El Rayo se pega un homenaje

El Rayo espant¨® ayer alg¨²n que otro fantasma, recuper¨® buena parte del cr¨¦dito perdido y aplast¨® al equipo m¨¢s vulgar que ha pisado Vallecas en lo que se lleva de temporada. El M¨¢laga encaj¨® cuatro goles como pudo encajar ocho, golpeado por un Rayo que le perdon¨®, claro, que ese es el primer mandamiento del equipo de Vallecas.Marc¨® el Rayo cuatro goles, cierto, algo que resulta inaudito en un grupo que en el medio del campo la sabe tocar, que encuentra el hueco, que se perfila, que amaga, que asusta y que falla, ahora s¨ª, ahora tambi¨¦n.Sin embargo, ayer fall¨® algo menos de lo habitual y por eso subi¨® al marcador aquel reluciente cuatro. Contreras, portero del M¨¢laga, retras¨® unos minutos la fiesta con un par de intervenciones de m¨¦rito. Pero insistente como es el Rayo, lleg¨® el gol de Bolo. Nada hab¨ªa dicho hasta entonces el M¨¢laga y nada dijo despu¨¦s, con la excepci¨®n del gol de Catanha, un tipo que vive exclusivamente para el gol, y que aprovech¨® el fallo de Cota para meter el pie. No est¨¢ Cota en un momento dulce y por ah¨ª suele agujerearse el Rayo. Ser¨ªa absurdo negar que la lesi¨®n de Catanha le vino de vicio al Rayo, que lejos de amilanarse con el empate sigui¨® haciendo sangre.

Hasta ayer, la labor de Movilla y De los Santos en el M¨¢laga invitaba al piropo. Repetimos: hasta ayer. Porque frente a ellos se plantaron Michel I y Helder, que se inventaron una actuaci¨®n espectacular. El primero hizo de todo y todo lo hizo bien, f¨¢cil, al primer toque, mientras Helder aparec¨ªa aqu¨ª, all¨ª, recuperando uno, dos, hasta quince balones.

Fallaba el Rayo lo que no falla nadie, pero como el M¨¢laga se apunt¨® a la opci¨®n "No sabe, no contesta", el Rayo acab¨® d¨¢ndose un homenaje en un partido donde el equipo de Vallecas hizo lo imposible por apostar por el f¨²tbol y su rival, por decir algo, hizo lo imposible por apostar por la contemplaci¨®n.