El futuro del Atl¨¦tico
UN AUTO del juez Garc¨ªa Castell¨®n ha destituido al Consejo de Administraci¨®n del club Atl¨¦tico de Madrid, con Jes¨²s Gil a la cabeza, ha nombrado un administrador judicial del club y ha ordenado asimismo el embargo, intervenci¨®n y secuestro de las acciones de la sociedad an¨®nima deportiva. El auto enumera indicios de varios delitos presuntamente cometidos por Jes¨²s Gil y los actuales administradores, entre ellos uno de apropiaci¨®n indebida de casi 8.800 millones de pesetas, que podr¨ªan ampliarse hasta casi 9.500 millones a trav¨¦s de "sucesivas operaciones para las que se han servido del club". El juez afirma que para ello "han usurpado la condici¨®n de principales accionistas y administradores que nunca les correspondi¨® legalmente, y han falsificado la documentaci¨®n contable y mercantil que les ha permitido mantener durante siete a?os la ficiticia titularidad formal de la entidad, mientras aprovechaban dicha posici¨®n para vaciar patrimonialmente el club deportivo y enriquecerse a coste de los socios y del erario de la Hacienda p¨²blica y de la Seguridad Social".Quiz¨¢ se pueda decir de forma m¨¢s extensa, pero no m¨¢s clara. Lo que ahora le corresponde al juez es convertir lo que considera indicios decisivos en pruebas solventes dentro de un proceso garantista. Si las cosas son como describe el juez, la intervenci¨®n judicial es lo mejor que le puede suceder en estos momentos a un club de la historia del Atl¨¦tico de Madrid. Sin llegar a los extremos de lo que se conoce como alarma social, era un valor admitido entre los aficionados del club colchonero que las pr¨¢cticas financieras del equipo Gil eran poco transparentes y que la imagen del club se estaba deteriorando, en virtud de los particulares procedimientos de confusi¨®n entre patrimonio p¨²blico, societario y privado, en beneficio del alcalde de Marbella. El nombramiento de un administrador judicial debe contribuir a aclarar la situaci¨®n financiera y societaria del club, cuya gesti¨®n s¨®lo deber¨ªa permanecer en esta situaci¨®n an¨®mala el m¨ªnimo tiempo posible.
La gesti¨®n econ¨®mico-financiera est¨¢ ¨ªntimamente ligada a la evoluci¨®n deportiva de un club de f¨²tbol. El talante de Gil y la sospecha creciente sobre sus pr¨¢cticas financieras ten¨ªan mucho que ver con las pobres prestaciones de los jugadores en el campo. Todo lo que contribuya a convertir el club en una entidad transparente servir¨¢ tambi¨¦n para recuperar la mentalidad competitiva de los jugadores.
Gil debe contar con todas las garant¨ªas legales que ofrece la justicia, a pesar de los feroces dicterios que ha lanzado contra los jueces. Tendr¨¢ oportunidad de demostrar, por ejemplo, como dijo ayer en conferencia de prensa, que deposit¨® los avales de m¨¢s de 2.000 millones de pesetas para convertir el club deportivo en sociedad an¨®nima deportiva. La Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, como autoridad del ramo, deber¨ªa contribuir a que el procedimiento de intervenci¨®n abierto por el juez sirva para esclarecer de una vez el estado real del club; y para ello, su mejor contribuci¨®n ser¨ªa ayudar a la justicia ordinaria y no suscitar conflictos innecesarios.
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