El Rey afirma que los vascos no permitir¨¢n el dictado del terrorismo

La posibilidad de que en cualquier momento la banda terrorista ETA pueda reemprender la violencia ha pesado notablemente en el discurso navide?o del rey Juan Carlos. En tono en¨¦rgico el Jefe del Estado pide a los ciudadanos vascos, en particular, y a todos los espa?oles que se opongan a ETA. "La sociedad vasca y el conjunto de la sociedad espa?ola no van a permitir que el dictado del terrorismo impida nuevamente cerrar el largo cap¨ªtulo de dolor que ha provocado". "Ese es el objetivo que debe unirnos a todos en torno a los valores ¨¦ticos y de convivencia que asumimos y defendemos", apostill¨®.La preocupaci¨®n del Rey por la violencia se manifest¨® claramente al afrontar este asunto casi al principio de su alocuci¨®n. Tras se?alar que la realidad de Espa?a invita a mantener un "optimismo fundado", mencion¨® el nubarr¨®n negro del terrorismo. "Espa?a vuelve a sufrir la amenaza de esa forma de violencia extrema y alevosa que es el terrorismo". El Rey habl¨® en presente dando a entender que hay que dar definitivamente por rota la tregua cuando se ha descubierto que ETA planeaba hacer estallar en Madrid dos furgonetas cargadas de explosivos.

"Los espa?oles hemos sabido fortalecer nuestra voluntad colectiva y nuestra unidad frente al largo desaf¨ªo que la violencia terrorista ha lanzado contra el marco de convivencia democr¨¢tico y plural que nos hemos dado", manifest¨®.

Las ayudas a las v¨ªctimas del terrorismo que acaban de concederse tras el consenso del Gobierno con todas las fuerzas parlamentarias fueron objeto de menci¨®n en este discurso navide?o. "La voluntad colectiva y la unidad son las que han hecho posible el reconocimiento un¨¢nime de la sociedad hacia todas las v¨ªctimas del terrorismo y sus familias. Para ellas se han habilitado ayudas que contribuyan en alguna medida a paliar sus sufrimientos".

La exaltaci¨®n del valor de la palabra para dirimir conflictos fue otra constante del discurso del Rey. El respeto y la defensa de los valores ¨¦ticos y de convivencia es precisamente "lo que legitima el debate, lo que alienta el di¨¢logo constructivo, lo que impulsa esa tarea constante de las instituciones democr¨¢ticas que consiste en integrar discrepancias, buscar espacios de consenso y articular intereses enfrentados". La Constituci¨®n es el marco de referencia porque los valores que la inspiran "son la mejor gu¨ªa para la conducta colectiva".

"El cultivo del pluralismo, la tolerancia como talante, el recurso permanente al di¨¢logo para acercar los puntos de vista divergentes, el debate de ideas presidido por el respeto y la moderaci¨®n, el amor a la verdad y el anhelo de justicia, son todos ellos elementos esenciales de una sociedad que desea perfeccionarse en libertad y en democracia".

El respeto a las reglas del juego democr¨¢tico fue otro de los argumentos del discurso de Don Juan Carlos antes de adentrarse en la situaci¨®n econ¨®mica y social.

"La democracia basada en el imperio de la ley, es un sistema sometido al control permanente de los ciudadanos y de la opini¨®n p¨²blica y que exige, adem¨¢s, en su ejercicio, formas y maneras que respeten las reglas sobre los que se inspira".