Aventuras de un perro en Terranova
"La nieve", dijo ayer Bernardo Atxaga, "convierte cualquier paisaje en desierto, borra toda huella". Y, sin embargo, como si fuera una paradoja de la que el escritor no puede sustraerse, recurre a ella constantemente no para olvidar o desdibujar una historia, sino para recuperar la memoria y amarrarse al pasado. En Bambulo, Ternuako penak, o Bambulo, amigos que cuentan, la tercera entrega de las andanzas del perro investigador, Atxaga sumerge al lector en el paisaje de Terranova, en las azarosas aventuras de los marineros vascos que encontraron su medio de vida en tierras m¨¢s fr¨ªas.El escritor present¨® ayer en San Sebasti¨¢n esta nueva historia dirigida al p¨²blico infantil y juvenil, ilustrada por Mikel Valverde. Bambulo, que en tan s¨®lo un a?o se ha hecho un nombre en el panorama literario, vivi¨® primero la Guerra Civil en Memorias de una vaca y conoci¨® las guerras carlistas en Un esp¨ªa llamado Sara. Y en este libro no abandona por completo el escenario de la batalla, aunque esta vez introduce al lector en otra lucha, "quiz¨¢", como destac¨® ayer Atxaga, "una de las m¨¢s her¨®icas del pasado de los vascos", la de los marineros, "los primeros que fueron a los mares peligros¨ªsimos del Norte a pescar ballenas". Y en esta situaci¨®n extrema, los personajes se mueven "en un marco dram¨¢tico".
Si Bambulo protagoniz¨® las historias anteriores, ahora hace incursiones "breves, pero humor¨ªsticas" en el libro y cede el protagonismo a otros personajes. Un padre cuenta a sus hijos la historia de Urkizu, un inteligente y joven marinero que abandon¨® el Pa¨ªs Vasco hace 100 a?os para ir a pescar bacalao a Canad¨¢. La tripulaci¨®n no consegu¨ªa entenderse con los esquimales y los tratos acababan por romperse. S¨®lo quedaba que Urkizu se quedara a aprender el idioma para avanzar en el entendimiento.
Bambulo, Ternuako penak, irrumpe al mismo tiempo en el mercado literario en euskera y castellano. Las editoriales Erein y Alfaguara publican una misma historia con registros distintos. Porque Atxaga, un escritor que se maneja con la misma soltura en las dos lenguas, nunca ha sido amigo de las traducciones literales, prefiere, como asegur¨® ayer, las culturales. "En las sociedades biling¨¹es", lament¨®, "se produce un fen¨®meno horrible: el pegamiento. Las dos lenguas m¨¢s que convivir se pegan. Es muy dif¨ªcil hacer traducciones exactas. Yo hago una traducci¨®n cultural no ling¨¹¨ªstica". Por eso esta entrega doble de Bambulo supone la existencia de un libro pero de dos culturas. Ni siquiera los t¨ªtulos guardan similitud entre s¨ª.
La historia ha nacido de la pluma de Atxaga y su encuentro con la creatividad de Mikel Valverde. Ambos han ido perfilando los personajes, su fuerza y su car¨¢cter. En todo caso, en esta historia hay mucho de influencias externas. Ah¨ª est¨¢ un poema de Patri Urkizu, que ha inspirado a Atxaga, o el relato visual de una fot¨®grafa canadiense que cont¨® las penurias de una comunidad de esquimales.
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