El largo viaje de unas copias
La recuperaci¨®n del original de Poeta en Nueva York es una buena noticia para los estudiosos lorquianos en la medida en que permitir¨¢ la definitiva edici¨®n del gran libro. No obstante, y con las reservas que impone el desconocimiento del original, la novedad puede ser s¨®lo relativa: los estudiosos contaban desde hace a?os con la recuperaci¨®n de algunas hojas mecanografiadas de la copia que Jos¨¦ Bergam¨ªn, su profesor, envi¨® a Rolfe Humphries, el preparador del texto para la editorial Norton, de Nueva York: en ella se public¨® la primera edici¨®n de la obra, en ingl¨¦s y en espa?ol, en mayo de 1940; un mes m¨¢s tarde ve¨ªa la luz la edici¨®n espa?ola en la editorial S¨¦neca, de M¨¦xico, que estaba pagada con fondos de la Rep¨²blica. Una edici¨®n que no cont¨® con la autorizaci¨®n de los herederos.El hallazgo de esa copia y la fidelidad del traductor y editor norteamericano al texto recibido, m¨¢s la exhumaci¨®n de la correspondencia entre ¨¦l y el director de la editorial, han permitido en los ¨²ltimos a?os avanzar decisivamente en el establecimiento del texto, cosa no f¨¢cil, habida cuenta de las divergencias entre las dos ediciones, la inglesa y la espa?ola, o, m¨¢s exactamente, entre la norteamericana y la mexicana, divergencias propias de un original no definitivamente terminado.
Peregrinaciones
No parece, de todas maneras, que el original ahora en litigio, despu¨¦s de las laber¨ªnticas peregrinaciones, tenga mucho inter¨¦s material. Lorca parece que lo form¨® por acumulaci¨®n de copias, recortes de publicaciones y algunas hojas manuscritas. El poeta quer¨ªa tambi¨¦n acompa?ar con ilustraciones fotogr¨¢ficas la edici¨®n del que sab¨ªa su libro m¨¢s importante. La secretaria de Bergam¨ªn, que iba a editar el libro en Cruz y Raya, salv¨® el original y se lo entreg¨® a aqu¨¦l en Par¨ªs.
Las diferencias entre las dos primeras ediciones no fueron se?aladas por la cr¨ªtica hasta comienzos de la d¨¦cada de los setenta y dieron lugar a una ruidosa pol¨¦mica que lleg¨® a cuajar en la separaci¨®n del libro conocido como Poeta en Nueva York en dos libros, Poeta... y Tierra y Luna, cuyo ¨ªndice manuscrito consta de los archivos familiares. Hoy, no obstante, esa tesis no la sostiene casi nadie. Fue la primera intenci¨®n del autor, pero no fue la definitiva.
Ser¨ªa de desear que el original en cuesti¨®n viniese a Espa?a, aunque uno no acaba de explicarse muy bien c¨®mo, si la noticia de su recuperaci¨®n era ya conocida en los medios especializados des de finales del verano de 1998, no se impidi¨® por las autoridades espa?olas que lleg¨¢ramos hasta la fase de la subasta.
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