Kiko regresa, pero el Atl¨¦tico sigue sin funcionar
Las Palmas logra un empate en un partido en el que el jerezano actu¨® 15 minutos
El estadio Insular ovacion¨® a un jugador del equipo contrario. Era Kiko. El jerezano sali¨® a calentar en el segundo tiempo; y se visti¨® de corto en un partido oficial con el Atl¨¦tico por primera vez despu¨¦s de un a?o y tres semanas de baja por lesi¨®n. Clav¨® sus ojos en Jos¨¦ Mari cuando el tablero se?al¨® el cambio, y ambos se cruzaron una sonrisa hist¨®rica, cargada de complicidad. Ayer Kiko volvi¨® a la competici¨®n despu¨¦s de un a?o y mil rumores que apuntaron a su retirada del f¨²tbol. Y el empate, el duelo que libraron Atl¨¦tico y Las Palmas, todo, se condicion¨® a su regreso.Kiko apenas tir¨® cuatro paredes en los diez minutos que jug¨®. Con su equipo perdiendo tiempo en un partido que su rival prepar¨® con todo su potencial y que el Atl¨¦tico afront¨® bajo el signo de las rotaciones. No se le pod¨ªa pedir a la defensa del Atl¨¦tico que achicara espacios con coordinaci¨®n. Que se moviera con celeridad. Que sacara el bal¨®n jugado con acierto. Todos eran actores secundarios. Pilipauskas estuvo en su l¨ªnea err¨¢tica, blanda, ante un Pablo Lago m¨¢s o menos libre por la banda izquierda. Del otro lado, a Gustavo se le vio indeciso. Santi no se encontr¨® como director de orquesta. Y Ayala, que lleva casi un a?o sin jugar un partido competitivo, fue muy irregular en la noche de su deb¨². El internacional paraguayo prob¨® su punter¨ªa en el golpe franco y estuvo a punto de marcar. Fue su ¨²nico destello.
Las Palmas intimid¨® al Atl¨¦tico desde el arranque. La imagen de Valer¨®n y Hasselbaink erguidos en el medio del ataque, al comenzar el partido, fue una ilusi¨®n. El Atl¨¦tico control¨® la situaci¨®n durante un minuto. Al siguiente, Samways cogi¨® el bal¨®n y se lo mand¨® en profundidad a Pablo Lago para marcar el primer gol. El segundo del Las Palmas tambi¨¦n lo hizo un ex rojiblanco: Tevenet. En el medio, el Atl¨¦tico meti¨® otros dos, uno, claro, con la firma de Hasselbaink, En suma, que para el Atl¨¦tico, la ¨²nica alegr¨ªa fue ver a Kiko jugar de nuevo.
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