Ch¨¢vez recibe plenos poderes para imponer una econom¨ªa de guerra en la reconstrucci¨®n

ENVIADO ESPECIALMarco Pantoja, director del cementerio general de Caracas, pidi¨® a Am¨¦rica Latina cuantos f¨¦retros pueda enviar, porque los cad¨¢veres insepultos a¨²n cubren el litoral de una naci¨®n obligada a una econom¨ªa de guerra para paliar el mayor desastre de su historia. Los cementerios, y la solidaridad, trabajan a marchas forzadas; tambi¨¦n la alevos¨ªa. Cientos de paracaidistas y polic¨ªas patrullan Vargas, fusil en mano, tratando de contener a grupos de canallas que todav¨ªa saquean, chocan a tiros con los soldados y, en medio de las crecidas, han asaltado hospitales.

Las labores de rescate a¨¦reas quedaron anoche moment¨¢neamente suspendidas tras el accidente de un avioneta y de dos helic¨®peros. Uno de esos helic¨®pteros privado, que se dedicaba al transporte de damnificados, se estrell¨® contra un ladera del monte ?vila, cerca de Caracas, causando la muerte de ocho ocupantes. Otro, militar, se enganch¨® en unos cables de alta tensi¨®n en la quebrada de El Piache; un oficial perdi¨® la vida y tres resultaron heridos de gravedad en el siniestro. En el Estado de Miranda, un peque?o avi¨®n se precipit¨® contra el suelo; una persona falleci¨® y varias sufrieron heridas.Enterrados todav¨ªa bajo el lodo hay miles de cuerpos. Conviven con ellos los venezolanos que rechazan la evacuaci¨®n de sus casas en el Estado del Mar Caribe por temor a perderlas a manos del pillaje. Dotaciones de militares y voluntarios civiles recorren casa por casa la regi¨®n e invitan a su desalojo. Si no lo consiguen, recomiendan a los vecinos que se agrupen para defenderse. El Estado de Vargas, habitado antes por casi 400.000 personas, no podr¨¢ ser reconstruido, porque fue edificado en una orograf¨ªa siempre amenazante desde los picos del ?vila.

La reconstrucci¨®n pendiente es de tal magnitud que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) otorg¨® ayer al presidente Hugo Ch¨¢vez poderes especiales para que aplique una "econom¨ªa de guerra", solicite nuevos pr¨¦stamos o eche mano de los fondos petroleros extraordinarios. Venezuela teme que m¨¢s de 30.000 personas hayan perdido la vida en una cat¨¢strofe m¨¢s da?ina que el hurac¨¢n Mitch, que devast¨® Am¨¦rica Central en 1998, y con un ¨¦xodo en pocos d¨ªas comparable a las legiones de desplazados por a?os de guerra en Colombia.

El diputado constituyente Alfredo Pe?a, de quien parti¨® la iniciativa de autorizar al Ejecutivo la declaraci¨®n de "econom¨ªa de guerra", declar¨® que "no se justifica que en una situaci¨®n donde hay gente muri¨¦ndose [alguien] no pueda ser llevado a centros privados y se tenga que estar quitando, prestada, maquinaria para remover los escombros".

El Gobierno podr¨¢ disponer as¨ª de cr¨¦ditos extraordinarios y utilizar, de grado o fuerza, los recursos del sector privado, como maquinaria y medios de transporte, para asegurar el ¨¦xito de su cruzada contra el fango.

El Ejecitivo, que puede decretar incluso el estado de excepci¨®n, ha formado ya 13 comit¨¦s para afrontar la mir¨ªada de problemas nacidos en un litoral cuyos habitantes m¨¢s pobres emprendieron la huida con sus perros criollos en brazos y el vecindario adinerado de Los Corales y Caraballeda corri¨® a los barcos y aviones y dej¨® a sus perros de raza abandonados etre las ruinas de sus casas.

Cerrado el aeropuerto internacional de Caracas, los pasajeros son turbas que, en estas fechas navide?as, intentan encontrar a gritos y empujones un asiento en las pocas l¨ªneas a¨¦reas que reanudaron alg¨²n vuelo desde terminales alejadas de la capital. M¨¢s de 20.000 pasajeros quedaron varados en un pa¨ªs que importa el 70% de lo que consume, y lo hace en su mayor parte por aire. El puerto de La Guaira, militarizado, cerrado a la navegaci¨®n comercial, mueve el 33% del tr¨¢fico de mercancias. El taponamiento de las entradas nacionales puede causar problemas de abastecimiento.

M¨¢s de 200.000 personas fueron evacuadas desde las poblaciones inundadas, y mucha de ellas, inmersas en el caos o los apremios de todo tipo que acompa?an las operaciones de rescate, son embarcadas diariamente en aviones de carga o autobuses hacia territorios alejados donde nada tienen: ni familia, ni casa, ni empleo. "Hab¨ªa visto de todo, pero lo de Venezuela es impresionante. Esto es mucho peor que la tragedia de Armero", se?ala el socorrista colombiano Fabio Vacca. (En noviembre de 1985, el volc¨¢n Nevado del Ruiz hizo erupci¨®n, derriti¨® nieves y hielos, y las avalanchas de lodo sepultaron a 25.000 colombianos).