El Deportivo juega con fuego
Los gallegos no salieron de su campo y se abocaron a una noche de sufrimiento
Jug¨® con fuego el Deportivo y a punto estuvo de abrasarse. Los gallegos pretendieron solventar su visita a Atenas sin poner un pie en el campo del adversario. La propuesta funcion¨® m¨¢s o menos decentemente durante 45 minutos, pero permiti¨® que el Panathinaikos se fuese alzando poco a poco sobre sus propias carencias, hasta convertir la segunda parte en una pesadilla para los gallegos. El gol griego a falta de 20 minutos empuj¨® al Deportivo contra la pared. Pero los gallegos volvieron a mostrar su infalibilidad ante el gol: Makaay confirm¨® que sabe resolver como nadie los contragolpes y marc¨® en el primer disparo a puerta del Deportivo. Era, ni m¨¢s ni menos, que el minuto 89.
El conjunto de Irureta vivi¨® sin excesivos agobios durante la primera parte, entre otras razones porque el Panathinaikos no nada en la abundancia futbol¨ªstica, pero su actitud extraordinariamente cohibida le gener¨® cierta sensaci¨®n de inseguridad. Los griegos apenas crearon problemas de alguna consideraci¨®n en tres o cuatro ocasiones. Y, sin embargo, sobre el partido gravitaba la sensaci¨®n de que en una acci¨®n aislada, en cualquier barah¨²nda dentro del ¨¢rea, el Deportivo podr¨ªa verse comprometido.
PANATHINAIKOS 1
DEPORTIVO 1ikos: Chalkias; Olivares (Asanovic, m. 56), Goumas, Henriksen, Fyssas; Basinas, Mykland, Pflipsen (Karagionis, m.24), Kola; Liberopoulos y Nasiopoulos (Sigurdsson, m. 46). Deportivo: Songo"o; Manuel Pablo, Donato, Naybet, Romero; Flavio Concei??o (Jaime, m. 80), Mauro Silva; V¨ªctor, Djalminha (Manel, m. 86), Fernando (Fran, m. 65); y Makaay. Goles: 1-0. M. 78. Asanovic, de penalti. 1-1. M. 89. Makaay recibe en la mitad del campo del Panathinaikos, arranca en velocidad, llega hasta el ¨¢rea, se deshace de dos defensas y marca de remate alto ante la salida del portero. ?rbitro: Alain Sars, franc¨¦s. Amonest¨® a Olivares, Flavio, Mauro Silva, Songo"o, Naybet y Manuel Pablo. Estadio Ol¨ªmpico de Atenas. Unos 40.000 espectadores. El Deportivo se clasifica por el resultado global de 5-3.
Y el Deportivo acab¨® pagando cara su r¨¢cana actitud. Tanto se desentendieron los gallegos del partido que el Panathinaikos alcanz¨® la convicci¨®n de que lograr dos goles no era tarea imposible. Los griegos crecieron notoriamente tras el descanso, y a ello contribuyeron los cambios en el equipo. Entraron el noruego Sigurdsson y el croata Asanovic, un jugador veterano e inconstante pero con clase. Junto a ellos se encendi¨® la estrella de Liberopoulos, la gran promesa del f¨²tbol griego, y entonces comenzaron los problemas para el Deportivo. En un cuarto de hora, el ¨¢rea de Songo"o se llen¨® de incendios, y en todos estuvo Sigurdsson como protagonista. Naybet salv¨® bajos los palos dos disparos del noruego, que m¨¢s tarde no pudo rematar por dentro, con la puerta vac¨ªa, un buen centro de Liberopoulos.
El asunto se puso definitivamente feo cuando, a falta de 20 minutos, el Panathinaikos se encontr¨® con un penalti a favor. No pareci¨® que existiese la falta, pero cuando se juega con fuego uno siempre est¨¢ expuesto a esa clase de contingencias. Asanovic marc¨® de un tiro por el centro y el Deportivo, completamente encerrado en su terreno, entr¨® en la sala de suplicio. El Panathinaikos arruin¨® la salud cardiaca de A Coru?a hasta el ¨²ltimo minuto de partido cuando el estupendo Makaay convirti¨® en gol el primer tiro a puerta y el primer contragolpe de su equipo.
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