenia, dijo, "afectar¨¢ la actitud de la comunidad internacional [hacia Rusia] durante un cierto per¨ªodo de tiempo y de maneras que pueden ser predecibles o pueden ser impredecibles, y ¨¦se es un precio a pagar muy elevado [para Rusia]". "Es una mala cosa que esto [Chechenia] sea el asunto principal dentro del pa¨ªs [Rusia] y en nuestras relaciones con ellos", a?adi¨®. La ambig¨¹edad de los comentarios de Clinton reflejan la situaci¨®n en la que se encuentra su Gobierno, que no desea romper con un Bor¨ªs Yeltsin al que apoya desde el principio, pero se ve sometido a crecientes presiones del Congreso para que aplique en Chechenia la misma vara de medir que en Kosovo. Clinton, eso s¨ª, descart¨® cortar la ayuda directa norteamericana a Mosc¨², incluida la protecci¨®n de su material nuclear. "No creo que ese ese nuestro inter¨¦s".

Ayer, la ONU, el Consejo de Europa y la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) hicieron p¨²blica una declaraci¨®n conjunta en la que condenaban el ultim¨¢tum lanzado para la evacuaci¨®n de Grozni y se exig¨ªa a Rusia el respeto de los derechos humanos en Chechenia. "Cualesquiera que sean los motivos", rezaba el texto, "toda la actividad militar y policial debe desarrollarse de acuerdo con los principios humanitarios fundamentales".

Fuentes gubernamentales alemanas aseguraron por su parte que la ayuda econ¨®mica occidental a Rusia, incluida la entrega de un pr¨¦stamo de m¨¢s de 100.000 millones de pesetas del Fondo Monetario Internacional, quedar¨¢ congelada mientras siga la guerra.