Los "ciudadanos verdes" no votan
Dos profesoras han estudiado durante dos a?os los ¨¢rboles del casco antiguo de Sevilla y concluyen que est¨¢n enfermos
Los ciudadanos verdes no se quejan ni votan; tampoco gozan de buena salud; sobre todo los pl¨¢tanos, que viven acuciados por la proliferaci¨®n de llagas y tumores; vencidos, a veces, por una mala poda, o por sus troncos podridos. Como los naranjos, a los que los insectos minadores taladran debilitando sus ramas. Tambi¨¦n los hongos campean a sus anchas entre la flora mayor sevillana.?stos son s¨®lo algunas de las conclusiones que la profesora de Bot¨¢nica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla, Pilar Candau Fern¨¢ndez, ha extra¨ªdo tras un exhaustivo estudio del arbolado del casco antiguo de la ciudad. Junto con Ana Mar¨ªa P¨¦rez T¨¦llez, licenciada en Farmacia, han catalogado, en los ¨²ltimos dos a?os, 5.038 ¨¢rboles, pertenecientes a 28 familias, 48 g¨¦neros y 54 especies. En el estudio, denominado La flora mayor del centro de Sevilla, se establece que los ¨¢rboles de hoja perenne y caduca se reparten al 50%. Asimismo se asegura que la mayor¨ªa de ellos (32) florecen en primavera, mientras que en oto?o s¨®lo muestran sus flores tres especies: la casuarina, el cedro del Atlas y la jacarand¨¢; este ¨²ltimo, "uno de los ¨¢rboles que tiene una floraci¨®n m¨¢s espectacular y llamativa en Sevilla", afirma Candau Fern¨¢ndez.
Las investigadoras han agrupado en tres bloques el arbolado. En el primero incluyen los ¨¢rboles con m¨¢s de 50 a?os. "Entonces, cuando los plantaron, importaba el mobiliario urbano mucho m¨¢s que los ¨¢rboles", explica Pilar Candau. De aquella ¨¦poca son la mayor¨ªa de los pl¨¢tanos y los fresnos; y su plantaci¨®n responde a una est¨¦tica europea para ornamentar grandes avenidas, en las que todav¨ªa no se contaba con la contaminaci¨®n.
Un segundo grupo de ¨¢rboles, con una edad similar a los primeros, lo constituyen, casi en exclusiva, los naranjos. "El naranjo es el ¨¢rbol sevillano por excelencia". Candau y P¨¦rez han catalogado 2.235 ejemplares; una cifra que queda muy lejos de los 542 pl¨¢tanos de sombra, o del aligustre y el arce, que est¨¢n representados por 278 y 259 ejemplares respectivamente.
A Pilar Candau, sin embargo, no deja de chocarle que, "siendo Sevilla una ciudad mediterr¨¢nea, tenga la mayor¨ªa de sus ¨¢rboles de origen asi¨¢tico". Exactamente, un 35% de ellos lo son, frente al 23% de procedencia mediterr¨¢nea. La profesora de Bot¨¢nica piensa que la raz¨®n no es otra que ornamental. "El ¨¢rbol mediterr¨¢neo es m¨¢s peque?o, de crecimiento m¨¢s lento, y, est¨¦ticamente, menos espectacular".
Ana Mar¨ªa P¨¦rez, en cambio, habla sobre todo de "la poca consideraci¨®n y respeto que las personas le tiene a estos seres vivos". "Porque los ¨¢rboles no votan", a?ade, "que, si lo hiciesen, le dar¨ªan un corte de mangas a todos los pol¨ªticos, pues, cada vez que hay elecciones no hacen m¨¢s que hablar de medio ambiente, para, luego, olvidarse enseguida".
De los ¨¢rboles hablan estas dos investigadoras, casi, como si fueran personas. Y es que sufren la agresi¨®n de los ruidos y de la contaminaci¨®n como cualquiera. Tambi¨¦n han de aguantar impert¨¦rritos las cadenas de las bicicletas y de las motos, los orines de los perros, los adoquines con los que rellanan los alcorques... Eso cuando no les ponen cemento alrededor, o unas rejas de metal. Hay quien usa sus heridas como papelera y otros su piel como tabl¨®n de anuncios para colgar corazones. "Y, por si esto fuera poco, las podas no siempre se hacen cuando se debe", recuerdan Candau y P¨¦rez. "Menos mal que cada d¨ªa son m¨¢s las personas que se apiadan de ellos", concluyen.
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