Con los ojos a cuadros
LUIS DANIEL IZPIZUA
Por m¨¢s que releo la entrevista realizada a Alfonso Basagoiti en este peri¨®dico no consigo salir de mi asombro. Basagoiti se dedica en ella a justificar y comprender lo que conduce justo a lo que ¨¦l jam¨¢s apoyar¨¢: la v¨ªa soberanista. Una l¨®gica que merece todo un an¨¢lisis: A es verdadero porque es falso, o es beneficioso porque es nefasto, o es amable porque es odioso. Una l¨®gica de Eros en la que se mezclan las criadillas con el abrazo, el arrojo con la amistad. El empresario llega a decir que "el ir hacia un escenario jur¨ªdico-pol¨ªtico distinto no significa ceder nada, sino tomar decisiones que hagan ver a ETA que lo suyo no tiene ning¨²n sentido". Poco despu¨¦s asegura que los empresarios nunca apostar¨¢n por aventuras soberanistas y que siguen apostando por el marco pol¨ªtico y jur¨ªdico que tenemos. Despu¨¦s de lo afirmado previamente, no vemos por qu¨¦ no van a apostar por aventuras soberanistas si les parecen tan razonables. Es como si en un anuncio de naranjas alguien nos contara las maravillas del producto para a continuaci¨®n hacer un gesto de asco y decir que ¨¦l nunca las comer¨ªa. Una t¨¦cnica comercial conocida como "per glorificationem ad inferos" o tambi¨¦n como "no way out is the way out". Pasmo.
Supongo que el se?or Basagoiti estaba intentando justificar las iniciativas pol¨ªticas de sus afines ideol¨®gicos. Supongo, tambi¨¦n, que expon¨ªa esa postura sin grietas que han manifestado los empresarios durante la pasada tregua: hagan algo para conseguir la paz; demanda que ha podido sonar en ocasiones como hagan lo que sea para conseguirla. Bien, no cabe duda de que los negocios prosperar¨ªan con una paz lograda, que incluso, utilizando una perspectiva m¨¢s altruista, el pa¨ªs en su conjunto prosperar¨ªa. Casi seguro que ser¨ªa as¨ª, pero aunque el pa¨ªs se empobreciera a resultas de ella, quien esto escribe seguir¨ªa deseando la paz. Precisamente por ello critico la propuesta soberanista, ya que me parece una aberraci¨®n que conduce al desastre. El blindaje de los acuerdos entre PNV y EH al margen de las v¨ªctimas que pueda haber, me parece ya una ignominia que marca un estilo para el futuro. En Irlanda lo hubo, pero all¨ª las v¨ªctimas las pon¨ªan ambos bandos. Aqu¨ª todos resultamos ser carne de ca?¨®n para los cambalaches y el victimismo nacionalista. Para arreglarse entre ellos matan a los dem¨¢s. Un esc¨¢ndalo.
En mi particular subconsciente heroico y en mi no menos particular imaginario de este pa¨ªs que cada d¨ªa me resulta m¨¢s ajeno, los empresarios ocupan un lugar importante. Los aprecio como especie, y del se?or Basagoiti tengo una buena opini¨®n. De ah¨ª que lleve un par de d¨ªas intentando hallar una explicaci¨®n coherente a sus declaraciones. Creo que la clave est¨¢ en que Alfonso Basagoiti trata de establecer una l¨ªnea divisoria entre ETA y sociedad vasca. Le repugna que la violencia etarra sea la gran coartada para todo: los proyectos se descalifican en funci¨®n de la existencia de la violencia, todos terminan utiliz¨¢ndola pro causa sua. Es la gran contaminadora, s¨ª, pero es imposible escapar a su veneno. Tampoco ¨¦l escapa a sus efectos. Citaba antes una frase suya en la que afirmaba que el ir hacia un escenario pol¨ªtico-jur¨ªdico distinto significaba hacer ver a ETA... O en otro lugar dice que se pueden buscar escenarios para que los de EH vean que pueden hacer circular sus planteamientos pol¨ªticos. Toda iniciativa pol¨ªtica parece estar en funci¨®n de dar satisfacci¨®n a la bestia. Pero la ¨²nica forma de marcar una l¨ªnea divisoria con la bestia es enfrent¨¢ndose a ella. E ignor¨¢ndola como alternativa pol¨ªtica, para convertirla en un mero problema policial. Sin embargo, las fuerzas democr¨¢ticas nunca han estado de acuerdo en este punto, que por otra parte no s¨¦ si era posible. No obstante, era el ¨²nico acuerdo que pod¨ªa establecer esa barrera de inocencia que a?ora el se?or Basagoiti.
En cuanto al arrojo que le ped¨ªan los empresarios a Aznar, a¨²n estoy por o¨ªr una sola propuesta concreta que pusiera en manos del Gobierno la soluci¨®n del problema. Tambi¨¦n yo soy partidario del acercamiento de los presos, pero pretender que eso pueda solucionar algo significa mirar hacia otro lado. No, el Gobierno a¨²n no ha sido convocado. El asunto todav¨ªa s¨®lo se cuece entre nacionalistas. Al Gobierno se le ha otorgado el papel de convidado de piedra y, adem¨¢s, de malo de la pel¨ªcula. Es una forma de despistar. ?Podr¨ªa hacer algo m¨¢s, aparte de esperar? Tal vez lo est¨¢ haciendo, pero podr¨ªamos desear una relaci¨®n m¨¢s fluida con el PNV, por ejemplo. ?Les ser¨ªa perdonada?
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