"Ni el planeta ni las personas son mercanc¨ªas"
Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce (Madrid, 1951) pertenece a la especie de pol¨ªticos comunicadores como la ex comisaria de la UE Emma Bonino. El pasado mi¨¦rcoles, Greenpeace Internacional le nombr¨® presidente. Es el primer espa?ol que ocupa el cargo de una organizaci¨®n que ¨¦l define como "la m¨¢s conocida despu¨¦s de la Coca-Cola". El presidente mundial de Greenpeace no es elegido por los socios, sino designado por los seis miembros de la Junta Directiva Internacional. Greenpeace medit¨® la conveniencia del nombramiento, porque Mendiluce es europarlamentario socialista, "pero vimos", se?ala el director ejecutivo en Espa?a, Xavier Pastor, "que los beneficios superar¨¢n a los costes, sobre todo a escala internacional".Pregunta.?Era usted socio de Greenpeace?
Respuesta.S¨ª.
P.?Cu¨¢l ser¨¢ ahora su estado civil con el PSOE?
R.Nunca he sido militante, y mis posiciones no siempre han coincidido con las oficiales. Me las han respetado, y lo agradezco. Hoy ten¨ªa una entrevista con Almunia, pero se ha anulado por problemas de agenda. De todos modos, yo quer¨ªa una entrevista discreta, porque quiero aclararle que deber¨¦ mantener una distancia cordial con todos los partidos. Conservar¨¦ mi esca?o socialista en Europa: no es incompatible con Greenpeace, organizaci¨®n que ha mantenido una total independencia pol¨ªtica y econ¨®mica. La verdad es que voy a desaparecer bastante del panorama espa?ol, porque quiero que la independencia de Greenpeace se visualice, y me embarcar¨¦, ir¨¦ a las campa?as de la Amazonia y del ?rtico, conocer¨¦ de primera mano lo que hacen los activistas.
P.No es improbable que tenga que v¨¦rselas con Gobiernos socialistas por problemas de mareas negras, transporte de residuos nucleares o t¨®xicos, pol¨¦micas sobre transg¨¦nicos...
R.No voy a hacerme bi¨®logo en 24 horas, pero tampoco lo necesitar¨¦: hay muy buenos equipos de expertos en Greenpeace. Y no me asusta discrepar de los socialistas: cuando Javier Solana era ministro de Exteriores, se mosqueaba con mis explicaciones sobre Bosnia, y luego ha dicho desde la OTAN cosas muy parecidas. Y no olvidemos que fue un socialista, Mitterrand, quien orden¨® hundir un buque de Greenpeace. Los cr¨ªmenes son cr¨ªmenes.
P.Se avecinan conflictos como el de la pesca en la UE.
R.Es un ejemplo de que las posiciones de la UE y las ecologistas pueden acercarse. Hay que apoyar a quienes trabajan en la pesca, pero precisamente por eso me parece importante que se aproximen el comisario comunitario Franz Fischler y los ecologistas: para que siga habiendo pesca, hay que dar tiempo a las especies a reproducirse. Como vasco, lo que quiero es que las anchoas no se extingan. Lo que pasa es que, si se ha dejado que se pudran los problemas, luego es muy duro afrontarlos pol¨ªticamente.
P.?Podr¨ªa hacerse verde?
R.De hecho, a veces voto con ellos. Mi disciplina de voto es mi conciencia.
P.?Lo de Seattle le ha sorprendido?
R.Me ha sorprendido la capacidad de la sociedad civil para, por vez primera, oponerse a un problema mundial con una alternativa conjunta de oposici¨®n. Hab¨ªa una ensalada de movimientos, pero todos con la idea clara de que ni el planeta ni las personas son mercanc¨ªas. No es que estemos contra la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC). Queremos un organismo que regule el comercio, pero en inter¨¦s de todos, no s¨®lo en beneficio de intereses privados.
P.?Viene usted a politizar Greenpeace y a ecologizar a las ONG?
R.En realidad, tanto Greenpeace como yo s¨®lo vamos a reafirmar lo que llevamos a?os haciendo. Ah¨ª est¨¢n las campa?as en que Greenpeace ha colaborado con ONG como Amnist¨ªa Internacional, M¨¦dicos Sin Fronteras o Interm¨®n, por ejemplo, por la transparencia en el comercio de armas, o la batalla com¨²n ganada contra las armas nucleares o las minas antipersonas. Si se trata, como de hecho se trata, de enfrentarse con los retos del cambio de siglo, que son hacer la paz con el planeta y hacer la paz con los humanos, entonces ecolog¨ªa y justicia social deben coincidir. Sobre todo porque los conflictos b¨¦licos y las terribles consecuencias de muchos desastres naturales no son algo natural, sino provocado por una situaci¨®n con la que hay que acabar. Cada vez habr¨¢ que distinguir con mayor claridad entre los reg¨ªmenes que no respetan al medio ambiente ni a los ciudadanos y los reg¨ªmenes que profundizan en la democracia.
P.Entre los objetivos que usted anuncia est¨¢ impulsar que las grandes empresas acepten c¨®digos ¨¦ticos y sociales.
R.Esos c¨®digos deben complementarse con una legislaci¨®n clara y sancionadora. Es fundamental castigar el delito medioambiental, porque el medio ambiente es un derecho humano.
P.Tambi¨¦n habla de crear un polo ecol¨®gico con el mundo acad¨¦mico y cient¨ªfico.
R.Greenpeace, con mi nombramiento, quiere contrarrestar su imagen de defender s¨®lo a ballenas y focas. Tambi¨¦n tiene una imagen de oponerse a todo. Son im¨¢genes reductoras: Greenpeace ha hecho un mont¨®n de propuestas cient¨ªficas y viables para usar energ¨ªas limpias, y no la nuclear, o para que, en vez de seguir repitiendo que algo hay que hacer con los residuos t¨®xicos, funcione el coraje pol¨ªtico para no fabricarlos. El v¨ªnculo con el mundo acad¨¦mico es b¨¢sico.
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