Teatralidades
Termino el a?o tan preocupado por esas furgonetas explosivas que a ETA se le van cayendo por los agujeros organizativos como por el juicio Lasa-Zabala, especialmente connotado por el testigo presentado ante el tribunal en calzoncillos, supongo que limpios. Tanto asombro merece la cantidad de furgonetas que ETA descuida por los caminos de Espa?a como misterio hay en la identidad de los directores esc¨¦nicos de la teatralidad de justicia casi en cueros, responsables de la farsa en el anonimato, en el proceloso territorio del secreto de Estado, aunque sospechemos que forman la trama festiva del GAL, dedicada a happenings y despedidas de solteros.Alguien ha dicho que la procaz entrada del testigo Bayo en las dependencias judiciales ha sido la agresi¨®n m¨¢s grave contra la democracia espa?ola despu¨¦s del simulacro de golpe de Estado de Tejero y todos los dem¨¢s. La lista de todos los dem¨¢s es otro de los misterios de la transici¨®n, tantas veces contada como un cuento de hadas: un rey bueno y unos pol¨ªticos sensatos hermanados por el dios menor de las sobremesas. Los diferentes gobiernos de la transici¨®n se fueron comiendo el marr¨®n de la guerra sucia contra ETA y cuando sali¨® a la luz la revelaci¨®n no fue aprovechada para hacer un ajuste de cuentas democr¨¢tico, sino como arma arrojadiza en una simple batalla por el poder, moquetas y cloacas incluidas. La cultura del poder no se ha modificado y hasta hay quien se refugia en el supuesto aval ¨¦tico de un Mitterrand al que se le atribuye el m¨¦rito de condecorar a escondidas a dos sicarios del servicio secreto, capaces de matar ecologistas en aras de la grandeur atomique. Honores furtivos en la gran teatralidad democr¨¢tica.
Concluida la tregua, una combinaci¨®n de dinamita y ropa interior nos resit¨²a donde est¨¢bamos y nos anuncia que seguimos dependientes del horror y del asco, en minor¨ªa de edad democr¨¢tica, comparsas de un vodevil sangriento en el que alguien se ha atrevido a incluir a un ex guardia civil en calzoncillos. Algo es algo. Con Franco todo qued¨® bajo la cal viva. Bien est¨¢ la democracia aunque sea en calzoncillos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.